La ban­da de Portland, lide­ra­da por Amy Boo­ne y Willy Vlau­tin, actúa en Loco Club el jue­ves 7 de sep­tiem­bre.

The Deli­nes, en una recien­te con­cier­to.

Fun­da­da en Portland (Ore­gón) en 2012, The Deli­nes es una ban­da de country de sabor clá­si­co lide­ra­da por la can­tan­te Amy Boo­ne, el gui­ta­rris­ta y can­tan­te Willy Vlau­tin, el bate­ris­ta Sean Oldham, la teclis­ta Jenny Con­lee y el gui­ta­rris­ta de pedal steel Tuc­ker Jack­son. El com­bo se subirá el pró­xi­mo jue­ves 7 de sep­tiem­bre el esce­na­rio del Loco Club. Las entra­das (18 anti­ci­pa­da, 22 en taqui­lla) ya están a la ven­ta para este con­cier­to que comen­za­rá a las 21 horas. The sea drift es un albúm abso­lu­ta­men­te redon­do, pau­sa­do, con temas como Kid Codei­ne, Drow­ning in Plain Sight y Past the Sha­dows y más pró­xi­mo al soul que al country.

Su visi­ta ser­vi­rá para defen­der su recién edi­ta­do The Sea Drift. Para más de uno la cita ser­vi­rá para com­pro­bar la evo­lu­ción de la for­ma­ción, que ya toreo en esa mis­ma pla­za en 2015, con moti­vo de la pre­sen­ta­ción de su pri­mer dis­co, Col­fax. El resul­ta­do fue un tra­ba­jo en la onda de Kacey Mus­gra­ves, Mar­go Pri­ce, Tyler Chil­ders o Stur­gill Sim­pson pero con per­so­na­li­dad pro­pia.

The sea drift es un albúm abso­lu­ta­men­te redon­do, pau­sa­do, con temas como Kid Codei­ne, Drow­ning in Plain Sight y Past the Sha­dows, pero con un soni­do mucho más pró­xi­mo al soul que al country.

La his­to­ria de la ban­da es la de una casua­li­dad. Boo­ne fue con­tra­ta­da para los coros en la gira en la ante­rior ban­da de Willy Vlau­tin (Rich­mond Fon­tai­ne), duran­te la gira de pre­sen­ta­ción de su dis­co Post to Wire (2003), ya que su her­ma­na Kelly —que puso su voz en el dis­co— no esta­ba dis­po­ni­ble. El fle­cha­zo musi­cal fue ins­tan­tá­neo, pero pasó una déca­da has­ta que el gui­ta­rris­ta deci­dió fun­dar The Deli­nes, gru­po que gira alre­de­dor de la evo­ca­do­ra voz, vul­ne­ra­ble y can­sa­da, Boo­ne.

Cra­cias a la com­pli­ci­dad con el vete­rano pro­duc­tor John Askew, el gru­po con­si­guió sacar su pri­mer tra­ba­jo has­ta Col­fax (2014). Su par­ti­cu­lar com­bi­na­ción de country, blues y soul se tra­du­jo en un éxi­to inme­dia­to de públi­co y crí­ti­ca, lo que les abrió las puer­tas para seguir apos­tan­do por ellos. Fru­to de ese esfuer­zo —recom­pen­sa­do por giras en EEUU y Euro­pa— fue­ron sus siguien­tes dis­cos: Impe­rial (2019) y The sea Drift (2022) y han teni­do la mis­ma aco­gi­da. El tiem­po trans­cu­rri­do entre el segun­do y ter­cer se jus­ti­fi­ca por el gra­ve acci­den­te de trá­fi­co sufri­do por Amy Boo­ne.

Country soul

La ban­da, cono­ci­da por sus letras oscu­ras y evo­ca­do­ras, que a menu­do tra­tan temas de pér­di­da, arre­pen­ti­mien­to y reden­ción, ha sido des­crit­ca como country soul y ame­ri­ca­na noir. Esto se debe, en par­te, al esti­lo de Vlau­tin quien, ade­más, es un reco­no­ci­do escri­tor al que la crí­ti­ca ha com­pa­ra­do con John Stein­beck, Ray­mond Car­ver, Barry Gif­ford o Sam She­pard. De sus seis títu­los —has­ta la fecha— en Espa­ña solo ha vis­to a luz la últi­ma, La noche siem­pre lle­ga (publi­ca­da el pasa­do mayo por Seix Barral).

Una de las cla­ves de esta for­ma­ción es la soli­dez de sus miem­bros: Con­lee for­ma par­te de la ban­da de indie rock Decem­brists, mien­tras que Jack­son mili­tó en The Minus 5, ban­da de cul­to favo­ri­ta de country alter­na­ti­vo. Por otra par­te, cabe seña­lar que el reco­no­ci­mien­to de The Deli­nes, más allá de la esfe­ra del country, se debe a que algu­nos de sus temas han sido selec­cio­na­dos para serie de tan­to éxi­to como The Lef­to­vers (en con­cre­to The Only Thing Worth Figh­ting For y The Road).

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