Es un hecho que el poké cada vez tie­ne más fie­les segui­do­res, ya que es una comi­da
sana, com­ple­ta (hidra­tos de car­bono, pro­teí­nas y vita­mi­nas) y muy fácil de comer. Al
tra­tar­se de un pla­to “sim­ple” a pri­me­ra vis­ta, el valor más impor­tan­te es la cali­dad de los
pro­duc­tos.

Las ver­du­ras y las fru­tas que usan en Poké Shop van direc­ta­men­te del cam­po a tu pla­to.
Se tra­ta de pro­duc­tos fres­cos y tra­di­cio­na­les que recu­pe­ran el sabor ori­gi­nal de los
ali­men­tos.

El sal­món norue­go, ingre­dien­te prin­ci­pal de muchos de sus pokés, es mani­pu­la­do con
todo el cari­ño que mere­ce un gran pro­duc­to como este. Des­pués de adqui­rir­lo, el equi­po
de Poké Shop lo alma­ce­na en su ultra­con­ge­la­dor en torno a ‑55 gra­dos.