Dénia recuerda y rinde homenaje al especialista en caídas que se convirtió en el actor más popular de España como “Algarrobo”

 

 

La últi­ma vez que vi a Álva­ro de Luna con vida fue en el Mer­cat del Riu­rau de Jesús Pobre. De eso han pasa­do casi cua­tro años, has­ta reen­con­trar­me con la per­so­na y con el per­so­na­je. El Alga­rro­bo recor­da­do y año­ra­do en una tie­rra don­de las alga­rro­bas van a más por­que se pagan mejor que los cítri­cos y cre­cen con más liber­tad y menos cui­da­dos. El Cen­tro Social de Dénia se vis­tió de home­na­je al actor que pro­cla­ma­ba que “siem­pre se sin­tió joven en Dénia”. La pre­sen­cia del pre­si­dent Ximo Puig con­tri­bu­yó al lle­na­zo.

Álva­ro de Luna, San­cho Gra­cia y Pepe San­cho en un des­can­so de “Curro Jimé­nez”, corría el año 1977.

Arran­có con la músi­ca del can­tau­tor Luis Pas­tor, que can­tó “lo que la fami­lia me ha pedi­do que can­te”. No podía fal­tar el ver­so dedi­ca­do expre­sa­men­te a quien, tras estu­diar medi­ci­na, empe­zó su carre­ra artís­ti­ca como espe­cia­lis­ta cayen­do del caba­llo o de don­de fue­se, a veces cobran­do a tan­to el metro de caí­da, recor­dó des­de la pan­ta­lla Manuel Vicent. Álva­ro de Luna, antes de ena­mo­rar­se de Dénia, antes de comen­zar su carre­ra como intér­pre­te de cine y tele­vi­sión dobló esce­nas difí­ci­les de estre­llas como Tony Cur­tis, Kirk Dou­glas o Anthony Quinn.

 

Des­pués de las dos pri­me­ras can­cio­nes de Pas­tor lle­ga­ron las imá­ge­nes pro­yec­ta­das sobre un esce­na­rio al que habían tras­la­da­do la moto scoo­ter con la que Álva­ro de Luna se des­pla­za­da por Dénia. El vídeo que se han tra­ba­ja­do el perio­dis­ta Toni Reig y Romu Soler reco­ge tes­ti­mo­nios del pro­pio Álva­ro de Luna y de sus ami­gos Manuel Vicent, los direc­to­res Alfon­so Ungría y Mano­lo Mat­ji, el depor­tis­ta Juan Anto­nio Cor­ba­lán, el actor Manuel Cer­vi­ño o los juris­tas Fer­nan­do Ledes­ma y Javier Mos­co­so. Aflo­ra­ron los recuer­dos, como su pasión por Fer­nan­do Fer­nán Gómez o su par­ti­ci­pa­ción en el roda­je del El hijo del capi­tán Blood, en Dénia, en 1962, que coin­ci­dió con una de esas gotas frías que aso­lan la Mari­na de cuan­do en cuan­do. El pro­pio Álva­ro apa­re­ce en pan­ta­lla para ase­gu­rar que el agua alcan­za­ba casi un metro en la par­te baja del paseo del Mar­qués del Cam­po, y cómo aque­lla expe­rien­cia ini­ció la his­to­ria de amor del actor con Dénia, a la que todos, tam­bién el pre­si­den­te Puig y su viu­da, Car­men, se refi­rie­ron.

Vicent, en pan­ta­lla, y Cor­ba­lán, en vivo y en direc­to, coin­ci­die­ron en que este hom­bre “fuer­te, pací­fi­co y tole­ran­te” se con­vir­tió en el per­so­na­je más popu­lar de Espa­ña tras el éxi­to de Curro Jimé­nez, una serie de ban­do­le­ros crea­da por el dra­ma­tur­go uru­gua­yo Anto­nio Larre­ta y el actor San­cho Gra­cia, que había pasa­do varios años en el país ame­ri­cano. Una serie de “ban­do­le­ros jus­tos y bon­da­do­sos” que arra­só en los años inme­dia­ta­men­te pos­te­rio­res a la muer­te de Fran­co. Manuel Vicent recor­dó a madres que entra­ban con sus hijos al Café Gijón sim­ple­men­te para que El Alga­rro­bo, Álva­ro de Luna, les toca­se la cabe­za. No cuen­ta si algu­na tam­bién le pidió la ben­di­ción.

Car­men y las dos hijas de Álva­ro de Luna, jun­to al alcal­de de Dénia, Vicen­te Gri­malt, el can­tau­tor Luis Pas­tor y el exju­ga­dor de balon­ces­to y médi­co, Juan Anto­nio Cor­ba­lán. Foto Leva­n­­te-EMV

Cor­ba­lán cali­fi­có a De Luna como un social­de­mó­cra­ta puro, ”defen­sor de cau­sas nobles”, un famo­so en tie­rras de Dénia que era res­pe­ta­do “y que con­tri­buía a espar­cir el bien­es­tar que da el Mont­gó. Se recor­dó la amis­tad sin lími­tes, has­ta la muer­te, que man­tu­vo con los acto­res Manuel Ale­xan­dre o San­cho Gra­cia. Alfon­so Ungría com­pa­ró la ter­tu­lia del Helios, o en Mar­qués de Cam­po, con “un equi­po al que Álva­ro daba buen rollo”, aun­que siem­pre nece­si­ta­ses expre­sar su opi­nión y, pue­de que por eso mis­mo, no le gus­ta­se cenar con más de ocho per­so­nas.

Salió a relu­cir un pro­yec­to para lle­var a la pan­ta­lla, inter­pre­ta­do por Álva­ro de Luna, la vida de Al-Azraq, el cau­di­llo naci­do en la Vall d’Alcalà cuyas revuel­tas pare­cen estar en el ori­gen de las fies­tas de moros y cris­tia­nos. Hubie­ra sido un buen con­tra­pun­to para El Alga­rro­bo.

La par­te final que­da siem­pre para los polí­ti­cos. El alcal­de Vicent Gri­malt evo­có la his­to­ria de amor del actor con Dénia, “que tam­bién se ha sen­ti­do ama­da por Álva­ro de Luna”. Ximo Puig ase­gu­ró que, con este home­na­je, “Álva­ro de Luna le ha pres­ta­do hoy un ser­vi­cio más a la cau­sa de la amis­tad: Debe­mos mos­trar ale­gría y agra­de­ci­mien­to por el rega­lo que nos ha hecho”. El pre­si­dent de la Gene­ra­li­tat recor­dó cómo aguar­da­ba las noches de vier­nes para dis­fru­tar de nue­vos capí­tu­los de Curro Jimé­nez en los que se reen­con­tra­ba con El Alga­rro­bo.

El Pre­si­dent Ximo Puig duran­te el acto.

Su viu­da Car­men y sus hijas Andrea y María de Luna subie­ron al esce­na­rio para reco­ger una esta­tui­lla que repre­sen­ta al actor con la moto que le lle­va­ba a todos los rin­co­nes del pue­blo en el que siem­pre se sin­tió joven.  Las tres com­par­tie­ron llan­to y emo­ción. “Dénia me ha traí­do la mayor feli­ci­dad del mun­do con mi mari­do”, dijo Car­men.

Ximo Puig con la viu­da (Car­men) y las hijas de Álva­ro de Luna, Andrea y María. Foto Euro­pa Press

 

Álva­ro de luna lle­na, / de tier­na risa, / de vida ple­na, / de dul­ces ojos, / de cara bue­na

Luis Pas­tor

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