Save the Children advierte que es importante no ocultarles la realidad, sino explicársela con un lenguaje adaptado a su edad.
Save the Children lleva desde el inicio de la crisis de la dana en Valencia observando muy de cerca el impacto en los niños y niñas. Según la organización, la infancia es uno de los colectivos más vulnerables a nivel psicológico, con distintas sintomatologías. “Estamos viendo mutismo, pesadillas recurrentes, miedo a fenómenos atmosféricos o efectos mucho más inmediatos como niños y niñas que no quieren salir a la calle o no quieren hablar de la situación”, apunta Verónica Collado, psicóloga de Save the Children desde Valencia.
Desde la organización advierten que es importante no ocultarles la realidad a los niños y niñas, sino explicársela con un lenguaje adaptado a su edad y no sobreinformarles. “Si en casa tenemos dos niños, por ejemplo, un adolescente de 14 años, que tiene preguntas mucho más específicas, podemos apartarle, llevarle a su habitación y darle todas las respuestas que necesite. En cambio, si tenemos a su hermano que tiene seis años, no es necesario que escuche esta información”, ejemplifica Collado.
Además, desde la organización se recomienda a las familias controlar el acceso a noticias ya que las imágenes e información repetitiva pueden aumentar la ansiedad. Otra de las recomendaciones es intentar ofrecer a los niños y niñas una visión más positiva de la catástrofe, centrada en la solidaridad y en lo que se está haciendo para solucionar la situación.
Observar a los niños y niñas por parte de los familiares es muy importante. “Se tiende a pensar que cuando un niño o una niña no verbaliza sintomatiza menos, pero en realidad es todo lo contrario. Implica que no tiene los recursos a nivel cerebral y tampoco puede comunicar o expresar. Por ese motivo, es muy importante observar, dar espacio y escuchar”, detalla Collado.
El colegio, pieza clave en la salud mental
Los niños y niñas necesitan espacios de expresión, adaptados a su nivel evolutivo. En este sentido, los colegios, más allá de ser lugares de aprendizaje, son espacios en los que los niños y niñas pueden compartir sus inquietudes. “Algunos niños y niñas están adoptando roles de adultos, cogiendo funciones que no les corresponden para su edad. Lo que necesitan es volver al colegio, a sus rutinas, ver que siguen teniendo apoyo en clase. Tienen un espacio donde pueden confiar información que en su casa les da miedo sacar, no por terror a los padres, sino porque no quieren preocupar”, explica la psicóloga.
Save the Children ha preparado una guía que aporta pautas claras y breves para el acompañamiento por parte de los familiares ante el impacto de los niños, niñas y adolescentes por una situación de crisis o catástrofes naturales.
Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia