De un anti­guo han­gar de avio­nes del ejér­ci­to del aire y, pos­te­rior­men­te, de una empre­sa de car­to­na­jes, nace este pro­yec­to del empre­sa­rio Valen­tín Sán­chez Arrie­ta, ya cono­ci­do por sus res­tau­ran­tes Al Tun Tun y Valen&cia.

Mer­ka­to es un mer­ca­do gas­tro­nó­mi­co de 1.200 metros cua­dra­dos que cuen­ta con cua­tro
pro­pues­tas de degus­ta­ción de sus pro­duc­tos:

• Ultra­ma­ri­nos, don­de encon­tra­rán embu­ti­dos, jamón de bello­ta, una bue­na selec­ción de que­sos de peque­ño pro­duc­tor sala­zo­nes del más alto nivel, encur­ti­dos de cali­dad y late­río de rece­ta pro­pia, don­de se podría des­ta­car las papas Mer­ka­to con meji­llo­nes en esca­be­che.
• La Lon­ja de Mer­ka­to, una de las mejo­res barras de cru­dos que se pue­den encon­trar en este país, con una amplia selec­ción de pes­ca­dos y maris­cos con los que com­bi­nar los cator­ce tipos de mari­na­dos inter­na­cio­na­les dife­ren­tes, y mari­dar­los con los mejo­res cóc­te­les per­so­na­li­za­dos.
• Pane­la y Aga­ve, obra­dor con pro­duc­to case­ro y pro­pues­ta salu­da­ble como, por ejem­plo, boles recon­for­tan­tes, licua­dos, hue­vos Bene­dict o el sánd­wich de pas­tra­mi
  case­ro.
• Koci­na y al Kar­bon, don­de es posi­ble degus­tar esas car­nes de vaca vie­ja madu­ra­da y los pes­ca­dos de lon­ja a la bra­sa vas­ca, los increí­bles arro­ces tan­to secos como melo­sos, y una sucu­len­ta selec­ción de pla­tos ela­bo­ra­dos con los que des­per­tar todos los sen­ti­dos.

Com­ple­men­tan­do estas pro­pues­tas gas­tro­nó­mi­cas es posi­ble tomar­se un cóc­tel tra­di­cio­nal (como el espec­ta­cu­lar Bloody Mary) o un diges­ti­vo, con más de cua­ren­ta gine­bras y sie­te tóni­cas dife­ren­tes, en su zona Loun­ge.

Asi­mis­mo, dis­po­ne de un Klan­des­tino, un come­dor pri­va­do VIP con capa­ci­dad para 18 comen­sa­les que sor­pren­de­rá a todos por su dis­po­si­ción y carác­ter.

Este avión está pilo­ta­do por los chefs Andreu Her­nán­dez y Héc­tor Gon­zá­lez. Como coman­dan­te de tri­pu­la­ción, el cono­ci­do Juan Car­los Marín, apa­sio­na­do de la vie­ja escue­la, que recu­pe­ra los valo­res y tra­di­cio­nes de este sec­tor.