El almuer­zo valen­ciano no tie­ne répli­ca en nin­gu­na otra auto­no­mía espa­ño­la. Sin embar­go, repre­sen­ta a la per­fec­ción la esen­cia de la die­ta medi­te­rrá­nea, con pro­duc­tos como las oli­vas, la sal­mo­rra o el emble­má­ti­co cacau del colla­ret. Pero eso es sólo para abrir boca, lue­go vie­ne un fes­tín inter­mi­na­ble de pro­pues­tas arrai­ga­das en el terri­to­rio, que aca­ban con el café y que sue­le ir acom­pa­ña­do de cer­ve­za. Todo un ritual que Ams­tel qui­so poner en valor en 2015 con una serie de ini­cia­ti­vas que incluían los “Pre­mis Cacau d’Or”, unos galar­do­nes con los que reco­no­cer a los mejo­res almuer­zos de la Comu­ni­dad Valen­cia­na.

 

Siem­pre hemos apo­ya­do a la gas­tro­no­mía y hos­te­le­ría valen­cia­nas por­que es lo natu­ral para Ams­tel, somos la úni­ca cer­ve­za de mar­ca que se ela­bo­ra en la Comu­ni­tat y esta­mos pre­sen­tes en unos 26.000 pun­tos de dis­tri­bu­ción. Esa pene­tra­ción nos ha per­mi­ti­do ser par­tí­ci­pes del fenó­meno del almuer­zo valen­ciano”, ha apun­ta­do Ale­jan­dro Rodrí­guez, res­pon­sa­ble de Rela­cio­nes Ins­ti­tu­cio­na­les de HEINEKEN Espa­ña en Levan­te, en la entre­ga de la ter­ce­ra edi­ción de estos galar­do­nes. “Pre­ci­sa­men­te, ser cons­cien­tes de que apor­ta un momen­to de con­su­mo extra a los hos­te­le­ros y de que conec­ta a los valen­cia­nos con su tra­di­ción culi­na­ria nos lle­vó a arran­car un movi­mien­to de reco­no­ci­mien­to del Esmor­za­ret que sigue vivo”, ha seña­la­do Rodrí­guez, agra­de­cien­do el tra­ba­jo que en este sen­ti­do ha rea­li­za­do la Comu­ni­dad #Cul­tu­ra­De­lAl­muer­zo, lide­ra­da por el crí­ti­co y agi­ta­dor gas­tro­nó­mi­co Paco Alon­so.

Un movi­mien­to que ha logra­do reca­bar el apo­yo ins­ti­tu­cio­nal, plas­ma­do en la par­ti­ci­pa­ción del Pre­si­dent de les Corts, Enric More­ra, y del Con­ce­jal de Comer­cio del Ayto de Valen­cia, Car­los Galia­na, en la gala de entre­ga de la III edi­ción de los “Pre­mis Cacau d’Or” cele­bra­da en el Veles e Vents, polo de for­ma­ción e inno­va­ción gas­tro­nó­mi­ca.

El even­to ha con­ta­do con la pre­sen­cia de des­ta­ca­dos repre­sen­tan­tes de la hos­te­le­ría valen­cia­na, que han podi­do dis­fru­tar del show­room “L’esmorzaret, àni­ma de la die­ta medi­te­rrà­nia”. Todo un home­na­je a esta tra­di­ción don­de los asis­ten­tes han podi­do catar sus pro­duc­tos gas­tro­nó­mi­cos estre­lla, como las acei­tu­nas de Ver­dú o el “Cacau del Colla­ret” de Toni Mon­to­liu. Tam­bién han par­ti­ci­pa­do con sus ela­bo­ra­cio­nes el Gre­mi de For­ners de Valèn­cia, el acei­te de oli­va vir­gen extra del Pro­jec­te Dià­nia (Benia­rrés), la Aso­cia­ción Gas­tro­nó­mi­ca de L’Al­cú­dia, las tra­di­cio­na­les “Coques De La Safor” de Pepe Cotai­na (Oli­va) y el res­tau­ran­te La Mar Salà, jun­to a fir­mas como Jamo­nes Cas­tro y Gon­zá­lez, de Gui­jue­lo (Sala­man­ca); Que­sos Hoya de la Igle­sia, de Reque­na; y las ostras de la Comu­ni­dad Valen­cia­na. Ade­más, el maes­tro hela­de­ro Pepe Tor­mo de la Vall D’Uixó, ha pre­sen­ta­do un nue­vo hela­do ela­bo­ra­do con Ams­tel Oro.

