La Emba­ja­da de Espa­ña en Cos­ta de Mar­fil, en cola­bo­ra­ción con el Minis­te­rio de Cul­tu­ra y Fran­co­fo­nía de Cos­ta de Mar­fil, ha orga­ni­za­do la expo­si­ción Sui­te Afri­cai­ne del artis­ta espa­ñol Cha­rris, que ten­drá lugar a par­tir del jue­ves 5 de abril en el Museo de las Civi­li­za­cio­nes de Abid­jan, en Cos­ta de Mar­fil.

Como expli­ca el pro­pio autor, “Alain Mabanc­kou, en su libro ‘Le san­glot de l’homme noi’ habla de la cons­truc­ción men­tal de Euro­pa –hecha des­de los tiem­pos colo­nia­les por los con­go­le­ños– como el con­ti­nen­te mis­te­rio­so al otro lado del Atlán­ti­co al que algu­nos toda­vía lla­man Mpu­tu: “Cada niño del con­ti­nen­te negro dibu­ja en el fon­do de sí mis­mo esa tie­rra leja­na en la que cae la nie­ve. Una tie­rra de abun­dan­cia y feli­ci­dad. Y ese sue­ño es pro­ba­ble­men­te la fuen­te de la cie­ga fas­ci­na­ción que empu­ja a los migran­tes afri­ca­nos a las más trá­gi­cas aven­tu­ras”.

A la inver­sa tam­bién todo niño euro­peo se ha crea­do una ima­gen de Áfri­ca basa­da en los libros, los tebeos y las pelí­cu­las, como una tie­rra fas­ci­nan­te de ani­ma­les sal­va­jes, de tri­bus y cul­tu­ras extra­ñas, peli­gro­sa y emo­cio­nan­te, de atar­de­ce­res ana­ran­ja­dos y aven­tu­ras inter­mi­na­bles. Con el tiem­po el niño va com­ple­tan­do esa ima­gen con libros de his­to­ria, noti­cias en los tele­dia­rios, colo­nia­lis­mos, des­igual­da­des, glo­ba­li­za­ción y reali­dad, pero siem­pre que­da esa ima­gen nove­les­ca que se nie­ga a des­apa­re­cer. Los via­jes siem­pre son una invi­ta­ción a la des­ilu­sión, pero tam­bién a des­per­tar a los vie­jos mitos y las his­to­rias ancla­das en el fon­do de la memo­ria”.

“Des­de las mon­ta­ñas cer­ca­nas a la ciu­dad don­de vivo, Car­ta­ge­na, — indi­ca Cha­rris — dicen que, en los días muy cla­ros, pue­de ver­se la cos­ta del nor­te afri­cano, ese con­ti­nen­te enig­má­ti­co al otro lado del mar. Esta sui­te afri­ca­na es un espe­jo en Mpu­tu, una visión que tie­ne algo de real y mucho de ima­gi­na­do, ensam­bla­da con his­to­rias con­ta­das por via­je­ros y artis­tas, embria­ga­dos por la fas­ci­na­ción por las más­ca­ras, las músi­cas y las cul­tu­ras del con­ti­nen­te, por los saquea­do­res de las van­guar­dias his­tó­ri­cas, por las haza­ñas de la afri­ca­ni­dad erran­te”.

“Esta colec­ción de imá­ge­nes son ape­nas las tona­das de amor y admi­ra­ción de un mpu­te­gue­zo, un niño blan­co que se ha dor­mi­do con los cuen­tos negros de Blai­se Cen­drars y que, en sus via­jes, ha escu­cha­do los can­tos de sire­na de Mami Wata”, con­clu­ye.

Ángel Mateo Cha­rris, cono­ci­do como Cha­rris (Car­ta­ge­na, 1962), cuen­ta con obra que se englo­ba en la línea figu­ra­ti­va que se ha dado en lla­mar “neo­me­ta­fí­si­ca” y a la que per­te­ne­cen otros artis­tas de su gene­ra­ción como Gon­za­lo Sicre, Dis Ber­lín y Joel Mes­tre entre otros.

Musée des Civi­li­sa­tions de Côte d’Ivoire
Angle des Bou­le­vards Car­de (Cité Admi­nis­tra­ti­ve) et Abro­goua (État Major des Armées, Camp Gallia­ni), Pla­teau. Abid­jan. Del 5 al 25 de abril de 2018.

 

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