Valen­cia 1 – Levan­te 1

Car­los Soler, que vol­vió a jugar de volan­te dere­cho, saca un balón des­de la defen­sa.

Resul­ta­do muy jus­to, en todo los sen­ti­dos, por­que repar­tió jus­ti­cia y por­que se des­en­ca­de­nó de modo alo­ca­do en los minu­tos fina­les. Der­bi con dos equi­pos de simi­la­res plan­tea­mien­tos y recur­sos, pues hace tiem­po que Albert Cela­des ha renun­cia­do a sus fan­ta­sías y se afe­rra a un 4–4‑2 de piñón fijo con gene­ral cesión del balón al rival. Es decir, el fút­bol imper­té­rri­to que ha here­da­do esta plan­ti­lla de Mar­ce­lino. Un esque­ma que ape­la al rit­mo y la for­ma que man­ten­gan la dis­tri­bu­ción de Pare­jo y los rever­sos de Rodri­go más la sali­da orde­na­da de Pau­lis­ta des­de atrás.

Ano­che no esta­ba el bra­si­le­ño y tan­to el 10 como el pun­ta del Valen­cia rea­li­za­ron un flo­jo par­ti­do. Los demás, en cam­bio, salie­ron con buen tono des­de el prin­ci­pio. Mucho más elás­ti­cos los crea­ti­vos del Levan­te. Otro equi­po, el gra­no­ta, de 4–4‑2 aun­que con más inter­cam­bios y movi­li­dad; otro con­jun­to con una defen­sa de bajo nivel pero con bue­nos pelo­te­ros en el cen­tro del cam­po –el finí­si­mo Cam­pa­ña, Rochi­na, Bardhi…– y una línea ofen­si­va muy diná­mi­ca. Ambos onces gus­tán­do­se más al con­tra­ata­que que en el domi­nio posi­cio­nal.

El der­bi tenía rit­mo e inclu­so empu­je físi­co pero no hubo bri­llo sal­vo en algu­na esca­sa ráfa­ga. El fút­bol más ela­bo­ra­do era del Levan­te, las sali­das más ful­gu­ran­tes per­te­ne­cían al Valen­cia. Gaya por los blan­qui­ne­gros vol­vía a gene­rar un torren­te de lle­ga­das con un bom­bar­deo de cen­tros que, casi siem­pre, no son cer­te­ros ni peli­gro­sos, sal­vo cuan­do la carre­ra del late­ral se acer­ca más al fon­do y en vez de bom­bear la rasea. Así vino el úni­co gol valen­cia­nis­ta.

La juga­da del tan­to, que lle­gó a ulti­mí­si­ma hora –a fal­ta de 1 minu­to para el tiem­po regla­men­ta­rio y con un juga­dor menos en el Levan­te– se ini­ció con un pase entre­lí­neas del joven debu­tan­te Hugo Gui­lla­món. Fue la guin­da a un estreno bri­llan­te en pri­me­ra divi­sión por par­te del cha­val. No solo man­tu­vo su posi­ción tác­ti­ca en el cen­tro de la defen­sa a pesar de su juven­tud y su baja esta­tu­ra como cen­tral, sino que sacó el balón con tem­ple y pases ten­sos, pro­vo­có la expul­sión del acti­vo Roger y no hizo una sola mala entra­da a pesar de haber sido cas­ti­ga­do con una pre­ma­tu­ra tar­je­ta ama­ri­lla.

El envés de Gui­lla­món fue Mouc­tar Diakhaby, otra vez Diakhaby, cuyas tor­pe­zas físi­cas dejan­do suel­ta su cor­pu­len­ta huma­ni­dad resul­tan ya una cons­tan­te inasu­mi­ble para un equi­po del nivel com­pe­ti­ti­vo del Valen­cia. Diakhaby no ha esta­do nun­ca para jugar en el Valen­cia y su las­tre le ha cos­ta­do a los blan­qui­ne­gros un saco de pun­tos. El que lle­ve la cuen­ta de las fal­tas y penal­tis estú­pi­dos del juga­dor fran­cés de raí­ces afri­ca­nas que la refle­je, por favor. ¿Quién dijo que el Valen­cia tenía una ofer­ta de la Pre­mier de 40 millo­nes por él? Lo suyo debe­ría haber sido el balon­ces­to en vis­ta de sus pro­ble­mas con la cin­tu­ra.

Si el Valen­cia rega­la goles que son agua ben­di­ta para sus riva­les y no es tan arti­lle­ro como otros por­que le cues­ta mucho y a sus juga­do­res de arri­ba ya se les cono­ce, tene­mos el pano­ra­ma tétri­co de un equi­po que se encuen­tra aho­ra mis­mo en una posi­ción muy difí­cil para alcan­zar la cla­si­fi­ca­ción de la Cham­pions tras el vara­pa­lo que reci­bió del epi­dé­mi­co Ata­lan­ta de Bér­ga­mo.

El Levan­te se lle­vó un empa­te ya impre­vis­to gra­cias a la ridi­cu­lez de Diakhaby, pero has­ta el boni­to gol que trian­gu­la­ron al lími­te Gui­lla­món, Gaya y Rodri­go, había plan­ta­do cara al par­ti­do y mane­ja­do su rit­mo en muchos momen­tos. Cier­to es que el peli­gro era más cons­tan­te en las juga­das del Valen­cia, lo cual tie­ne la lógi­ca aplas­tan­te que con­fie­re tener mejo­res juga­do­res, al menos mucho mejor paga­dos y con un cier­to reprís de exqui­si­tez y cali­dad en los momen­tos extre­mos. Fren­te a la chis­pa de las estre­llas valen­cia­nis­tas, res­pon­dió el buen por­te­ro del Levan­te, Aitor Fer­nán­dez, y la moti­va­ción de Rubén Vezo, un defen­sa ano­dino que se vino arri­ba ante su exequi­po.

