El físi­co y cien­tí­fi­co de datos Cesar Hidal­go impar­tien­do su con­fe­ren­cia en el Workshop de Gaias Euro­pa, en Valen­cia.

Hoy en día, la intersección entre el mundo de los datos digitales y la economía es una de las claves del comercio global. Para que ese comercio se convierta en prosperidad para la mayoría, deben existir instituciones inclusivas. César Hidalgo nos da su visión sobre ello y nos explica su alfabeto infinito del conocimiento.

 

Actual­men­te, César Hidal­go es pro­fe­sor e inves­ti­ga­dor de cien­cia de datos en la Tou­lou­se School of Eco­no­mics, des­de don­de diri­ge el Cen­tro de Apren­di­za­je Colec­ti­vo, un labo­ra­to­rio de inves­ti­ga­ción mul­ti­dis­ci­pli­nar con ofi­ci­nas en Tou­lou­se (Fran­cia) y Buda­pest (Hun­gría); y des­de el que lide­ra Ran­kless, una pla­ta­for­ma expe­ri­men­tal de visua­li­za­ción de datos direc­tos que per­mi­te explo­rar inter­ac­ti­va­men­te el impac­to de miles de uni­ver­si­da­des sin nece­si­dad de ran­kings. César es autor de tres libros: El atlas de la com­ple­ji­dad eco­nó­mi­ca (Har­vard Press)El triun­fo de la infor­ma­ción (Deba­te) y Cómo los huma­nos juz­gan a las máqui­nas (MIT Press). Y aho­ra está en el tran­ce publi­car su cuar­to libro: El alfa­be­to infi­ni­to, un libro del que tenía muchas ganas de hablar con él, ya que en el volu­men inten­ta resu­mir las leyes que rigen la crea­ción, difu­sión y valo­ri­za­ción gene­ral del cono­ci­mien­to pro­duc­ti­vo.

Las ins­ti­tu­cio­nes demo­crá­ti­cas, sóli­das e inclu­si­vas, pro­mue­ven la pros­pe­ri­dad

Adol­fo Pla­sen­cia:  César, en un paper recien­te de tu gru­po, repro­du­cíais un resul­ta­do clá­si­co sobre el comer­cio atlán­ti­co al vali­dar vues­tras esti­ma­cio­nes his­tó­ri­cas del PIB per cápi­ta pro­ce­sa­das median­te apren­di­za­je auto­má­ti­co. Polí­ti­ca y eco­no­mía son ámbi­tos rela­cio­na­dos.

Los eco­no­mis­tas del MIT Daron Ace­mo­glu, Simon John­son, y el poli­tó­lo­go James Robin­son, de la Uni­ver­si­dad de Chica­go, han escla­re­ci­do la rela­ción entre sis­te­mas polí­ti­cos y cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co y, por ello, han sido galar­do­na­dos con el Pre­mio Nobel 2024 de Cien­cias Eco­nó­mi­cas. Estos cien­tí­fi­cos han demos­tra­do empí­ri­ca­men­te, en una inves­ti­ga­ción de dos déca­das, que la estruc­tu­ra de las demo­cra­cias libe­ra­les, con ins­ti­tu­cio­nes fuer­tes e inclu­si­vas que res­pe­ten el Esta­do de dere­cho y los dere­chos indi­vi­dua­les es una fór­mu­la que bien estruc­tu­ra­da, con sepa­ra­ción de pode­res, etc., ha gene­ra­do una mayor acti­vi­dad eco­nó­mi­ca y de rique­za.

Según la Aca­de­mia Sue­ca, en su argu­men­ta­ción del Pre­mio, Ace­mo­glu, John­son y Robin­son dis­tin­guen entre gobier­nos polí­ti­cos «inclu­si­vos», que son los que amplían al máxi­mo las liber­ta­des polí­ti­cas y los dere­chos de pro­pie­dad, al tiem­po que hacen cum­plir las leyes, pro­por­cio­nan infra­es­truc­tu­ras públi­cas. En cam­bio, no ocu­rre igual en los sis­te­mas polí­ti­cos «extrac­ti­vos», que son aque­llos en los que el poder lo ejer­ce de fac­to una peque­ña éli­te.

Por otra par­te, con­si­de­ran que, dado que el cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co depen­de en gran medi­da de la inno­va­ción tec­no­ló­gi­ca gene­ra­li­za­da, los avan­ces eco­nó­mi­cos sólo se man­tie­nen en paí­ses que pro­mue­ven una serie de dere­chos indi­vi­dua­les, inclui­dos los dere­chos de pro­pie­dad, que dan a más per­so­nas el incen­ti­vo para inven­tar cosas. Las éli­tes pue­den resis­tir­se a la inno­va­ción, el cam­bio y el cre­ci­mien­to para afe­rrar­se al poder, pero sin un Esta­do de dere­cho con for­mas esta­bles de dere­chos, la inno­va­ción y el cre­ci­mien­to se estan­can.

