
Bodegas Vegalfaro ha conseguido su producto más singular: el vino Los Altos de Pago de los Balagueses 2015. Se trata de la conjunción de dos variedades de uva, la garnacha tintorera y la shyra, con los racimos seleccionando en campo, despalillando grano a grano para su fermentación y crianza en fudre de roble francés durante 18 meses y posterior tiempo en botella de 24 meses.
El resultado deja poco lugar a dudas. Las catas a ciegas de prestigiosas publicaciones internacionales como Jancis Robinson, James Suckling yWine Spectator le han otorgado puntuaciones como 96 puntos, y además por dos años consecutivos.
Buena parte de la responsabilidad la tienen los viñedos de syrah y garnacha tintorera de 30 años de antigüedad y las propiedades de los terrenos donde son cultivados rodeados de pinares, plantas aromáticas y almendros. Situados a 780 metros, los rendimientos de estos viñedos son bajos por las peculiaridades del suelo y las menores horas de sol. Todo ello permite obtener un vino que cuenta con todos requisitos de la UE para certificar la agricultura ecológica.
Además de estos aspectos, la cosecha de 2015 se benefició de las lluvias moderadas en primavera que ayudaron a los brotes jóvenes a desarrollar vigor y fuerza. La conjunción de todo ello da como resultado un vino de intenso color granate, en nariz muy fresco con aromas a fruta roja y madura principalmente. Expresión intensa de flores como violetas, con matices balsámicos, tostados y especias de vainilla que se acentúan con la aireación. Magnifica expresión en el paladar con notable complejidad. Cuerpo medio con taninos suaves, fruta negra dulce, acidez equilibrada y persistente en el paladar. En definitiva, un vino muy elegante con una seductora textura aterciopelada.
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