La cantante de soul norteamericana se subirá al escenario de 16 Toneladas el 30 de noviembre (21 h.) y el 1 diciembre (23 h.)

Lo de Nikki Hill no es ni medio normal. No hace ni seis meses que vino a Valencia y llenó. Poer es que en su visita anterior, en 2022 para presentar su último trabajo, Feline roots (2018, autopublicado), dejó un concierto para el recuerdo que se saldó con un más que justificado sold out. Por cierto, eso ya ocurrió con su visita de 2019. Se ve que la ha pillado el rollo a lo de petarla: en esta visita solo tenía previsto un bolo, pero ha vuelto a agotar el papel, y ha sumado otro. Así, este viernes 30 de noviembre (21 h.) y el sábado 1 de diciembre 23 h.) vuelve al lugar del crimen y todo apunta que el que no se dé prisa con las entradas va a pasar la mano por la pared. Los tickets están a 24 euros en la web (anticipada) en taquilla costarán 24.
A estas alturas es complicado intentar recordar cuantas veces ha tocado Hill en el cap i casal —siempre acompañada de su marido, el virtuoso de la guitarra Matt Hill— y siempre ha dejado un gran sabor de boca. Para los que no la conozca y quieren tener una referencia de su talento, llega de la mano de Riff Producciones, la misma productora que gestiona la gira de Joaquín Sabina o Bob Dylan.
Nikki Hill no es una cantante de estudio (solo ha sumado dos referencias a su currículo desde que se dio a conocer con Here’s Nikki Hill, hace ahora una década), pero cuenta con unos directos que son su principal baza. Si se le ha comparado con bandas o músicos tan distintos como ZZ Top, ACDC, Tina Turner, Billie Holiday, Bob Seger, Ray Vaughan, B.B. King o Nina Simone es porque es imposible encajarla en una única etiqueta.
Del soul al heavy
Proveniente de Durham, Carolina del Norte, Nikki Hill disfrutó del R&B, el soul, el pop y el hip hop en casa. Además, cantó gospel en el coro de la iglesia desde la infancia hasta los primeros años de su adolescencia. Pero poco a poco empezó a coquetear con ritmos más rotundos como el rock, el garaje o el heavy, mientras le abría las puertas a nuevas influencias como el blues. En el fondo, todo lo sonara a lo largo del Mississippi e incluyera una guitarra forma parte de su biografía sonora.
Una de las señas de identidad de Hill es su independencia: se ha producido sus tres discos y se ha encargado ella misma de su distribución. No le ha ido nada mal: el éxito de su segundo trabajo, Heavy Hearts Hard Fists (2015) fue el que le abrió las puertas del mercado internacional, comuna gira mundial de más de 30 paradas que incluía plazas tan difíciles de torear como los festivales de Jazz de Montreux, Monterey o el Byron Bay Blues Festival.
Además de su marido, en esta nueva visita a Valencia le acompaña su banda habitual: Laura Chavez (guitarra) —¡ojo con ella que es muy grande—, Nick Gaitan (bajo) y Marty Dodson (batería). Una ocasión de oro para dejarse seducir por ella a ritmo de temas como Get Down, Crawl, Just Can’t Trust You, Can’t Love o Scruttin, seguramente su mayor éxito hasta la fecha.
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