Tras tres meses de ausen­cia obli­ga­da por el Esta­do de Alar­ma vuel­ve la edi­ción en papel de Valen­cia City con un espe­cial de 148 pági­nas en torno al verano. Un espe­cial que inclu­ye las sec­cio­nes habi­tua­les de la revis­ta, la city gui­de gra­tui­ta líder en el mer­ca­do valen­ciano, así como impor­tan­tes nove­da­des.

Así, por ejem­plo, la revis­ta publi­ca un amplio repor­ta­je infor­ma­ti­vo bajo el títu­lo “Sol & Pla­ya… y mucho más”, don­de se infor­ma deta­lla­da­men­te sobre cer­ca de un cen­te­nar de pro­duc­tos turís­ti­cos alter­na­ti­vos, des­de paseos en bar­co o cir­cui­tos hípi­cos, a visi­tas a bode­gas, cer­ve­ce­ras o expe­di­cio­nes de mon­ta­ña y sen­de­ris­mo. Una com­ple­ta guía para lle­var a cabo un verano dife­ren­te que, en muchos aspec­tos, recu­pe­ra sen­sa­cio­nes de otras épo­cas, cuan­do se via­ja­ba menos y nos reen­con­trá­ba­mos con lo más cer­cano, las pobla­cio­nes y la natu­ra­le­za que tenía­mos a dos pasos de casa.

Un verano este de la post­pan­de­mia que será como los de antes, a menos de una o dos horas en coche de nues­tra resi­den­cia habi­tual, recu­pe­ran­do visi­tas a ciu­da­des monu­men­ta­les, como Sagun­to, una loca­li­dad con una ofer­ta varia­dí­si­ma de his­to­ria y cul­tu­ra con su fes­ti­val de verano, así como con nume­ro­sas pla­yas y un impor­tan­te patri­mo­nio indus­trial a res­ca­tar. La Mar­jal dels Moros o el barrio judío, uno de los mejor con­ser­va­dos de Espa­ña, son otras de las joyas a des­cu­brir en la capi­tal sagun­ti­na de legen­da­rias his­to­rias roma­nas.

Pero para pla­yas las de Culle­ra, la otra gran ciu­dad a la que dedi­ca su selec­ción de ser­vi­cios Valen­cia City. Culle­ra ha sido his­tó­ri­ca­men­te la ciu­dad vaca­cio­nal de todas las comar­cas del inte­rior valen­ciano, de la Ribe­ras a la Cos­te­ra, la sali­da natu­ral ha sido siem­pre a las gran­des y tran­qui­las pla­yas jun­to a la desem­bo­ca­du­ra del Júcar, don­de ade­más exis­te una gran ofer­ta hote­le­ra y de res­tau­ra­ción gra­cias a su lon­ja de pes­ca­do y a la exis­ten­cia de algu­nos gran­des res­tau­ran­tes. En la anti­gua Sucro nos espe­ran, sin embar­go, otras sor­pre­sas, como la subi­da al Cal­va­rio y al Cas­ti­llo, con la cue­va del pira­ta Dra­gut como gran y sor­pren­den­te atrac­ti­vo.