«Tan­to la inclu­sión polí­ti­ca como la eco­nó­mi­ca son deci­si­vas y sinér­gi­cas», afir­mó Daron Ace­mo­glu duran­te la con­fe­ren­cia de pren­sa del MIT que anun­ció su Pre­mio. Pero hay quie­nes no están de acuer­do con esa fór­mu­la. Por ejem­plo, Chi­na, que dis­cu­te que la demo­cra­cia sea el mejor sis­te­ma para gober­nar la socie­dad.

¿Qué opi­nas tú en rela­ción a estas ideas que han sido pre­mia­das con el Pre­mio Nobel de eco­no­mía de 2024?

César Hidal­go: Por un lado, este Pre­mio Nobel de eco­no­mía, creo que tie­ne un méri­to impor­tan­te al reco­no­cer la rele­van­cia de las ins­ti­tu­cio­nes en el desa­rro­llo de las eco­no­mías. Es un pun­to que es muy váli­do y que no solo lo han inves­ti­ga­do ellos sino tam­bién otras per­so­nas, pero par­te del méri­to de la inves­ti­ga­ción de Ace­mo­glu, John­son y Robin­son es que la desa­rro­lla­ron con las téc­ni­cas empí­ri­cas que se con­si­de­ran váli­das den­tro de la eco­no­me­tría moder­na y lo hicie­ron de una for­ma más o menos tem­pra­na, hace aho­ra 20 años.

Por otra par­te, lo que qui­zás muchas veces se pier­de en este men­sa­je y que en varios de sus tex­tos no cla­ri­fi­can, es que cuan­do habla­mos de ins­ti­tu­cio­nes esta­mos hablan­do de muchas cosas dis­tin­tas. Este tér­mino con­tie­ne una gran bol­sa de con­cep­tos que qui­zá la pode­mos divi­dir en dos, o tal vez tres dimen­sio­nes, que son impor­tan­tes. La pri­me­ra, es que uno pue­de com­pro­bar que exis­ten ins­ti­tu­cio­nes for­ma­les, pero tam­bién infor­ma­les. Estas últi­mas son las que noso­tros aso­cia­mos a cos­tum­bres o a cul­tu­ras con­cre­tas, ya que tam­bién hay reglas de com­por­ta­mien­to que no están codi­fi­ca­das por ley. Por otro lado, tene­mos ins­ti­tu­cio­nes polí­ti­cas y tam­bién eco­nó­mi­cas. Hoy hay paí­ses con gobierno auto­ri­ta­rio y sis­te­ma eco­nó­mi­co capi­ta­lis­ta, pero tam­bién los hay inclu­so con un gobierno demo­crá­ti­co, qui­zá no muy favo­ra­ble al capi­ta­lis­mo, pero esas ins­ti­tu­cio­nes son dis­tin­tas, aun­que se les lla­me igual.

Adol­fo: ¿Qué quie­re decir para ti que una ins­ti­tu­ción es inclu­si­va y en qué con­tex­to?

César: Eso es algo difí­cil defi­nir en el con­tex­to glo­bal. Creo que noso­tros vemos hoy en día en el mun­do, en esto, dos cosas. Una, que lo que moti­va mucho a hacer esta inves­ti­ga­ción es que, des­pués de la segun­da Gue­rra Mun­dial, ocu­rrie­ron cier­tos expe­ri­men­tos natu­ra­les bien cono­ci­dos de paí­ses que se divi­die­ron en dos ins­ti­tu­cio­nes polí­ti­cas dis­tin­tas. Por ejem­plo, Ale­ma­nia Orien­tal y Occi­den­tal, Corea del Nor­te y de Sur, que son los dos casos emble­má­ti­cos… Y, en ambos, hubo una diver­gen­cia muy impor­tan­te en el desa­rro­llo de esas eco­no­mías a futu­ro. Pero, por otra par­te, esos expe­ri­men­tos mez­cla­ban dife­ren­tes regí­me­nes polí­ti­cos y sis­te­mas eco­nó­mi­cos. Más recien­te­men­te, se da el caso de algún país con sis­te­ma polí­ti­co liga­do a un deter­mi­na­do con­tex­to ante­rior, que aho­ra ha cam­bia­do su sis­te­ma eco­nó­mi­co, lo cual ha gene­ra­do gran­des cam­bios. Y hay casos de gobier­nos auto­ri­ta­rios que han teni­do muy buen desem­pe­ño en lo que es cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co. Es el caso de Chi­na que tie­ne una mis­ma ins­ti­tu­ción polí­ti­ca y una ins­ti­tu­ción eco­nó­mi­ca esta­tal que en 1978 cam­bia, pre­ser­van­do des­pués de cier­ta mane­ra su sis­te­ma polí­ti­co. Des­de ese momen­to, su eco­no­mía se modi­fi­có com­ple­ta­men­te.