Pre­mis Cacau d’Or 2017 

Des­de que en noviem­bre de 2016 se entre­ga­ron los galar­do­nes de la segun­da edi­ción de los “Pre­mis Cacau d’Or”, los miem­bros de la Comu­ni­dad vir­tual #LaCul­tu­ra­De­lAl­muer­zo, han visi­ta­do cien­tos de loca­les en toda la Comu­ni­tat a la bús­que­da de gran­des repre­sen­tan­tes de esta tra­di­ción gas­tro­nó­mi­ca, a veces de mane­ra inde­pen­dien­te, otras en excur­sio­nes y visi­tas gru­pa­les. Unos meses de inves­ti­ga­ción sobre el terreno en los que han ido emi­tien­do sus cali­fi­ca­cio­nes y que han ser­vi­do para esco­ger a los gana­do­res de la ter­ce­ra edi­ción de estos galar­do­nes.

Un pal­ma­rés en el que han que­ri­do reco­no­cer la tra­di­ción pero tam­bién el mes­ti­za­je, cómo otras cul­tu­ras gas­tro­nó­mi­cas se inte­gran en el almuer­zo típi­co valen­ciano. Es el caso de Mar­vi, todo un refe­ren­te en Valèn­cia para los aman­tes de la coci­na galle­ga que, no obs­tan­te, ha sabi­do adap­tar­se per­fec­ta­men­te al esmor­za­ret, inclu­yen­do su espe­cia­li­dad, el “Pul­po a fei­ra”, el lacón o las pata­tas galle­gas entre el menú y ofre­cien­do como alter­na­ti­va al tra­di­cio­nal cre­maet una espec­ta­cu­lar “Quei­ma­da con con­xu­ro”.

El segun­do reco­no­ci­mien­to es para Casa Cent Duros, de ambien­te y sabor genui­na­men­te valen­cia­nos. Con rece­tas tra­di­cio­na­les y abun­dan­tes, su pro­pues­ta cuen­ta con el atrac­ti­vo extra de un local situa­do en ple­na huer­ta de Bor­bo­tó. Esto le per­mi­te ofre­cer un entorno que trans­por­ta a los comen­sa­les a otra épo­ca y que les ayu­da a esta­ble­cer una cone­xión direc­ta con los orí­ge­nes de esta tra­di­ción culi­na­ria, el esmor­za­ret que prac­ti­ca­ban los tra­ba­ja­do­res del cam­po para repo­ner fuer­zas en las duras maña­nas de tra­ba­jo.

Por últi­mo, los Pre­mis Cacau d’Or 2017 han via­ja­do a L’Almàssera para reco­no­cer en Les Ten­des — ubi­ca­do en una de las anti­guas tien­das de las que toma su nom­bre este bar-res­­tau­­ra­n­­te y el pecu­liar barrio en que se asien­ta — el res­pe­to a la tra­di­ción. El local com­ple­ta afo­ro los fines de sema­na con una ofer­ta humil­de, a pre­cios popu­la­res y que sigue rigu­ro­sa­men­te los pasos del ritual del almuer­zo valen­ciano. Tapas típi­cas de esga­rraet, les telli­nes, clotxi­nes y cara­co­les se ofre­cen como acom­pa­ña­mien­to de boca­di­llos de Blanc i negre, Llo­me­llo amb faves o Almus­sa­fes, entre otras pro­pues­tas, mari­da­das con cer­ve­za.

Estos tres res­tau­ra­do­res se suman a los reco­no­ci­dos en 2015, Rau­sell (Valèn­cia), Ca Pere (Nules), La Pas­cua­la (Valèn­cia), La Pér­go­la (Valèn­cia) y Bar Polí­gono (Dénia), así como en 2016, El tro­ci­to del medio (Valèn­cia), Bar Kios­ko (Valèn­cia) y La Mar Salá (Culle­ra).

En su ter­ce­ra edi­ción, los galar­do­nes crea­dos por Ams­tel siguen apos­tan­do por demos­trar que la gas­tro­no­mía es mucho más que la inno­va­ción de la alta coci­na, encon­tran­do en los ingre­dien­tes y entor­nos autóc­to­nos, en las pre­pa­ra­cio­nes popu­la­res y tra­di­cio­na­les, así como en la inte­gra­ción de dife­ren­tes cul­tu­ras culi­na­rias, gran par­te de su fuer­za. Un ejem­plo es el esmor­za­ret que cada día prac­ti­can miles y miles de valen­cia­nos, y que el año que vie­ne vol­ve­rá a con­tar con los Pre­mis Cacau d’Or para reco­no­cer a sus mejo­res repre­sen­tan­tes.

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