Carles Magraner, Músico y fundador de Capella de Ministrers
Carles Magraner, máster en Música en la especialidad de música antigua, lleva más de treinta años al frente de Capella de Ministrers, un grupo que ha desarrollado una importante tarea investigadora y musicológica en favor del patrimonio cultural español, desde el medievo hasta el siglo XIX, que ha quedado recogida en sus más de cincuenta discos.
Más de treinta años de trayectoria y medio centenar de discos. ¿Cuál es su manual de superviviencia?
La fórmula para sobrevivir en el circuito profesional es una mezcla de trabajo, constancia, profesionalidad y excelencia, sin perder nunca la ilusión. Todo es muy fácil al comienzo, porque la novedad se incluye mejor en el entorno. Llegar a los diez años es más complicado, pero, sin duda, permanecer es lo más difícil.
¿Es necesario mirar al pasado para entender el presente?
Para saber dónde estamos es fundamental saber de dónde venimos. Es preciso conocer el pasado para saber qué hicieron las personas que vivieron en estas mismas tierras siglos antes que nosotros. Sin embargo, para entender el pasado no hace falta saber mucho. Soy de los que opina que ante la belleza no hace falta explicación, porque el impacto es lo más importante: una obra tiene que impactar y, a partir de ahí, la curiosidad de cada uno le llevará a conocer más o menos dicha obra. Uno de los grandes defectos de nuestra sociedad es el gran desconocimiento del pasado reciente y del pasado pretérito, sobre todo por parte de la gente joven, hecho que realmente me preocupa.
¿Es por ello que Capella de Ministrers se inclina hacia una línea didáctica?
Es fundamental que al mismo tiempo que entretenemos en nuestros conciertos, generemos una reflexión sobre el pasado, sobre la historia. Al fin y al cabo, la cultura se diferencia del mero entretenimiento en que no sólo entretiene, sino que también se aprende. En un concierto hay una parte hedonista, en la que encuentras placer por el hecho de escuchar música, pero hay otra parte que te genera curiosidad por saber más. De ahí que adjuntemos un texto junto a los discos o incluso, en muchas ocasiones, yo mismo hablo en los conciertos y cuento alguna anécdota. Así pues, hacemos conciertos de música que son puro espectáculo pero en los que hay una gran puerta abierta al saber.
Su último monográfico es un homenaje a Lucrecia Borgia. ¿Por qué han decidido poner el foco en este personaje y, sobre todo, por qué han decidido alejarla de clichés y prejuicios?
La vida de Lucrecia Borgia empezó a novelarse en el siglo XIX como la de una mujer de mala vida, de incestos, crímenes, asesinatos… Esto ha perdurado hasta nuestros días y los historiadores que conocen la verdadera historia de la familia Borgia no ven reflejada la realidad en estas plasmaciones. Era necesario, desde el punto de vista y la modestia con la que un músico puede rendir homenaje a una princesa del Renacimiento como Lucrecia Borgia, recuperar su imagen y mostrar que al final fue una mujer utilizada por el poder. Lucrecia se rodeó de arte, de música y de literatura para sobrevivir a esta vida de uso. Acabó recluyéndose en un monasterio, huyendo de esta vida que le tocó vivir.
¿La sociedad valora la música clásica?
Creo que sí. La música antigua es el gran museo de la música. La música se desvanece en el tiempo y el espacio, por lo que los músicos somos museos vivientes en los que podemos mostrar obras del pasado en directo. Yo agradezco muchísimo que en los conciertos de Capella de Ministrers acuda tanta gente, se contempla mucho interés. Tal vez la gente que no venga sea por desconocimiento, porque mucha gente piensa que se va a aburrir con la música del Renacimiento, pero te garantizo que nunca se ha ido nadie de un concierto, al contrario, la mayoría de personas repiten.
¿Cómo tratan las administraciones públicas a la música?
La tratan con distancia, no existe una implicación por parte de las administraciones públicas locales y nacionales. Sin embargo, si hablamos de Euro- pa sí que hay un gran interés por el patrimonio musical. Yo creo que el deber de los españoles, y de los valencianos en nuestro caso, es darse cuenta de que tenemos un gran patrimonio musical histórico que debería ser un bien. Es la sensibilidad de los políticos la que tiene que llevar a ello.
Actualmente los niños realizan dos sesiones por semana de música. ¿No cree que es formación es escasa?
Hay tantos estudios sobre los beneficios de la educación musical… La formación en la Edad Media se basaba en elQuadrivium (música, aritmé- tica, geometría y astronomía), con que fíjate la importancia que tenía la música para la formación del ser humano. Hoy en día parece que solo se formen tecnócratas. La música te hace más solidario, más comprensivo, es un lenguaje universal. Solamente por esto valdría la pena que nos adentrásemos en ella.
¿Cuál es su proyecto más inmediato?
Además de los proyectos discográficos, conciertos, festivales y viajes que nos ocupan normalmente, recientemente hemos generado la Fundación Cultural CdM, en la que protegemos, difundimos, recuperamos y potenciamos el patrimonio musical y cultural generado entre los siglos XII hasta los inicios del XVIII. Uno de nuestros grandes objetivos es que la fundación consiga un gran peso en la sociedad.
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