Adol­fo: La de Chi­na se ha vuel­to una eco­no­mía muy capi­ta­lis­ta

César: Sí, cla­ro. Hoy, Chi­na es un país extre­ma­da­men­te capi­ta­lis­ta. Y, hoy en día gana una nue­va visión de la Repú­bli­ca de Chi­na en el con­tex­to de las ins­ti­tu­cio­nes eco­nó­mi­cas, pre­ser­van­do en ese país un poder polí­ti­co de par­ti­do úni­co. En Asia es un ejem­plo muy rele­van­te, pero en ese con­ti­nen­te, en gene­ral, hay una tra­di­ción de gobier­nos fuer­tes que se han ido ali­nean­do con el sis­te­ma capi­ta­lis­ta y han teni­do buen desem­pe­ño en el desa­rro­llo. Mala­sia tam­bién es un país que ha sido capaz de gene­rar un enor­me cre­ci­mien­to des­de los años 80, a tra­vés de un com­por­ta­mien­to capi­ta­lis­ta has­ta hoy en día.

Enton­ces, cuan­do habla­mos de qué son las ins­ti­tu­cio­nes inclu­si­vas, qui­zá hay una inter­pre­ta­ción que qui­zá es más una ilu­sión que reali­dad al inter­pre­tar esas ins­ti­tu­cio­nes inclu­si­vas como si fue­ran ins­ti­tu­cio­nes polí­ti­cas de la demo­cra­cia libe­ral. Pero lo que mues­tra lo que está suce­dien­do es que estas ins­ti­tu­cio­nes eco­nó­mi­cas son real­men­te las deci­si­vas en su socie­dad, y sus ins­ti­tu­cio­nes polí­ti­cas se man­tie­nen como mar­co siem­pre y cuan­do ten­gan un cier­to nivel de fun­cio­na­mien­to con capa­ci­dad de gobierno lo cual es algo dis­tin­to a lo que en occi­den­te enten­de­mos por ins­ti­tu­ción.

Uno pue­de tener una demo­cra­cia inca­paz o un gobierno auto­ri­ta­rio inca­paz tam­bién. O una demo­cra­cia capaz, o un gobierno auto­ri­ta­rio capaz, des­de el pun­to de vis­ta eco­nó­mi­co. Esta capa­ci­dad de gobierno que es algo dis­tin­to de la ins­ti­tu­ción polí­ti­ca y la eco­nó­mi­ca, qui­zá son las que real­men­te están impor­tan­do para la pros­pe­ri­dad gene­ral de esas socie­da­des según los datos que tene­mos.

El equi­li­bro en las eco­no­mías entre lo públi­co y lo pri­va­do

Adol­fo: No quie­ro olvi­dar­me de tra­tar con­ti­go de otro tema impor­tan­te. En gene­ral, en el gran Atlas de Com­ple­ji­dad Eco­nó­mi­ca habláis de las eco­no­mías de los paí­ses. En todos los paí­ses la eco­no­mía tie­ne una par­te públi­ca y una par­te pri­va­da. La pro­fe­so­ra Maria­na Maz­zu­ca­to, a quien tú cono­ces, dice que la cola­bo­ra­ción entre lo públi­co y lo pri­va­do es esen­cial. En uno de sus últi­mos artícu­los, ella dice que la par­te públi­ca está sien­do vacia­da, des­de el exte­rior, de lo mejor de su inte­li­gen­cia que, por cau­sas eco­nó­mi­cas y de otro tipo, se está des­pla­zan­do a con­sul­to­ras pri­va­das. El ex-sub­­di­­re­c­­tor de la NASA dijo que eso está pasan­do con esa gran ins­ti­tu­ción públi­ca, la NASA, decla­ran­do que «…a este paso no que­da­rá en la NASA nadie que sepa hacer ni siquie­ra un buen plie­go de con­di­cio­nes».

Pero, al tiem­po sabe­mos que hay crí­ti­cas bien fun­da­das sobre que lo públi­co, se aca­ba vol­vien­do muy buro­crá­ti­co ¿Cómo pien­sas que debe man­te­ner­se para el bien de la socie­dad en su con­jun­to el equi­li­brio en la eco­no­mía entre lo públi­co y lo pri­va­do?

César: Lo pri­me­ro que debe­mos hacer es cues­tio­nar­nos si esta­mos de acuer­do sobre si ese diag­nós­ti­co está en lo cier­to. En mi caso, hay una par­te de ese diag­nós­ti­co con la que estoy de acuer­do. En una par­te de occi­den­te, si bien en unas áreas más que en otras, hay una pér­di­da de capa­ci­dad del Esta­do. Por ejem­plo, yo me acuer­do de que en EE.UU. me impre­sio­na­ba siem­pre lo que eran capa­ces de demo­rar­se o tar­dar en resol­ver­se los tra­ba­jos públi­cos. Arre­glar una ace­ra era algo que se podía demo­rar años y podía cos­tar millo­nes. Dicen que EE.UU. tie­ne tan­ta rique­za que es capaz de aguan­tar un nivel muy muy alto de inefi­cien­cia. Pero ¿es la cau­sa de esa pér­di­da de capa­ci­dad del Esta­do el hecho de que exis­tan empre­sas con­sul­to­ras o exter­nas que los Esta­dos con­tra­tan para resol­ver tan­tas cosas? Esa es una pre­gun­ta muy dis­tin­ta.

Que exis­ta una pér­di­da de capa­ci­dad del Esta­do y que exis­tan las con­sul­to­ras como meca­nis­mo cau­sal, es algo que en el caso de Maz­zu­ca­to se argu­men­ta de mane­ra dis­cur­si­va, pero no de mane­ra esta­dís­ti­ca y empí­ri­ca. Pue­de ser que el hecho de que las con­sul­to­ras par­ti­ci­pen en pro­yec­tos para los gobier­nos, es un sín­to­ma de la pér­di­da de capa­ci­dad de ellos y no la cau­sa de la pér­di­da de capa­ci­dad de los gobier­nos y, con ello, del Esta­do. La cau­sa­li­dad inver­sa es muy pro­ba­ble en este caso y que, como los gobier­nos la per­die­ron, bus­can con­tra­tar más afue­ra por­que no tie­nen esa capa­ci­dad inter­na, pero no es que por con­tra­tar afue­ra por lo que per­die­ron esa capa­ci­dad.

Adol­fo: ¿Pue­de de ser por eso la pér­di­da de pres­ti­gio gene­ral de lo públi­co y que, por ello, la mejor gen­te se va fue­ra de la fun­ción públi­ca?

César:  Pue­de ser, pero podría haber otras cau­sas. Qui­zá el pres­ti­gio; qui­zá sea que los sala­rios no son com­pe­ti­ti­vos; tal vez la car­ga buro­crá­ti­ca es incó­mo­da e incon­ve­nien­te para las per­so­nas, por­que les impi­de ser efi­ca­ces; o qui­zá la segu­ri­dad labo­ral es menor en un mun­do en que la con­ti­nui­dad depen­de de las siguien­tes elec­cio­nes. Todas esas cosas pue­den cau­sar que las orga­ni­za­cio­nes vayan cam­bian­do per­so­nas de mane­ra muy fre­cuen­te y, a medi­da que las orga­ni­za­cio­nes son inca­pa­ces de man­te­ner los equi­pos, muchas veces pier­den cono­ci­mien­to. En ese con­tex­to, el públi­co es un espa­cio típi­co con mucha rota­ción. Es fre­cuen­te en él que haya per­so­nas que pasan por muchos car­gos téc­ni­cos dis­tin­tos a lo lar­go de una carre­ra pro­fe­sio­nal lar­ga.

Adol­fo: ¿Pero el equi­li­brio entre lo públi­co y pri­va­do está empeo­ran­do en su efi­cien­cia?

César: No me que­da cla­ro que la cau­sa­li­dad sea la bús­que­da de la solu­ción en lo pri­va­do. Lo que he dicho pue­de ser un sín­to­ma. Para saber si es cau­sa o no, hay que tener un estu­dio esta­dís­ti­co empí­ri­co que per­mi­ta ais­lar el meca­nis­mo y estu­diar­lo. Ave­ri­guar la cau­sa no es un ejer­ci­cio dis­cur­si­vo sino empí­ri­co que requie­re ais­lar los fac­to­res cau­sa­les para saber si es uno, o es otro. Y pue­de haber múl­ti­ples. Vivi­mos en un mun­do muy com­ple­jo.

Creo que pen­sar de esa for­ma ese des­equi­li­brio no es la mane­ra correc­ta de pen­sar en ello por lo siguien­te. La frac­ción de las labo­res o tareas que repre­sen­tan lo públi­co y o pri­va­do no es un insu­mo que gene­ra un cier­to desem­pe­ño del sis­te­ma, sino que uno lo pue­de pen­sar como una con­se­cuen­cia que vie­ne dada por meca­nis­mos que están tra­tan­do de bus­car un mejor desem­pe­ño, para que sea más efi­caz. Tene­mos hoy un mun­do muy com­ple­jo en el que el sec­tor públi­co no tie­ne cier­tas capa­ci­da­des. Si for­za­mos que esas tareas se hagan en el sec­tor públi­co vamos a tener un pro­ble­ma por­que no se podrán hacer de la mejor mane­ra. Y eso es muy impor­tan­te por­que esa mane­ra inco­rrec­ta de pen­sar ocu­rre mucho en un con­tex­to en el que los gobier­nos tra­tan de imi­tar­se los unos a los otros.

Por ejem­plo, en Lati­noa­mé­ri­ca ocu­rre mucho y pue­des oír «es que en Dina­mar­ca el gobierno hace esto»… pero igual resul­ta que la capa­ci­dad del gobierno de Dina­mar­ca es muy dis­tin­ta a la del gobierno de Ecua­dor. Y pue­de ser que si, a per­so­nas del gobierno de Ecua­dor, les dices que hagan las mis­mas tareas que el de Dina­mar­ca, aun­que les pon­gas más dine­ro, es pro­ba­ble que no sean capa­ces de hacer­las. La mis­ma mez­cla de públi­co y pri­va­do en Dina­mar­ca es muy pro­ba­ble que fun­cio­ne en el país euro­peo y no en Ecua­dor. Hay algo muy impor­tan­te: eso no es un insu­mo, es un resul­ta­do. Si lo pien­sas como un insu­mo vas a estar copian­do una fór­mu­la para hacer algo para lo que no tie­nes los ingre­dien­tes.