Al fren­te de los blau­gra­nas el par­ti­do de Cam­pa­ña, sobre todo en la pri­me­ra par­te, fue sen­ci­lla­men­te deli­cio­so, mien­tras Pare­jo no encon­tra­ba la brú­ju­la ni el timón para los loca­les. Tan en el ale­ro estu­vo el par­ti­do, inde­ci­so duran­te tan­tos minu­tos, que Cela­des no arries­gó a sen­tar en el ban­qui­llo a su medio de cie­rre, Coque­lin, y no le insu­fló más vigor a su ata­que. Allí arri­ba Maxi seguía lle­gan­do medio segun­do tar­de como en los últi­mos par­ti­dos de antes del virus, y Gue­des con­ti­núa per­si­guien­do som­bras y tro­pe­zo­nes, lejos de lo que sig­ni­fi­có su apa­ri­ción fut­bo­lís­ti­ca en La Liga hace ya dos tem­po­ra­das. Mucho nos teme­mos que la masa mus­cu­lar del por­tu­gués ya nun­ca más va a resis­tir aque­llos cam­bios de rit­mo y galo­pa­das que fas­ci­na­ron a Mes­ta­lla. 

Como quie­ra, ade­más, que la incom­pe­ten­te ges­tión del club gene­ra malos rollos y ansie­dad entre sus figu­ras, tene­mos pues a un equi­po intran­qui­lo que no con­si­gue cen­trar­se en lo que toca. Rodri­go, un fut­bo­lis­ta excep­cio­nal y sin­gu­lar, lle­va dos vera­nos y tres mer­ca­dos de invierno entre el ser y la nada, el me ven­den o me que­do, has­ta con­ver­tir­se en una espe­cie de mer­ce­na­rio que vive en la fron­te­ra del yo valen­cia­nis­ta. Una pér­di­da psi­co­ana­lí­ti­ca que ha empe­za­do a pade­cer el mis­mo Ferran, el juga­dor de mayor pro­yec­ción en el ata­que blan­qui­ne­gro que anda deam­bu­lan­do en el alam­bre de un futu­ro sin des­pe­jar. Cela­des lo sen­tó en el ban­qui­llo y le dio can­cha a Gue­des. Un error que se acu­mu­la en las cons­tan­tes apo­ca­das del entre­na­dor valen­cia­nis­ta, un coach que está para com­plir órde­nes, como expli­có en su mal cas­te­llano el señor Anil Murthy a la pren­sa ingle­sa.

Par­ti­do entre­te­ni­do e intere­san­te en cual­quier caso. Con un árbi­tro enér­gi­co, arries­ga­do y sin erro­res de bul­to a pesar de sus deci­sio­nes al lími­te tan­to en la expul­sión como en el penal­ti. Fren­te a la Sam­sung 8K que un ser­vi­dor estre­na­ba –adiós a mi ton­ta y cara Bang&Olufsen–, pudi­mos com­pro­bar no solo el acier­to del VAR sino tam­bién que Movis­tar+ se ha inven­ta­do unos lla­ma­ti­vos tram­pan­to­jos para simu­lar per­fi­les huma­nos en las gra­das y has­ta para ven­der publi­ci­dad sobre­im­pre­sio­na­da en las tri­bu­nas vacías. 

Mes­ta­lla apor­tó algo de atrez­zo con ban­de­ro­las y bufan­das, y puso a un tío lis­to a mane­jar un audio atro­na­dor que daba color en las juga­das más inten­sas. Así es el fút­bol sin públi­co que se nos ha veni­do enci­ma, aun­que hay que decir que Mes­ta­lla care­ce de los pun­tos de roda­je sufi­cien­tes para dar ese sal­to en las tele­co­mu­ni­ca­cio­nes que la tec­no­lo­gía pro­me­te. El Valen­cia, que le debe un esta­dio moderno a la ciu­dad que nadie en el Ayun­ta­mien­to le recla­ma, no tie­ne Mes­ta­lla adap­ta­do, ni se ha ente­ra­do ni pare­ce dis­pues­to a inver­tir en la trans­for­ma­ción del esta­dio para con­se­guir ese nue­vo uni­ver­so en las retrans­mi­sio­nes que la tec­no­lo­gía 4K ya hace posi­ble y que des­de el coli­seo de la ave­ni­da de Sue­cia resul­ta inasu­mi­ble con sus medios palus­tres y la fal­ta de posi­cio­nes para ope­rar un roda­je a la altu­ra de los tiem­pos.

ALINEACIONES Y PUNTUACIONES (de 0 a 10)

Valen­cia CF: Cilles­sen (6). Flo­ren­zi (5). Diakhaby (2). Gui­lla­món (7). Gayà (8). Soler (5). Pare­jo (5). Coque­lin (5). Gue­des (4). Rodri­go (6). Maxi Gómez (3).

Suplen­tes: Wass (6). Gamei­ro (3). Ferran (5). Cheryshev (s.p.).

UD Levan­te: Aitor (7). Mira­món (4). Vezo (7). Pos­ti­go (5). Clerc (4). Bardhi (6). Cam­pa­ña (7). Vuk­ce­vic (5). Rochi­na (6). Roger (4). Mora­les (4).

Suplen­tes: Toño (s.p.). Rado­ja (s.p.). Bor­ja (s.p.), Mele­ro (6). Pablo Mar­tí­nez (5).

GOLES: 1–0 Rodri­go (min. 89). 1–1 Mele­ro (penal­ti min. 98).

EXPULSADO Roger (min. 74)

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