Nos habéis preguntado si es útil ponerse dos mascarillas quirúrgicas a la vez y en direcciones opuestas para evitar en mayor medida los contagios. A día de hoy no hay evidencias científicas que respalden esta idea. Os contamos lo que sabemos al respecto.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) recomienda usar mascarillas para frenar la propagación del coronavirus. Como ya os hemos explicado, es muy importante tomar precauciones y ponérsela de forma correcta.
En los últimos días se han difundido en redes sociales diferentes trucos para reforzar la protección de las mascarillas. En algunas de estas publicaciones se afirma que utilizar dos mascarillas quirúrgicas a la vez protege y en direcciones opuestas protege mejor al portador
Reduce la eficacia de las mascarillas
Fernando Usera, del Servicio de Bioseguridad del Centro Nacional de Biotecnología no está de acuerdo con que de esta manera se consiga una mayor protección. Según cuenta a Maldita.es, de esta forma no se asegura un cierre adecuado entorno a la zona buconasal del portador de la mascarilla.
La farmacéutica y divulgadora Marián García explica a Maldita.es que“andar con experimentos lo único que puede hacer, en el mejor de los casos, es que nos quedemos igual pero no va a mejorar su eficacia”. También aclara cada parte de la mascarilla tiene una utilidad diferente. La interna está diseñada para poder absorber la humedad que se genera con el aliento. La capa externa, que generalmente es azul, tiene un material “repelente” o impermeable para proteger contra salpicaduras.
“Por lo tanto, si nos ponemos una en cada dirección estamos usando los materiales para el sentido contrario para el que están diseñados”, afirma. Es decir, si no se pone la capa azul para afuera “se pierde la función impermeable”.
¿Y si las ponemos las dos en el sentido correcto?
A raíz de esta consulta, alguien podría preguntarse si utilizando dos mascarillas quirúrgicas, pero ambas en el sentido correcto, podríamos aumentar su eficacia.
“Las mascarillas quirúrgicas ya filtran el 95%. Añadir otra mascarilla delante no ofrece ventajas significativas, es menos sostenible y supone un malgasto de material dentro del contexto de escasez en el que nos encontramos. Además, puede hacer que el ajuste final de la mascarilla sea peor ya que no están pensadas para ponerse una sobre otra”, responde García.
Un caso excepcional: una mascarilla quirúrgica sobre una FFP2 para evitar salpicaduras
Sin embargo, señala un caso excepcional en el que podría servir ponerse dos mascarillas: “Lo que sí puede ser útil es poner una mascarilla quirúrgica sobre la FFP2 para evitar así las salpicaduras sobre ella”. Esta medida, que según explica se está llevando a cabo en algunas unidades de cuidados intensivos, sirve para poder utilizar durante más tiempo la mascarilla FFP2, especialmente cuando hay falta de material en los centros.
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