La obra, incluida en el XIII Ciclo de Compañías Nacionales de Sala Russafa, podrá verse del 5 al 8 de octubre

Ame­lia David duran­te la actua­ción.

Del cómic al esce­na­rio, Sala Rus­sa­fa estre­na esta sema­na en la Comu­ni­tat Valen­cia­na Medea a la deri­va, den­tro de su Ciclo de Com­pa­ñías Nacio­na­les. Des­de Extre­ma­du­ra y de la mano de Mal­tra­vie­so Tea­tro, lle­ga esta pro­pues­ta que tras­la­da al len­gua­je escé­ni­co la nove­la grá­fi­ca crea­da por Fer­mín Solís y basa­da en el per­so­na­je de la mito­lo­gía grie­ga que, en la Gre­cia Clá­si­ca, Eurí­pi­des ya había lle­va­do al tea­tro.

Encar­na­ción del mal más abso­lu­to, este per­so­na­je atra­jo al dibu­jan­te, quien aca­ba­ba de expe­ri­men­tar el paso al cine de su cómic Buñuel en el labe­rin­to de las tor­tu­gas (Pre­mio Goya y Pre­mio del Cine Euro­peo a la Mejor Pelí­cu­la de Ani­ma­ción, entre otras nomi­na­cio­nes y galar­do­nes) y resul­tó todo un éxi­to. Así que, antes de la publi­ca­ción de su nue­vo libro, con­tac­tó con la for­ma­ción extre­me­ña Mal­tra­vie­so para pro­po­ner­les trans­for­mar en un espec­tácu­lo esta his­to­ria que esta­ba a pun­to de lle­gar a las libre­rías.

«Nos cono­cía­mos por­que la esce­na cul­tu­ral de Cáce­res es peque­ña. Ya había hecho alguno de los car­te­les de sus espec­tácu­los y seguía su tra­yec­to­ria tea­tral, que me pare­ce muy intere­san­te. Así que pen­sé en ellos para la aven­tu­ra de pasar Medea a la deri­va al esce­na­rio», expli­ca Solís, muy intere­sa­do en este tipo de tras­va­ses por­que le per­mi­ten acce­der a otros públi­cos.

«El mun­do del cómic tie­ne un alcan­ce muy limi­ta­do. Y siem­pre pien­sas que, cuan­ta más gen­te pue­da cono­cer la his­to­ria en la que tan­to has tra­ba­ja­do, mejor. Inclu­so si es a tra­vés de otros for­ma­tos por­que al final todos tie­nen vasos comu­ni­can­tes», comen­ta el dibu­jan­te. En Mal­tra­vie­so reci­bie­ron con entu­sias­mo el pro­yec­to. 

«Todo el tex­to que escri­bió Fer­mín para el cómic está en la obra tea­tral, yo le he dado con­tex­to en la figu­ra de Medea para situar al espec­ta­dor. Y he crea­do tres monó­lo­gos don­de se van entre­la­zan­do las pala­bras del libro con las nue­vas, escri­tas para el mon­ta­je tea­tral», expli­ca Isi­dro Timón, coau­tor del tex­to y direc­tor de la obra, quien reco­no­ce que los lími­tes a la hora de crear para un escri­tor y dibu­jan­te están en su ima­gi­na­ción.

«Pero en el tea­tro tene­mos que uti­li­zar recur­sos más sen­ci­llos y ajus­tar­nos a un pre­su­pues­to, a unas con­di­cio­nes que faci­li­ten las giras… No obs­tan­te, creo que hemos con­se­gui­do tras­la­dar a las tablas el uni­ver­so esté­ti­co y la his­to­ria que creó Fer­mín, apor­tan­do nue­vas lec­tu­ras», comen­ta Timón.

En 2019 arran­có la pro­duc­ción y, tras la publi­ca­ción de la nove­la grá­fi­ca, el siguien­te paso era el estreno tea­tral, pre­vis­to para mayo de 2020. Pero un virus puso al mun­do cua­ren­te­na y el mon­ta­je tuvo que espe­rar tiem­pos mejo­res. Por fin, del 5 al 8 de octu­brela pie­za hace para­da en Valen­cia den­tro de una gira espa­ño­la en la que ya ha visi­ta­do diver­sas ciu­da­des de Extre­ma­du­ra, Can­ta­bria, Ciu­dad Real y San­tan­der, ade­más de cru­zar la fron­te­ra para exhi­bir­se en Por­tu­gal y estar pre­vis­to su sal­to a Argen­ti­na, siem­pre con muy bue­na aco­gi­da del públi­co.

Una esce­na de «Nerea a la deri­va».

Una mujer y un mundo a la deriva

Sobre el esce­na­rio, una pan­ta­lla repro­du­ce los fon­dos de 150 de las viñe­tas del cómic. Pero Medea está en car­ne y hue­so. La actriz Ame­lia David da vida a uno de los per­so­na­jes más con­tro­ver­ti­dos de la mito­lo­gía grie­ga. «Es una mujer que ha hecho enor­mes sacri­fi­cios por amor, ha trai­cio­na­do inclu­so a su fami­lia, ha roba­do… y, de repen­te, se ve aban­do­na­da por otra más joven. Esto des­en­ca­de­na unos deseos de ven­gan­za por los que se des­tru­ye tam­bién a sí mis­ma», expli­can des­de la com­pa­ñía extre­me­ña.

Según la mito­lo­gía, la prin­ce­sa maga retra­ta­da por Eurí­pi­des en su famo­sa obra de tea­tro fue espo­sa de Jasón y mató a sus hijos por des­amor. Un cri­men que la ha lle­va­do a huir aco­sa­da por dio­ses y huma­nos, refu­gián­do­se a la deri­va en un blo­que de hie­lo que men­gua cada día y don­de enve­je­ce sin reme­dio. Pero su mayor angus­tia es que, al ser inmor­tal, sabe que está con­de­na­da a vivir has­ta el fin de los tiem­pos, sopor­tan­do la ira divi­na y huma­na sin poder ni siquie­ra aco­ger­se a la opción de aca­bar con su pro­pia exis­ten­cia.

«La con­de­na más gran­de de Medea es la sole­dad, la repu­dia social. Ella podría seguir vivien­do con lo que ha hecho, pero no si está ais­la­da del mun­do. Zeus pre­ten­de hacer­le pen­sar con su cas­ti­go para que se arre­pien­ta, pero ella no está dis­pues­ta a que la obli­guen a pedir per­dón. Es una per­so­na mala y, como espec­ta­do­res, ten­de­mos a inten­tar enten­der­la, inclu­so per­do­nar­la, por­que su tra­ge­dia es dura. Se des­pier­ta la empa­tía huma­na. Pero tam­bién la con­cien­cia por­que el mal que ella ha hecho es mucho mayor», expli­ca el direc­tor de la obra, quien recuer­da cómo la vio­len­cia vica­ria sigue sien­do noti­cia y ponien­do los pelos de pun­ta hoy día, demos­tran­do la cone­xión que man­tie­nen los clá­si­cos con la socie­dad actual.   

Recuer­dos y pesa­di­llas sobre el pasa­do de Medea van tru­fan­do este espec­tácu­lo uni­per­so­nal, en el que la actriz apa­re­ce carac­te­ri­za­da como Solís dibu­jó al per­so­na­je en el cómic. La ilu­mi­na­ción, el espa­cio sono­ro, la pro­yec­ción de fon­dos de las viñe­tas con­si­guen enca­jar per­fec­ta­men­te el ambien­te, la esté­ti­ca de la his­to­ria con­ta­da en el cómic. Y le aña­den una nue­va lec­tu­ra.

En el espec­tácu­lo, se habla de la sole­dad y de la ven­gan­za, «pero tam­bién caben lec­tu­ras sobre la situa­ción de la mujer y el eda­dis­mo, el amor mal enten­di­do o la exclu­sión social. Los espec­ta­do­res se sobre­co­gen, hay un silen­cio muy elo­cuen­te al aca­bar la fun­ción por­que invi­ta a pen­sar en noso­tros mis­mos, en si somos bue­nos o malos… Pero tam­bién en si lo es el mun­do y en si noso­tros lo somos con él», comen­tan des­de la com­pa­ñía.

Tra­zos, pala­bras, inter­pre­ta­ción, esce­no­gra­fía, luz y ambien­ta­ción sono­ra, todo suma en este espec­tácu­lo que her­ma­na len­gua­jes artís­ti­cos de dis­ci­pli­nas tan dis­tin­tas como el cómic y el tea­tro, demos­tran­do que una bue­na his­to­ria bien con­ta­da es capaz de conec­tar con el públi­co en cual­quier for­ma­to.

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