Como cada año en Bioparc Valencia, cuando bajan las temperaturas, se ponen en marcha protocolos para garantizar el bienestar animal de las diferentes especies que habitan el parque. La predicción del tiempo auguraba unos días gélidos tras un invierno anormalmente cálido. Así, al igual que en verano cuando aprieta el calor se realizan refrescantes delicias de vegetales y fruta y helados, en invierno para combatir el frío la “cocina de animales” del parque se afana en la preparación de caldos de verduras o infusiones calientes pautados, en función de cada especie, por los responsables del equipo técnico.
Por otra parte, como las temperaturas mínimas llegan cuando los animales están en sus recintos interiores, para mantener el ambiente adecuado, estos espacios cuentan con sistemas de calefacción, también distintos según la especie. Por ejemplo, los primates o animales que suelen tumbarse en el suelo, disponen de hilo radiante que ofrece un calor muy agradable donde crean su “camita”; por contra, para especies con recintos muy grandes se utilizan radiadores o cañones de aire; también las lámparas de calor son imprescindibles para los más delicados como insectos o reptiles.
Aunque en Valencia las temperaturas durante el día raramente son bajas, en las zonas exteriores se colocaron estratégicamente rocas y placas de hormigón con dispositivos que las calientan. En cualquier caso, para determinados animales, especialmente los grandes primates, el control de su bienestar establece que el acceso al recinto interior permanece abierto para que sean ellos los que decidan cuándo salir y entrar.
Fotos de arriba a abajo: Cocodrilo en agua calefactada / Los cuidadores dan caldos calientes a los gorilas / En la cocina se preparan diferentes caldos calientes.
Como cada año en Bioparc Valencia, cuando bajan las temperaturas, se ponen en marcha protocolos para garantizar el bienestar animal de las diferentes especies que habitan el parque. La predicción del tiempo auguraba unos días gélidos tras un invierno anormalmente cálido. Así, al igual que en verano cuando aprieta el calor se realizan refrescantes delicias de vegetales y fruta y helados, en invierno para combatir el frío la “cocina de animales” del parque se afana en la preparación de caldos de verduras o infusiones calientes pautados, en función de cada especie, por los responsables del equipo técnico.
Por otra parte, como las temperaturas mínimas llegan cuando los animales están en sus recintos interiores, para mantener el ambiente adecuado, estos espacios cuentan con sistemas de calefacción, también distintos según la especie. Por ejemplo, los primates o animales que suelen tumbarse en el suelo, disponen de hilo radiante que ofrece un calor muy agradable donde crean su “camita”; por contra, para especies con recintos muy grandes se utilizan radiadores o cañones de aire; también las lámparas de calor son imprescindibles para los más delicados como insectos o reptiles.
Aunque en Valencia las temperaturas durante el día raramente son bajas, en las zonas exteriores se colocaron estratégicamente rocas y placas de hormigón con dispositivos que las calientan. En cualquier caso, para determinados animales, especialmente los grandes primates, el control de su bienestar establece que el acceso al recinto interior permanece abierto para que sean ellos los que decidan cuándo salir y entrar.
Fotos de arriba a abajo: Cocodrilo en agua calefactada / Los cuidadores dan caldos calientes a los gorilas / En la cocina se preparan diferentes caldos calientes.
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