Euro­pa ya ha pues­to las cifras sobre la mesa para hacer fren­te a la cri­sis del coro­na­vi­rus, y espe­cial­men­te a los paí­ses medi­te­rrá­neos, como Espa­ña, más cas­ti­ga­dos. En total, el plan pre­sen­ta­do hoy por la pre­si­den­ta de la Comi­sión Euro­pea, Ursu­la von der Leyen, pre­vé movi­li­zar 750 mil millo­nes de euros, de los cua­les casi 500 mil millo­nes se apor­ta­rán como trans­fe­ren­cias, y en con­se­cuen­cia a fon­do per­di­do.

Espa­ña será uno de los gran­des bene­fi­cia­dos por el pro­gra­ma. Según las esti­ma­cio­nes de la Comi­sión de Euro­pea el país reci­bi­rá 140 mil millo­nes de euros, de ellos unos 77 mil millo­nes bajo la fór­mu­la de trans­fe­ren­cias. Solo Ita­lia reci­bi­rá una inyec­ción eco­nó­mi­ca más impor­tan­te: 172 mil millo­nes, de los que 81 mi millo­nes serán median­te trans­fe­ren­cias.

El esfuer­zo eco­nó­mi­co que rea­li­za­rá Bru­se­las es uno de los más impor­tan­tes de su his­to­ria, aun­que se sitúa por deba­jo de las cifras bara­ja­das ini­cial­men­te. En cual­quier caso, y es lo más des­ta­ca­ble, asu­me los 500 mil millo­nes en trans­fe­ren­cias pac­ta­dos hace unos días por los pre­si­den­tes de Fran­cia y Ale­ma­nia.

Esta deci­sión de des­ti­nar dos ter­cios del mon­tan­te eco­nó­mi­co a ayu­das direc­tas, supo­ne un balón de oxí­geno para los paí­ses más cas­ti­ga­dos sani­ta­ria y eco­nó­mi­ca­men­te por la pan­de­mia, fren­te a la pos­tu­ra intran­si­gen­te de los paí­ses del nor­te lide­ra­dos por Holan­da que exi­gían que el plan de ayu­das fue­ra a tra­vés de cré­di­tos con­di­cio­na­dos. Una opción que hacía pla­near las som­bras de las duras exi­gen­cias de ajus­te que acom­pa­ña­ron las ayu­das en la pasa­da cri­sis de 2008.

Para hacer fren­te a esta par­ti­da, la Comi­sión Euro­pea apues­ta por la fór­mu­la de incre­men­tar tem­po­ral­men­te el techo de gas­to para apro­ve­char la sol­ven­cia cre­di­ti­cia de la comi­sión y el nivel bajo de los tipos de inte­rés para con­se­guir esos 750 mil millo­nes, que se devol­ve­rían a lar­go pla­do, entre 2028 y 2058.

Pero la pues­ta en mar­cha de la ope­ra­ción podría demo­rar­se al menos has­ta enero. Antes la medi­da debe de ser apro­ba­da por los 27 gobier­nos de la Unión Euro­pea y rati­fi­ca­da por sus res­pec­ti­vos par­la­men­tos. Un pro­ce­so que se pre­fi­gu­ra com­pli­ca­do ante las resis­ten­cias de algu­nos paí­ses del nor­te.

En cual­quier caso, Bru­se­las es cons­cien­te que paí­ses como Espa­ña, Ita­lia e inclu­so Fran­cia no pue­de espe­rar tan­to. Por eso, la Comi­sión Euro­pea pre­ten­de como paso pre­vio apro­bar una modi­fi­ca­ción urgen­te de su pre­su­pues­to par poder des­blo­quear unos 11.5oo millo­nes de euros que podrían estar dis­po­ni­bles a par­tir del pró­xi­mo sep­tiem­bre.