La eco­no­mía glo­bal de las pla­ta­for­mas

Cesar Hidal­go habla sobre la eco­no­mía glo­bal de las pla­ta­for­mas, en el Workshop on Eco­no­mic Com­ple­xity de Gaia Euro­pa, en Valen­cia.

Adol­fo: Hable­mos de la eco­no­mía glo­bal de las pla­ta­for­mas. En el Atlas de la Com­ple­ji­dad Eco­nó­mi­ca del que tú eres co-autor, habláis de muchos deta­lles de las eco­no­mías de los paí­ses y sobre cómo evo­lu­cio­nan. Pero hay una nue­va capa de la eco­no­mía, que es glo­bal: la eco­no­mía de las pla­ta­for­mas que se super­po­ne por enci­ma de la de muchos paí­ses, a la vez, afec­tán­do­la. Por ejem­plo, extra­yen­do valor de las eco­no­mías de los paí­ses sin pagar impues­tos loca­les y, según la visión eco­nó­mi­ca clá­si­ca, pare­ce que sin dejar pues­tos de tra­ba­jo, ni ape­nas nada, a cam­bio. Y, gra­cias a la tec­no­lo­gía, son capa­ces de com­pe­tir con los nego­cios loca­les por el con­su­mo físi­co o vir­tual de las per­so­nas inclu­so en su con­tex­to local, pero a dis­tan­cia, gra­cias a la tec­no­lo­gía. Por ejem­plo, Goo­gle com­pi­te con su publi­ci­dad por la aten­ción y el tiem­po de los clien­tes del barrio del quios­co de mi esqui­na, gra­cias a la cone­xión per­so­nal y ubi­cua. Pare­ce­ría un sis­te­ma de tele-extra­c­­ción eco­nó­mi­ca.

César: Bueno, te digo mi for­ma de ver­lo. Hay que enten­der qué es lo que hacen los nego­cios ¿Qué es lo que hace un nego­cio?  Las empre­sas satis­fa­cen nece­si­da­des.

Ellas gene­ran un valor a cam­bio de un inter­cam­bio. Tú no pue­des como empre­sa extraer un valor que no gene­ras. Estás en ese con­tex­to de la gene­ra­ción de valor. Por ejem­plo, si eres una empre­sa en un con­tex­to publi­ci­ta­rio. Por ejem­plo, aho­ra Goo­gle es capaz de publi­car anun­cios de empre­sas loca­les con lo que éstas pue­den lle­gar a nue­vos clien­tes y eso les gene­ra un ingre­so. Eso gene­ró un valor local­men­te a pesar de que no está gene­ra­do por un emplea­do local de Goo­gle en ese sitio de la geo­gra­fía, sino que la está gene­ra­do por­que Goo­gle y esas empre­sas loca­les se cru­za­ron en ese ser­vi­cio. Esa empre­sa local, no gene­ra­rían con los anun­cios así ese valor, por­que debe­rían poner esos anun­cios en un sis­te­ma local, por ejem­plo, con­tra­tar los anun­cios en un dia­rio local o en las para­das de auto­bús de su ciu­dad.

Adol­fo: Pero no sé si sabes que Goo­gle ha prohi­bi­do en Ale­ma­nia, Fran­cia y Espa­ña los anun­cios de cerra­je­ros por­que esta­ban abu­san­do en emer­gen­cias del pre­cio de abrir una puer­ta por­que algu­nos de los cerra­je­ros cobra­ban burra­das por ello, dan­do lugar al Timo del cerra­jero. La jus­ti­fi­ca­ción de cobrar tan­to que ponían algu­nos pro­fe­sio­na­les es que para posi­cio­nar­se agre­si­va­men­te entre los pri­me­ros en las bús­que­das de Goo­gle en el móvil tenían que pagar el pre­cio de estar el pri­me­ro en las bús­que­das en su ciu­dad, por­que debía pagar el enor­me pre­cio que alcan­za­ba su anun­cio en la subas­ta diná­mi­ca de publi­ci­dad de Goo­gle para salir pri­me­ros o muy arri­ba en las bús­que­das.

César: Hay situa­cio­nes muy apre­mian­tes que son crí­ti­cas en las que pue­de haber asi­me­trías o abu­sos, pero no se pue­den decir que todas las situa­cio­nes sean equi­va­len­tes a eso. Por ejem­plo, como el ser­vi­cio de bus­car un pelu­que­ro para lo que pue­des espe­rar, a pasa­do del fin de sema­na.

Adol­fo: En tus tra­ba­jos de cien­cia de datos com­pa­ráis eco­no­mías de diver­sos paí­ses y sus datos, pero ¿tú crees que la eco­no­mía glo­bal de las pla­ta­for­mas vir­tua­les, que se super­po­ne a la todas las geo­gra­fías, for­ma par­te de la eco­no­mía de los paí­ses?

César: Todas las eco­no­mías están super­pues­tas, sea por pro­duc­tos físi­cos, sea por ser­vi­cios o bien sea por bie­nes digi­ta­les. No hay nin­gu­na ciu­dad que pue­da exis­tir sin comer­cio. Por eso el puer­to de Valen­cia está lleno de con­te­ne­do­res. Impor­ta aque­llo que no pro­du­ce. La eco­no­mía de las pla­ta­for­mas digi­ta­les es un sec­tor que está muy orien­ta­do a la expor­ta­ción. Ha naci­do expor­ta­dor. Y es una com­po­nen­te de la eco­no­mía muy impor­tan­te por­que las expor­ta­cio­nes no son lo mis­mo que la acti­vi­dad local, por­que la acti­vi­dad local no te per­mi­te impor­tar por­que tú solo eres capaz de impor­tar lo mis­mo que eres capaz de expor­tar. Hay una cier­ta balan­za comer­cial en impor­ta­ción y expor­ta­ción. Enton­ces, si tu gene­ras valor local­men­te en los res­tau­ran­tes, pelu­que­rías, etc., con solo pro­duc­tos de pro­duc­ción local, cuan­do quie­res impor­tar algo no pue­des usar ese valor, por­que ese valor no tie­ne valor afue­ra. O sea, que tú tie­nes que gene­rar un valor fue­ra para poder com­prar algo que tam­bién fue gene­ra­do afue­ra.

Enton­ces, todos estos pro­duc­tos y ser­vi­cios digi­ta­les los ser­vi­cios SaaS (soft­wa­re como ser­vi­cio), las pla­ta­for­mas digi­ta­les de sus­crip­ción son capa­ces de gene­rar empre­sas que nacen expor­tan­do y por tan­to, entran inme­dia­ta­men­te des­de el prin­ci­pio en un mer­ca­do glo­bal es que muy atrac­ti­vo des­de el pun­to de vis­ta eco­nó­mi­co por­que las expor­ta­cio­nes tie­nen esa pro­pie­dad que la pro­duc­ción local no tie­ne. En ese con­tex­to es un espa­cio extre­ma­da­men­te com­pe­ti­ti­vo para la eco­no­mía glo­bal. Por eso impor­ta tan­to ese comer­cio que no es lo mis­mo que la acti­vi­dad local. Tú no pue­des com­prar con la pro­duc­ción local lo que com­pras a tra­vés del comer­cio inter­na­cio­nal o inter­re­gio­nal y si no tie­nes esa capa­ci­dad de expor­tar pro­duc­tos digi­ta­les pier­des par­te de tu balan­za comer­cial.

Adol­fo: Tú, nor­mal­men­te lle­vas pues­ta la cha­que­ta de cien­tí­fi­co de datos e inves­ti­ga­dor; pero en el MIT Media Lab, don­de te cono­cí, en un momen­to dado te pusis­te tam­bién la cha­que­ta de empren­de­dor y fun­das­te la empre­sa DATAWHEEL, cuya web obtu­vo por su dise­ño el Pre­mio Webby y el Ger­man Design Award, entre otros ¿Qué tipo de chip hay que cam­biar men­tal­men­te para pasar de un papel a otro, has­ta lle­gar a actuar como empren­de­dor y empre­sa­rio?

César: Es un cam­bio sim­ple, pero a la vez muy pro­fun­do. Como inves­ti­ga­dor yo me debo a la curio­si­dad, me debo a pen­sar cuá­les son las pre­gun­tas que debe­mos hacer­nos y debe­mos res­pon­der y a cómo hacer­lo de la mejor mane­ra. Como empren­de­dor uno no está ahí para satis­fa­cer curio­si­dad per­so­nal o inte­lec­tual o social e ilu­mi­nar al mun­do. Uno actúa como empren­de­dor para satis­fa­cer nece­si­da­des que exis­tan en otras per­so­nas y que uno pue­de ser capaz de satis­fa­cer de una mejor for­ma de las que ellos se las pue­den satis­fa­cer de mane­ra indi­vi­dual o gru­pal. Y, uno, pue­de ven­der­les esa mejor capa­ci­dad de satis­fa­cer su nece­si­dad. Ese cam­bio de pasar des­de tra­tar de satis­fa­cer una curio­si­dad cien­tí­fi­ca a tra­tar de inno­var en la gene­ra­ción de cono­ci­mien­to para con­se­guir satis­fa­cer las nece­si­da­des de otros, es lo que es para mí  pasar a ser empre­sa­rio.

Adol­fo: Tra­tan­do de ser ren­ta­ble y de que los ingre­sos sean más que los gas­tos.

César:  Exac­to, cla­ro. Pero como empre­sa­rio siem­pre resol­vien­do bien las nece­si­da­des.

Esto va siem­pre acer­ca de las nece­si­da­des. Y eso es muy impor­tan­te por­que hay mucho empren­di­mien­to ino­cen­te que tra­ta de avan­zar a tra­vés de una tec­no­lo­gía sin saber qué nece­si­dad satis­fa­ce. Pero has­ta que uno no sabe qué nece­si­dad satis­fa­ce real­men­te no tie­ne un ver­da­de­ro mode­lo de nego­cio o una empre­sa ren­ta­ble.

Adol­fo: Pero cuan­do tú estás en DATAWHEEL ana­li­zan­do datos, ¿los miras de for­ma dife­ren­te a cuan­do estás guia­do por tu curio­si­dad cien­tí­fi­ca, en el labo­ra­to­rio de la uni­ver­si­dad?

