www.corvamarfotograf.com — 0034 637927212 — [email protected][email protected]

Cerro de los Moli­nos

No, tran­qui­los, no repe­ti­mos des­tino, recuer­do que ya cono­ci­mos los moli­nos de Cam­pos de Crip­ta­na, y que no pode­mos salir de Valen­cia.

Aun­que no lo creas, no nos hemos movi­do de la pro­vin­cia de Valen­cia, nos hemos ale­ja­do mucho has­ta el lími­te con Cas­te­llón y hoy cono­ce­re­mos Alcu­blas.

Vis­ta de Alcu­blas des­de carre­te­ra CV 245

Está situa­do a 774m  sobre el nivel del mar, en el Par­que Natu­ral de la Sie­rra Cal­de­ro­na.

Hoy cono­ce­re­mos un poco de su rico patri­mo­nio cul­tu­ral. Por la carre­te­ra CV339 toda­vía en la demar­ca­ción de Lli­ria, lo pri­me­ro que encon­tra­mos a mano izquier­da son unas rui­nas arqueo­ló­gi­cas de un pobla­do ibé­ri­co, lamen­ta­ble­men­te solo pue­des ver la valla que lo cir­cun­da, pero el pai­sa­je que lo rodea bien mere­ce la pena que te deten­gas y lo reco­rras. Tie­nes la suer­te que, en el vídeo que hoy acom­pa­ña a nues­tro via­je, pue­des ver las imá­ge­nes que gra­ba­mos con el dron. 

Cas­te­llet de Ber­na­bé

El Cas­te­llet de Ber­na­bè estu­vo habi­ta­do entre los s V a.C. y el III a.C.  por los ibe­ros. Gra­cias a los tra­ba­jos arqueo­ló­gi­cos que se rea­li­zan en él des­de 1978, se sabe que, en épo­ca roma­na, en el trans­cur­so de una cruen­ta bata­lla, toda la pobla­ción pere­ció por cau­sa de un incen­dio intra­mu­ros. Ello ha faci­li­ta­do que se encuen­tren nume­ro­sas pie­zas de cerá­mi­ca, metá­li­cas y tes­ti­mo­nios de escri­tu­ra ibe­ra.

Hay varias rutas que pue­des rea­li­zar a pie que, o bien pasan por el Cas­te­llet de Ber­na­bé o par­ten de él. 

Entorno de Cas­te­llet de Ber­na­bé

Con­ti­nua­mos nues­tro reco­rri­do y lle­ga­mos a nues­tro des­tino: la pobla­ción de Alcu­blas. La pri­me­ra cons­tan­cia de esta pobla­ción la tene­mos en una Real Cédu­la del rey Jai­me I en el 1257, pero debi­do a su topó­ni­mo de al-qibia se pien­sa que per­te­ne­cía a la tai­fa de Alpuen­te sien­do su ori­gen musul­mán. Aun­que este nom­bre tie­ne dos sig­ni­fi­ca­dos, medio­día o ayun­ta­mien­to de gen­tes, se toma este últi­mo como váli­do o ade­cua­do indi­ca que era una agru­pa­ción de varios case­ríos.

Alcu­blas

Den­tro del núcleo urbano des­ta­ca la igle­sia parro­quial de San Anto­nio Abad. Es un edi­fi­cio de una sola nave de mam­pos­te­ría con cúpu­la octo­go­nal recu­bier­ta de teja azul esmal­ta­da tan habi­tual en la comu­ni­dad, pero no por ello menos her­mo­sa.

Igle­sia San Anto­nio Abad

La fuen­te de San Agus­tín, acom­pa­ña­da del cha­riz (abre­va­de­ro) y el lava­de­ro, han sufri­do diver­sas modi­fi­ca­cio­nes a lo lar­go de sus casi 200 años de his­to­ria. En la actua­li­dad lo que más lla­ma la aten­ción de ella  son las mar­cas en el már­mol con for­ma redon­da y pro­fun­da, se deben al des­gas­te de años y años de apo­yar los cán­ta­ros y boti­jos para reco­ger el agua.

Fuen­te de San Agus­tín

Reco­rre tran­qui­la­men­te la pobla­ción, lle­ga has­ta el depó­si­to de agua, la pren­sa para el acei­te, o la Pla­za de los Olmos. No olvi­des ver la facha­da de la Casa del Bay­le es fácil­men­te iden­ti­fi­ca­ble por encon­trar­se fren­te a la igle­sia y ser su puer­ta  el arco ori­gi­nal del edi­fi­cio del s XVI.

Cúpu­la de la igle­sia San Anto­nio Abad

¿Ya has reco­rri­do Alcu­blas?, pues con­ti­nue­mos hacia los moli­nos. Pero antes de lle­gar a ellos hare­mos tres­pa­ra­das para seguir cono­cien­do su patri­mo­nio cul­tu­ral.

Vis­ta del Cerro de los moli­nos des­de la Pla­za San Agus­tín

En pri­mer lugar nos encon­tra­mos con una neve­ra o ven­tis­que­ro. Aun­que su esta­do no es de los mejo­res, no deja de ser intere­san­te el poder cono­cer­lo y recor­dar su utilización.El mayor esplen­dor de este sec­tor comer­cial fue en el s XVIII, lle­gan­do a coexis­tir nue­ve ven­tis­que­ros. La acti­vi­dad se podía rea­li­zar median­te un acuer­do con el Admi­nis­tra­dor Gene­ral del Abas­to de la Nie­ve de la ciu­dad de Valen­cia, esta­ble­cien­do el impor­te del pago del Impues­to de la Fillo­la. La nie­ve era con­ver­ti­da en hie­lo, median­te un pro­ce­so sim­ple pero labo­rio­so, se debía aca­rrear la nie­ve has­ta el ven­tis­que­ro, don­de se la aplas­ta­ba median­te tablas de made­ra y se la sepa­ra­ba con capas de paja. Lue­go se cor­ta­ba en blo­ques y, duran­te la noche se tras­por­ta­ba hacia los pun­tos de ven­ta. 

Ven­tis­que­ro o Neve­ra 

Nues­tra segun­da para­da es una de las doce reser­vas de fau­na sil­ves­tre que hay en Alcu­blas; se las deno­mi­nan nava­jos y no son solo peque­ños hábi­tats acuá­ti­cos de gran valor para los anfi­bios, sino que son impres­cin­di­bles para diver­sos ani­ma­les que se acer­can a beber en él y para dis­tin­tas plan­tas como pinos y jun­cos. Noso­tros tuvi­mos la opor­tu­ni­dad de ver cómo las golon­dri­nas se acer­ca­ban a beber en ella. 

Nava­jo

La últi­ma para­da pue­des rea­li­zar­la en el Llano de la Bal­sa don­de encon­tra­rás un  cam­po de avia­ción de la Gue­rra Civil. Jun­to con los aeró­dro­mos de Villar del Arzo­bis­po y Lli­ria, for­ma­ban el trián­gu­lo de acción en la lucha para defen­der Ara­gón. Comen­zó a fun­cio­nar en enero de 1938.  

Cerro de los Moli­nos

Hemos lle­ga­do a nues­tro des­tino. Sobre el deno­mi­na­do Cerro de los Moli­nos encon­tra­mos  dos moli­nos hari­ne­ros del siglo XVII y los res­tos de la que fue la casa del moli­ne­ro. Gra­cias a la docu­men­ta­ción que se encuen­tra en el Archi­vo Muni­ci­pal de Alcu­blas, se sabe que has­ta el 1890 estu­vie­ron en fun­cio­na­mien­to. En esta ima­gen pue­des ver el esta­do en el que se encon­tra­ban en 1960. Han sufri­do varios inten­tos de recu­pe­ra­ción, pero por fin, en este 2020, se fina­li­zó una inter­ven­ción acor­de a los mate­ria­les y usos ori­gi­na­les de su cons­truc­ción. 

Foto de http://molinosdealcublas.blogspot.com/ cedi­da por Agus­tín Por­ter

A dife­ren­cia de los moli­nos de la Man­cha, están rea­li­za­dos con mam­pos­te­ría con cubier­ta cóni­ca pro­ba­ble­men­te rea­li­za­da en made­ra. Su inte­rior esta­ba divi­di­do en tres plan­tas y se encon­tra­ban las pie­dras de moler: la sole­ra y la volan­de­ra, así como la tol­va, la cana­le­ta y el marrano, que era como se desig­na­ban a las vigas que sos­te­nían la maqui­na­ria de la plan­ta supe­rior. Alcan­zan los 12 metros de altu­ra y los 7 metros de diá­me­tro. Y  en su base, los muros lle­gan a tener 2 metros de gro­sor. Sus aspas, que son de made­ra, miden 8 x 2 metros.

Ima­gen con dron del Cerro de los Moli­nos

Pue­des dar un paseo por sus  alre­de­do­res y dis­fru­tar del mag­ní­fi­co pai­sa­je pleno de pinos, carras­cas, reta­mas o man­za­ni­lla mien­tras bajas has­ta el puen­te de la Ram­bli­lla, ¿sabes?, se cons­tru­yó con las pie­dras de la torre de la igle­sia que, en 1947, se derrum­bó por que le cayó un rayo. 

Subi­da al cerro de los Moli­nos

Antes de irte no dejes de admi­rar el impre­sio­nan­te pai­sa­je que te ofre­cen los 903  metros de alti­tud del cerro. Sus cam­pos con ban­ca­les de almen­dros y oli­vos me recuer­dan las col­chas de patch­work, don­de cada cam­po es un retal de esta inmen­sa y cui­da­da col­cha. 

Pai­sa­je de Alcu­blas y Casa del Moli­ne­ro

Para fina­li­zar el reco­rri­do pue­des ir hacia la pobla­ción de Saca­ñet y cono­cer la cale­ra de la “Cue­va de la Roza”. Está cons­trui­da con téc­ni­ca de pie­dra en seco y arga­ma­sa en su inte­rior. ¿Cono­ces cómo se obtie­ne la cal? Para obte­ner la cal se debe dejar duran­te tres días a altas tem­pe­ra­tu­ras (cer­ca de 1000 gra­dos) la pie­dra cali­za. Antes de su ven­ta se la debe dejar enfriar duran­te dos días.

Cale­ra de la Roza

A su lado se encuen­tra la Cue­va de la Roza, su ampli­tud (25 metros de pro­fun­di­dad con 10 metros de ancho) per­mi­tía a los pas­to­res uti­li­zar­la como res­guar­do tan­to para ellos como para el gana­do, inclu­so que­dan los res­tos de un altar dedi­ca­do a la Vir­gen de la Cue­va San­ta. Des­de el incen­dio de 2012 da cobi­jo a ani­ma­les sal­va­jes de la zona. En este incen­dio se que­ma­ron 23.000 hec­tá­reas entre varios muni­ci­pios como los de Higue­rue­las, La Yesa, Casi­nos entre otros. 

Cue­va de la Roza

Es real­men­te impac­tan­te ver el ver­de de los almen­dros jun­to a los arbus­tos que­ma­dos que comien­zan a rena­cer lle­nan­do nue­va­men­te de vida el mon­te que­ma­do.

Almen­dro con arbus­tos que­ma­dos

Recuer­do del incen­dio de 2012

Para aca­bar nues­tro reco­rri­do a tan solo tres kiló­me­tros de Saca­ñet, encon­tra­rás trin­che­ras rea­li­za­das por el ejér­ci­to repu­bli­cano en la Gue­rra Civil, se las cono­ce como Línea de la Sabu­que­ra o Línea Inter­me­dia, per­te­ne­cían a la reta­guar­dia.

Señal en la Roza

No dejes de ver los yaci­mien­tos de la edad de bron­ce que se encuen­tran en La Cum­bre o el pobla­do ibe­ro de El Corral de Capa y las Case­tas, que verás dise­mi­na­das por todo el mon­te, las uti­li­za­ban los pas­to­res y agri­cul­to­res  para pro­te­ger­se de las incle­men­cias del tiem­po. 

Case­ta de la Roza

¿Te ha  sor­pren­di­do Alcu­blas y su patri­mo­nio?, has­ta el pró­xi­mo 28 de junio pue­des ampliar tus cono­ci­mien­tos sobre esta pobla­ción ya, que en el Cen­tro Cul­tu­ral la Bene­fi­cen­cia, hay una expo­si­ción sobre su indu­men­ta­ria.

Atar­de­cer en Alcu­blas

Les dejo el reco­rri­do y la dis­tan­cia que hemos rea­li­za­do noso­tros.

Nos vemos en nues­tro pró­xi­mo des­tino.

Fotos, Dron, Vídeo: Cor­va­mar

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia