«En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…» No hace falta que continúe, todos sabéis reconocer este frase y ya sabréis qué lugares conoceremos hoy: Campos de Criptana, Toboso y Mota del Cuervo. Son un pequeño, pero importante, pedacito en Castilla-La Mancha.
Por cercanía a Valencia, comenzaremos nuestra escapada por Mota del Cuervo. En esta pequeña población se encuentra el balcón de la Mancha. Desde su serranía podrás disfrutar de sus 7 molinos acompañados de esculturas alusivas al Quijote, y una vista panorámica de la planicie y población de Mota del Cuervo.
A muy poca distancia se encuentra la famosa población de Toboso. En ella podrás no solo visitar el Museo Cervantino, el Museo del Humor Gráfico Dulcinea, sino también el Museo convento de Trinitarias con estilo herreriano y con patios e iglesia barroca, es destacable su colección de pinturas e imaginería del siglo XVII.
Visitar la Casa Museo de Dulcinea te permitirá, en primer lugar, conocer más sobre la figura de Dulcinea, ¿quién fue?, ¿existió? Y, a través de los enseres domésticos, ajuar y utensilios del campo, conocer la forma de vida del siglo XV.
Otras actividades que podrás realizar en Toboso son sus rutas:
- Nocturna: donde recorrerás sus casas blancas.
- Patrimonial: te llevará desde el monasterio de las Trinitarias hasta la casa de Dulcinea. Conocerás diversas casas de importancia como la Casa de los Mergelinas.
- De los Pozos: Se recorren los 8 pozos que eran utilizados para abastecer a la ciudad o como abrevadero para los animales entre los s. XVI y XVII.
- Literaria: Caminarás por las calles según las descripciones que figuran en el capítulo nueve de la segunda parte de El Quijote.
Aquí tienes el mapa que te indicará el recorrido:
En Campo de Criptana y, más concretamente, en la Sierra de los Molinos, podrás sentir cómo Don Quijote vivió la batalla que mantuvo contra los gigantes.
Aunque en la cima de la sierra hay 10 molinos, solo tres de ellos son de la época de Cervantes, el Sardinero, Burleta y el Infantado, ¿Cuál de los tres gigantes crees que venció a nuestro ingenioso hidalgo?
Si tienes la oportunidad de disfrutar de la caída del sol, vivirás una experiencia única, es un momento hermoso e irrepetible, en el que el peso de la historia y de las vivencias de la Sierra de los Molinos se materializan.
Un dato curioso, uno de los molinos alberga un museo sobre Sara Montiel, es un homenaje a su paisana.
Junto a los molinos se encuentra el Barrio de Albaicín, no dejes de recorrer sus calles de casas típicas manchegas pintadas en blanco y añil con tejados de teja árabe.
Es interesante entrar en una casa cueva, conocerla por dentro y, desde ahí, llegar hasta el Cerro de la Paz.
Realmente, de esta pequeña zona podría comentar muchísimas cosas más, pero los datos imprescindibles que debes conocer sobre los molinos son los siguientes.
Cada molino tiene su propio nombre y en toda la zona están construidos con mampostería, su planta es tipo torre circular con pequeñas ventanas que permiten conocer la orientación del viento y así saber hacia dónde dirigirlos para poder realizar la molienda.
Cada población tiene unos días y horarios de visita. Infórmate antes de desplazarte y, si es posible, asiste a la «vestida» de las aspas y así conocerás todo el proceso de moler el grano.
Por último, no dejes de probar las migas con uvas, son excelente por la zona.
Les dejo el recorrido y la distancia que hemos realizado nosotros.
Nos vemos en nuestro próximo destino.
Fotos: Corvamar
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