César: En mi empre­sa DATAWHEEL, estoy tra­tan­do de pen­sar en cómo satis­fa­go las nece­si­da­des de clien­tes. En su obser­va­to­rio de com­ple­ji­dad eco­nó­mi­ca pien­so en cómo yo voy a satis­fa­cer, por ejem­plo, a las per­so­nas que usan datos de comer­cio inter­na­cio­nal en sus ope­ra­cio­nes. Qué datos y qué tipo de infor­ma­ción nece­si­tan, qué repre­sen­ta­ción de ellos les sir­ve. Si nece­si­tan datos de empre­sas, si datos del pre­cio uni­ta­rio de las expor­ta­cio­nes, o si de su volu­men total. Si nece­si­tan ver cómo estos cam­bian a lo lar­go del tiem­po. Cuan­do hago tra­ba­jo de con­sul­to­ría, desa­rro­lla­mos pla­ta­for­mas como DataU­SA, Data­Mé­xi­coData­Sau­di, etc. que hacen dis­po­ni­bles datos a esca­la de país y nos enfo­ca­mos en cuál es la nece­si­dad que tie­ne ese Minis­te­rio de Eco­no­mía y cómo pode­mos satis­fa­cer su nece­si­dad de mucho mejor mane­ra que su pro­pio depar­ta­men­to de inte­li­gen­cia interno que ellos tie­nen.

Adol­fo: Que­ría tra­tar aho­ra de algo pro­vo­ca­ti­vo, que está muy de actua­li­dad. New Yor­ker ha publi­ca­do hace pocos días un artícu­lo: El Esta­do arti­fi­cial, cuyo sub­tí­tu­lo dice: “A medi­da que la vida cívi­ca esta­dou­ni­den­se se ha ido mol­dean­do cada vez más median­te algo­rit­mos, la con­fian­za en el gobierno ha caí­do en pica­do. ¿Hay vuel­ta atrás?”. Tú ya te anti­ci­pas­te al res­pec­to. En una con­fe­ren­cia de TED de hace cua­tro años hicis­te una pro­pues­ta muy dis­rup­ti­va sobre mejo­rar la inter­faz del usua­rio de las demo­cra­cias que, dijis­te, aho­ra mis­mo son mani­fies­ta­men­te mejo­ra­bles. Y dijis­te que había que explo­rar el ‘auto­ma­ti­zar’ a legis­la­do­res polí­ti­cos sus­ti­tu­yén­do­los por algo­rít­mi­ca. Y habla­bas de una demo­cra­cia aumen­ta­da, mucho más direc­ta que la repre­sen­ta­ti­va tra­di­cio­nal que cono­ce­mos. Tie­ne que ver tam­bién aho­ra con un paper que has publi­ca­do en enero de 2024 titu­la­do: “Los gran­des mode­los lin­güís­ti­cos (LLM) como agen­tes de la demo­cra­cia aumen­ta­da”, en el que explo­rais un sis­te­ma de demo­cra­cia aumen­ta­da basa­do en gran­des mode­los lin­güís­ti­cos (LLM). Dices que esto qui­zá hoy se vea pro­vo­ca­ti­vo y rup­tu­ris­ta pero que, para la gene­ra­ción de tu hija, más ade­lan­te, no lo será tan­to. ¿Qué pien­sas tras cin­co años de dar­le vuel­tas a esta idea?

César: Como lo veo aho­ra, ade­más de como cien­tí­fi­co, tam­bién lo com­ple­men­ta mi pun­to de vis­ta como empren­de­dor, es decir, como alguien que va a inten­tar desa­rro­llar una solu­ción. Como cien­tí­fi­co tene­mos la nece­si­dad de explo­rar nue­vas for­mas de tomar deci­sio­nes de mane­ra colec­ti­va a gran esca­la. La idea de demo­cra­cia es bas­tan­te abs­trac­ta. Es la idea de que las per­so­nas son sobe­ra­nas y que deben tomar par­te en una deci­sión de mane­ra colec­ti­va. Pero cómo se imple­men­ta esa idea invo­lu­cra a un gran núme­ro de sim­pli­fi­ca­cio­nes. Invo­lu­cra la elec­ción de múl­ti­ples repre­sen­tan­tes que lue­go toma­rán otras deci­sio­nes usan­do la sobe­ra­nía que obtie­nen de los votan­tes que les eli­gie­ron, y eso, pau­la­ti­na­men­te, se va sepa­ran­do de la idea de demo­cra­cia a par­tir de par­ti­cu­la­ri­da­des de imple­men­ta­ción de ella mis­ma, que inclu­so son dife­ren­tes en dis­tin­tos paí­ses.

