Gru­po de inves­ti­ga­do­ras.

El estudio es el paso preliminar hacia la traslación clínica con la finalidad de mejorar el diagnóstico de aquellas pacientes con tumor uterino

El Ins­ti­tu­to de Inves­ti­ga­ción Sani­ta­ria INCLIVA, del Hos­pi­tal Clí­ni­co de Valèn­cia, ha impul­sa­do un estu­dio para desa­rro­llar un mode­lo pre­dic­ti­vo de diag­nós­ti­co dife­ren­cial tem­prano de mio­mas y mio­sar­co­mas ute­ri­nos, con el fin de evi­tar el ries­go de difu­sión ocul­ta en caso de malig­ni­dad

Los mio­mas, o fibro­mas ute­ri­nos, son los tumo­res benig­nos sóli­dos más habi­tua­les de la mujer. Gene­ral­men­te no son peli­gro­sos, pero pue­den cau­sar dolor, san­gra­do abun­dan­te y pro­ble­mas de fer­ti­li­dad o en el emba­ra­zo. Los mio­sar­co­mas ute­ri­nos son un tipo de cán­cer gine­co­ló­gi­co, de esca­sa inci­den­cia, que tam­bién se pue­de desa­rro­llar ocul­to den­tro del mio­ma o coin­ci­dien­do con él.

Los mio­mas y los mio­sar­co­mas se con­si­de­ran tumo­res bio­ló­gi­ca­men­te no rela­cio­na­dos, pero com­par­ten carac­te­rís­ti­cas que pue­den com­pli­car su diag­nós­ti­co con las prue­bas y fac­to­res clí­ni­cos exis­ten­tes en la actua­li­dad ‑pro­ce­di­mien­tos inva­si­vos que gene­ran un gran estrés para las pacien­tes y cos­tes adi­cio­na­les para el sis­te­ma nacio­nal de salud- para cla­si­fi­car­los como benig­nos o malig­nos. El obje­ti­vo de este estu­dio es el aná­li­sis mole­cu­lar dife­ren­cial del teji­do tumo­ral en mio­mas y mio­sar­co­mas, así como de la san­gre peri­fé­ri­ca de pacien­tes que van a ser ope­ra­das por un tumor ute­rino.

Gru­po de inves­ti­ga­do­ras.

El estu­dio, que cuen­ta con una finan­cia­ción de 99.825 euros del Ins­ti­tu­to de Salud Car­los III, se está desa­rro­llan­do bajo la direc­ción de la doc­to­ra Ayma­ra Mas Peru­cho, inves­ti­ga­do­ra Miguel Ser­vet en INCLIVA, del Gru­po de Inves­ti­ga­ción en Medi­ci­na Repro­duc­ti­va lide­ra­do por Car­los Simón. En él inter­vie­nen, ade­más, Pau­la Pun­zón Jimé­nez y Alba Macha­do López, estu­dian­tes pre­doc­to­ra­les, y Mar­ta Gál­­vez-Vie­d­­ma, téc­ni­co de labo­ra­to­rio, inte­gran­tes del mis­mo gru­po de inves­ti­ga­ción.

La doc­to­ra Mas des­ta­ca que «el desa­rro­llo de méto­dos diag­nós­ti­cos pre­ci­sos y no-inva­­si­­vos es una prio­ri­dad en áreas como la gine­co­lo­gía y la onco­lo­gía» y aña­de que, si se con­si­guen los obje­ti­vos pre­vis­tos, «en un futu­ro, se podrían uti­li­zar dichos resul­ta­dos para desa­rro­llar nue­vos méto­dos de diag­nós­ti­co mole­cu­lar más com­ple­tos, más reso­lu­ti­vos y cómo­dos tan­to para las pacien­tes, como para los pro­fe­sio­na­les sani­ta­rios, pudien­do gene­rar solu­cio­nes para las nece­si­da­des a las que se enfren­tan los gine­có­lo­gos ante dicha pato­lo­gía». Este pro­yec­to repre­sen­ta el paso pre­li­mi­nar hacia la tras­la­ción clí­ni­ca con la fina­li­dad de mejo­rar el diag­nós­ti­co de aque­llas pacien­tes con sos­pe­cha de tumor mio­me­trial y evi­tar el ries­go de difu­sión ocul­ta en el caso de malig­ni­dad.

El estu­dio –bio­mé­di­co, pros­pec­ti­vo y multicéntrico‑, que se ini­ció en enero de 2021 y fina­li­za­rá en diciem­bre de 2023, se encuen­tra en el ecua­dor de su desa­rro­llo. Gra­cias a las téc­ni­cas de secuen­cia­ción masi­va, se está ana­li­zan­do todo el mate­rial gené­ti­co del tumor para detec­tar alte­ra­cio­nes gené­ti­cas y cro­mo­só­mi­cas que podrían estar rela­cio­na­das con el pro­ce­so de evo­lu­ción.

Para alcan­zar este nue­vo reto cien­tí­fi­co, se cuen­ta con la par­ti­ci­pa­ción de 21 hos­pi­ta­les y cen­tros médi­cos nacio­na­les, para reclu­tar a 600 par­ti­ci­pan­tes con sos­pe­cha de tumor ute­rino que pro­por­cio­na­rán mues­tras de san­gre peri­fé­ri­ca para su pos­te­rior aná­li­sis.

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