Hiroshima Nagasaki

Hiroshi­ma Naga­sa­ki

Esta sátira sobre el fin del mundo podrá verse en la Sala Ruzafa hasta el próximo 5 de febrero

Yolan­da Muñoz, Rafa Alar­cón y Jeró­ni­mo Cor­ne­lles, en una esce­na.

A veces las casua­li­da­des pare­cen un jue­go del des­tino. En febre­ro de 2011 toda­vía esta­ba fina­li­zan­do la cons­truc­ción de Sala Rus­sa­fa, pero el equi­po del cen­tro cul­tu­ral qui­so tes­tar las ins­ta­la­cio­nes del tea­tro y patio de buta­cas con lo que lla­ma­ron «Pre­tem­po­ra­da en obras». Por pri­me­ra vez, se levan­tó el telón con el estreno abso­lu­to de De Hiroshi­ma y Naga­sa­ki, una sáti­ra polí­ti­ca que, capri­chos del calen­da­rio, vino a calen­tar el ambien­te pre­elec­to­ral de unos comi­cios don­de la izquier­da, al fren­te del gobierno nacio­nal, se enfren­ta­ba a una posi­ble pér­di­da de man­da­to.

Del 26 de enero al 5 de febre­ro de 2023, doce años más tar­de, el rees­treno de este mon­ta­je se pro­du­ce en el mis­mo espa­cio que lo vio nacer. Y coin­ci­de, casual­men­te, con un nue­vo perio­do pre­elec­to­ral de idén­ti­cas cir­cuns­tan­cias. Pero el espec­ta­dor no vol­ve­rá a ver el mis­mo espec­tácu­lo. 

Che­ma Car­de­ña y Jeró­ni­mo Cor­ne­lles, coau­to­res de esta come­dia des­pia­da­da, han adap­ta­do las múl­ti­ples refe­ren­cias a la actua­li­dad y otros deta­lles para traer al 2023 esta far­sa sobre la tras­tien­da de la polí­ti­ca. «Por ejem­plo, el final es dife­ren­te. Y hemos teni­do que cam­biar muchas bro­mas que se hacían los per­so­na­jes por­que hay temas que, social­men­te, ya no se tra­tan de la mis­ma mane­ra», comen­ta Car­de­ña.

«La socie­dad ha avan­za­do muchí­si­mo en cómo refe­rir­se a una mujer, su papel social o la diver­si­dad de orien­ta­ción e iden­ti­dad sexual, entre otras cosas. Y eso es una gran­dí­si­ma noti­cia. Lo que ya no sé si es tan bueno es que aho­ra tene­mos la piel mucho más fina. Los pro­pios artis­tas nos pen­sa­mos mil veces qué vamos a decir y cómo, para no ofen­der a nadie cuan­do la come­dia, el humor, siem­pre ha sido más espon­tá­neo», aña­de Cor­ne­lles.

De Hiroshi­ma y Naga­sa­ki tras­cu­rre un 6 de agos­to, fecha en la que se lan­zó la pri­me­ra bom­ba ató­mi­ca. Los ase­so­res de los pre­si­den­tes de dos polí­ti­cos enfren­ta­dos, uno en la opo­si­ción y otro en el gobierno, espe­ran a que ter­mi­ne una reu­nión deci­si­va. Les obser­va una alta fun­cio­na­ria que optó por el empleo públi­co tras un fugaz y decep­cio­nan­te paso por la polí­ti­ca.

Los tres se cono­cie­ron mien­tras estu­dia­ban Cien­cias Polí­ti­cas y com­par­ten un pasa­do en común que sal­ta al pre­sen­te en una jor­na­da fre­né­ti­ca, en la que los gran­des temas socia­les pare­cen aliar­se para hacer sal­tar por los aires la actua­li­dad, ponien­do a prue­ba los ner­vios y las con­cien­cias.

Gags físi­cos y un cons­tan­te inter­cam­bio de diá­lo­gos lle­nos de rea­lis­mo y mala­le­che com­po­nen el engra­na­je de esta come­dia rápi­da y cer­te­ra, que ases­ta un direc­to tras otro a los entor­nos don­de se coci­nan las gran­des deci­sio­nes, dan­do pro­ta­go­nis­mo a ase­so­res y altos fun­cio­na­rios, agen­tes de la tras­tien­da polí­ti­ca que sue­len que­dar en la som­bra. El esce­na­rio se trans­for­ma en un ring don­de la tras­tien­da de la polí­ti­ca reci­be por la izquier­da y la dere­cha, dejan­do nue­vo espa­cio a las for­ma­cio­nes que en la últi­ma déca­da han veni­do a rom­per el bipar­ti­dis­mo (que no los blo­ques ideo­ló­gi­cos).

El resul­ta­do es un com­ba­te que ali­men­ta la car­ca­ja­da y per­mi­te, en pala­bras de los coau­to­res de la obra, que por pri­me­ra vez sea el públi­co quien se ría de los polí­ti­cos, y no al con­tra­rio.

Ambos recuer­dan que hace 12 años el espec­tácu­lo que aho­ra rees­tre­nan sufrió cen­su­ra y fue obje­to de reti­cen­cias a la hora de ser pro­gra­ma­do en deter­mi­na­dos espa­cios y muni­ci­pios. «Enton­ces no había mucha crí­ti­ca polí­ti­ca en la fic­ción y menos des­de la come­dia. Ni los polí­ti­cos ni el séqui­to que les rodea esta­ban acos­tum­bra­dos a ver­se en un espe­jo que refle­ja­ba sus acti­tu­des más paté­ti­cas. Aho­ra ya se han hecho libros como Los asque­ro­sos o series como Vota Juan, así que espe­ra­mos que estén más acos­tum­bra­dos y pue­dan enca­jar mejor la sáti­ra», seña­la Cor­ne­lles.

Mien­tras que Car­de­ña remar­ca que la obra no es una paro­dia de nadie ni de nin­gún suce­so en con­cre­to: «a lo lar­go de los años, por nues­tra pro­fe­sión, hemos teni­do con­tac­to con entor­nos de poder, hemos ido vien­do cosas, cono­cien­do qué está detrás de las noti­cias… y eso es lo que hemos que­ri­do recrear en esta obra».

Che­ma Car­de­ña diri­ge la pues­ta en esce­na de De Hiroshi­ma y Naga­sa­ki en la que repi­ten Jeró­ni­mo Cor­ne­lles y Rafa Alar­cón en el elen­co, incor­po­ran­do aho­ra a Yolan­da Muñoz en sus­ti­tu­ción de Jés­si­ca Bel­da.

La for­ma­ción valen­cia­na Alarcón&Cornelles pro­du­ce esta pie­za que se inclu­ye en el XII Cicle de com­pan­yies valen­cia­nes de Sala Rus­sa­fa y que per­ma­ne­ce­rá en car­tel dos sema­nas, des­de el pró­xi­mo jue­ves has­ta el domin­go 5 de febre­ro, recor­dan­do a los espec­ta­do­res el poder que otor­ga un voto e invi­tán­do­les a no creer todo lo que va a copar la actua­li­dad infor­ma­ti­va en los pró­xi­mos meses de cam­pa­ñas elec­to­ra­les.

Una esce­na de «De aquí y de allá».

«De aquí y de allá»

Las tra­di­cio­nes ora­les han ido con­for­man­do un cuer­po de cuen­tos para niños de dis­tin­tos pun­tos del pla­ne­ta que demues­tran que, aun­que las cul­tu­ras y los entor­nos sean dife­ren­tes, los peque­ños de cual­quier lati­tud tie­nen mucho en común. La com­pa­ñía ara­go­ne­sa Tea­tro Che y Moche regre­san a Sala Rus­sa­fa el 28 y 29 de enero para estre­nar en la Comu­ni­tat De acá y de allá, una diver­ti­da pro­pues­ta que reco­ge narra­cio­nes popu­la­res de dife­ren­tes paí­ses.

Sus pro­ta­go­nis­tas son Petu­nia y Obdu­lia, dos her­ma­nas aven­tu­re­ras que reco­rren el mun­do. En cada lugar don­de plan­tan su cam­pa­men­to, los niños son los pri­me­ros en acer­car­se, y ellas dis­fru­tan con­tán­do­les his­to­rias de los luga­res que han visi­ta­do.

Des­de Fin­lan­dia les traen El saa­me boba­li­cón, la his­to­ria de un padre que ten­drá que apren­der a defen­der a su hija. Mien­tras que Gul­na­ra la gue­rre­ra, es un cuen­to sobre una extra­or­di­na­ria ama­zo­na y un sobe­rano mon­gol. Y en la sel­va bra­si­le­ña vive el niño que por las noches oye un mis­te­rio­so sil­bi­do en El mons­truo sil­ba­dor.

Raquel Ana­dón y Gema Cruz inter­pre­tan esta pie­za con dra­ma­tur­gia de Miguel A. Ortiz y Marian Pueo, quien tam­bién diri­ge el espec­tácu­lo. Un via­je inter­cul­tu­ral a tra­vés de his­to­rias que acer­ca­rán a los peque­ños algu­nas aven­tu­ras vivi­das en entor­nos con creen­cias, pai­sa­jes y modos de vivir dife­ren­tes, pero que demues­tran que los sue­ños, pro­yec­tos y temo­res de quie­nes los habi­tan son los mis­mos.

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