Cuando Andrés Pereda aterrizó en Valencia en 2012 para proponer en Komori una fusión entre la gastronomía japonesa y la mediterránea, la ciudad apenas disfrutaba de opciones orientales de nivel. Casi, en paralelo con lo que ocurría en aquel momento con restaurantes puros de producto, en una época en la que también comenzó a destacar en la urbe su hoy socio con Q’Tomas.
Hoy, sin embargo, a los Tastem y Momiji (banderas de aquella era) se unen Kibo, Haku, Saiki, Nozomi, Kawori, Kamon, Hocho, Hotaru y Kaido. Y, en el apartado de locales basados en carnes y pescados, Yarza, Bressol, Askua, Gran Azul, Tavella o Flama colideran la propuesta que Jose Tomás se trajo desde su experiencia en Denia.
Lee el reportaje completo de David Blay en el Almanaque Gastronómico CV
Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia