Hace años que se aca­bó (o, al menos, eso cree­mos) aque­llo de rega­lar el 19 de mar­zo una colo­nia o una cor­ba­ta.

 

Tex­to: David Blay

En un mun­do don­de cada vez más se apre­cia la gas­tro­no­mía, y don­de des­de la gene­ra­ción del «Baby Boom» has­ta la más recien­te Z se uni­fi­ca el gus­to por el dis­fru­te culi­na­rio, encon­trar luga­res comu­nes pue­de con­ver­tir­se en el mejor de los pre­sen­tes.

La tipo­lo­gía pro­ge­ni­to­ra es alta­men­te diver­sa. Y, por lo tan­to, sus gus­tos tam­bién. Pero si algo tie­ne Valen­cia de un tiem­po a esta par­te es una amplia varie­dad de pro­pues­tas, que harán que­dar bien a cual­quier per­so­na inde­pen­dien­te­men­te de la idio­sin­cra­sia fami­liar.

Des­de lo clá­si­co a lo con­tem­po­rá­neo, pasan­do por algo moderno para poder sor­pren­der, la ciu­dad alber­ga nume­ro­sas opcio­nes en zonas diver­sas.

  • Asa­dor La Vid: un clá­si­co, tan­to en su deco­ra­ción como en el tra­to al comen­sal, con más de 20 años de tra­yec­to­ria. Mon­ta­di­to de steak tar­tar, ber­be­re­chos a la bra­sa, un baca­lao que se las­ca al tocar­lo y car­nes de muy buen nivel. Para quie­nes ado­ran pro­duc­to y ser­vi­cio por enci­ma de todo.
  • Manaw Nik­kei Bar: jun­to al Pala­cio del Mar­qués de Dos Aguas, ofre­ce un com­bi­na­do de tra­di­ción japo­ne­sa y perua­na en una sala amplia. Cóc­te­les de autor, cevi­ches, wag­yu y algu­nos de los mejo­res nigi­ris de la ciu­dad. Para via­je­ros habi­tua­les o aman­tes de la fusión.
  • Xan­glot: casi escon­di­do detrás de la Pla­za de la Rei­na, ofre­ce varios menús degus­ta­ción basa­dos en pro­duc­tos de pro­xi­mi­dad, siem­pre cul­mi­na­dos por arro­ces poco comu­nes como el de cres­ta de gallo. Colo­res blan­cos y sala tran­qui­la para una con­ver­sa­ción repo­sa­da.

  • Va de Bo: uno de los sitios idó­neos para comer cuan­do el Valen­cia jue­ga en Mes­ta­lla por la tar­de. Des­ta­can los arro­ces y fideuàs, con com­ple­men­tos como gam­bas de Denia y hue­vos fri­tos. Idó­neo para aman­tes de la coci­na local con un pun­to trans­gre­sor.
  • Bouet: la elec­ción para los más atre­vi­dos. Muy cer­cano a Ruza­fa, con un local amplio y ven­ta­na­les altos, se lle­na de luz a medio­día para ofre­cer algu­nos de los mejo­res curry de la ciu­dad.

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