Dénia recuerda y rinde homenaje al especialista en caídas que se convirtió en el actor más popular de España como “Algarrobo”
La última vez que vi a Álvaro de Luna con vida fue en el Mercat del Riurau de Jesús Pobre. De eso han pasado casi cuatro años, hasta reencontrarme con la persona y con el personaje. El Algarrobo recordado y añorado en una tierra donde las algarrobas van a más porque se pagan mejor que los cítricos y crecen con más libertad y menos cuidados. El Centro Social de Dénia se vistió de homenaje al actor que proclamaba que “siempre se sintió joven en Dénia”. La presencia del president Ximo Puig contribuyó al llenazo.
Arrancó con la música del cantautor Luis Pastor, que cantó “lo que la familia me ha pedido que cante”. No podía faltar el verso dedicado expresamente a quien, tras estudiar medicina, empezó su carrera artística como especialista cayendo del caballo o de donde fuese, a veces cobrando a tanto el metro de caída, recordó desde la pantalla Manuel Vicent. Álvaro de Luna, antes de enamorarse de Dénia, antes de comenzar su carrera como intérprete de cine y televisión dobló escenas difíciles de estrellas como Tony Curtis, Kirk Douglas o Anthony Quinn.
Después de las dos primeras canciones de Pastor llegaron las imágenes proyectadas sobre un escenario al que habían trasladado la moto scooter con la que Álvaro de Luna se desplazada por Dénia. El vídeo que se han trabajado el periodista Toni Reig y Romu Soler recoge testimonios del propio Álvaro de Luna y de sus amigos Manuel Vicent, los directores Alfonso Ungría y Manolo Matji, el deportista Juan Antonio Corbalán, el actor Manuel Cerviño o los juristas Fernando Ledesma y Javier Moscoso. Afloraron los recuerdos, como su pasión por Fernando Fernán Gómez o su participación en el rodaje del El hijo del capitán Blood, en Dénia, en 1962, que coincidió con una de esas gotas frías que asolan la Marina de cuando en cuando. El propio Álvaro aparece en pantalla para asegurar que el agua alcanzaba casi un metro en la parte baja del paseo del Marqués del Campo, y cómo aquella experiencia inició la historia de amor del actor con Dénia, a la que todos, también el presidente Puig y su viuda, Carmen, se refirieron.
Vicent, en pantalla, y Corbalán, en vivo y en directo, coincidieron en que este hombre “fuerte, pacífico y tolerante” se convirtió en el personaje más popular de España tras el éxito de Curro Jiménez, una serie de bandoleros creada por el dramaturgo uruguayo Antonio Larreta y el actor Sancho Gracia, que había pasado varios años en el país americano. Una serie de “bandoleros justos y bondadosos” que arrasó en los años inmediatamente posteriores a la muerte de Franco. Manuel Vicent recordó a madres que entraban con sus hijos al Café Gijón simplemente para que El Algarrobo, Álvaro de Luna, les tocase la cabeza. No cuenta si alguna también le pidió la bendición.
Corbalán calificó a De Luna como un socialdemócrata puro, ”defensor de causas nobles”, un famoso en tierras de Dénia que era respetado “y que contribuía a esparcir el bienestar que da el Montgó. Se recordó la amistad sin límites, hasta la muerte, que mantuvo con los actores Manuel Alexandre o Sancho Gracia. Alfonso Ungría comparó la tertulia del Helios, o en Marqués de Campo, con “un equipo al que Álvaro daba buen rollo”, aunque siempre necesitases expresar su opinión y, puede que por eso mismo, no le gustase cenar con más de ocho personas.
Salió a relucir un proyecto para llevar a la pantalla, interpretado por Álvaro de Luna, la vida de Al-Azraq, el caudillo nacido en la Vall d’Alcalà cuyas revueltas parecen estar en el origen de las fiestas de moros y cristianos. Hubiera sido un buen contrapunto para El Algarrobo.
La parte final queda siempre para los políticos. El alcalde Vicent Grimalt evocó la historia de amor del actor con Dénia, “que también se ha sentido amada por Álvaro de Luna”. Ximo Puig aseguró que, con este homenaje, “Álvaro de Luna le ha prestado hoy un servicio más a la causa de la amistad: Debemos mostrar alegría y agradecimiento por el regalo que nos ha hecho”. El president de la Generalitat recordó cómo aguardaba las noches de viernes para disfrutar de nuevos capítulos de Curro Jiménez en los que se reencontraba con El Algarrobo.
Su viuda Carmen y sus hijas Andrea y María de Luna subieron al escenario para recoger una estatuilla que representa al actor con la moto que le llevaba a todos los rincones del pueblo en el que siempre se sintió joven. Las tres compartieron llanto y emoción. “Dénia me ha traído la mayor felicidad del mundo con mi marido”, dijo Carmen.
Álvaro de luna llena, / de tierna risa, / de vida plena, / de dulces ojos, / de cara buena
Luis Pastor
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