Lo que pien­so es que, a medi­da que cam­bian las tec­no­lo­gías, vamos tenien­do dis­tin­tas mane­ras de imple­men­tar esa gran idea de la demo­cra­cia, que creo, es inde­pen­dien­te de la mane­ra con­cre­ta para lle­var­la a la prác­ti­ca, y que tal como ya ocu­rre tie­ne dis­tin­tas for­mas de mani­fes­tar­se. Yo creo que lo impor­tan­te es que este­mos siem­pre en una refle­xión per­ma­nen­te sobre cómo debe­mos explo­rar la for­ma en la que toma­mos deci­sio­nes de mane­ra colec­ti­va; cómo debe­mos usar los nue­vos medios de comu­ni­ca­ción y tec­no­lo­gía; cómo debe­mos usar la inte­li­gen­cia arti­fi­cial para mejo­rar ese pro­ce­so de deci­sión colec­ti­va. Hay mil sis­te­mas nue­vos posi­bles. Cree­mos que la demo­cra­cia es la imple­men­ta­ción que tene­mos aho­ra. Pero no es así, la demo­cra­cia es mucho más gran­de que esta imple­men­ta­ción con­cre­ta de aho­ra mis­mo.

Adol­fo: ¿la demo­cra­cia actual tie­ne una mala inter­faz de usua­rio?

César: Sí, exac­to. Podría mejo­rar­se y mucho. Hay aún muy pocos explo­ran­do eso. De hecho, hay muchas per­so­nas que cuan­do pien­sa en la inter­faz entre la demo­cra­cia y la tec­no­lo­gía pien­san en cómo la tec­no­lo­gía afec­ta a la inter­faz actual y no en cómo nos podrían ayu­dar otras imple­men­ta­cio­nes que fue­ran capa­ces de corre­gir algu­nos de los erro­res que tene­mos hoy en día en ello.

El alfa­be­to infi­ni­to

Adol­fo: Por últi­mo. Ya sé que a ti no te gus­ta hablar de algo tuyo que esté en pro­ce­so de desa­rro­llo. Pero creo que estás tra­ba­jan­do en un libro que se publi­ca­rá en unos meses con un títu­lo muy atrac­ti­vo. Se va a lla­mar El Alfa­be­to infi­ni­to. ¿Pue­des con­tar­me algo sobre su con­te­ni­do?

César: Te ade­lan­to algo. Es un libro en el que tra­to de des­cri­bir y resu­mir las leyes que gobier­nan el cre­ci­mien­to del cono­ci­mien­to, su difu­sión y la valo­ra­ción del cono­ci­mien­to. Lo que hago en el libro es explo­rar más de 100 años de his­to­ria que invo­lu­cran a cien­cias que vie­nen de la psi­co­lo­gía, la inge­nie­ría, la eco­no­mía, o la físi­ca, etc. para ayu­dar­nos a enten­der qué es el cono­ci­mien­to, cómo cuan­ti­fi­car­lo y cómo éste cam­bia a lo lar­go del tiem­po. Hay muchas leyes muy intere­san­tes que nos han ayu­da­do a enten­der cómo cam­bian las tec­no­lo­gías en el tiem­po, cómo se difun­den en el espa­cio y cómo ellas con­tri­bu­yen a la gene­ra­ción de la rique­za.

Es un libro que, lo que tra­ta de hacer, es tomar este con­cep­to en el que hoy en día pen­sa­mos de una mane­ra muy eté­rea y lla­ma­mos cono­ci­mien­to y que cuan­do habla­mos de ello de for­ma colo­quial es como una idea vaga y difí­cil de defi­nir… Pero yo mues­tro que muchas per­so­nas han hecho inves­ti­ga­ción cuan­ti­ta­ti­va en el últi­mo siglo sobre este tema y, hoy en día, tene­mos muchos prin­ci­pios en eso en lo que ya esta­mos de acuer­do y que son des­co­no­ci­dos por el públi­co en gene­ral e inclu­so tam­bién en cier­tas áreas de la Aca­de­mia. Enton­ces, lo que tra­to de ana­li­zar son cosas de estas inves­ti­ga­cio­nes cien­tí­fi­cas y resu­mir­las en un volu­men que te dice: estas son las tres leyes que rigen el cono­ci­mien­to, y estas son las mane­ras en que se han apli­ca­do en algu­nos luga­res de for­ma inco­rrec­ta y cómo se debe­ría apli­car, qui­zá, correc­ta­men­te. Noso­tros, aho­ra, con los datos pode­mos enten­der­las y empe­zar a ver­las en muchos pro­ce­sos his­tó­ri­cos. Es un libro que tie­ne tam­bién muchas narra­ti­vas que he ido reco­pi­lan­do de dis­tin­tas fuen­tes, his­to­rias de empren­de­do­res, de inmi­gran­tes e his­to­rias de tec­no­lo­gías.

Adol­fo: Enton­ces ¿el alfa­be­to del cono­ci­mien­to es el que es infi­ni­to?

César: La fra­se el alfa­be­to infi­ni­to vie­ne del hecho de que el cono­ci­mien­to pro­duc­ti­vo es un alfa­be­to ¿Por qué? pues por­que el cono­ci­mien­to tie­ne una pro­pie­dad que es la de que no es inter­cam­bia­ble en el sen­ti­do de como diría­mos téc­ni­ca­men­te, no es fun­gi­ble. En el caso de un pia­nis­ta y un ciru­jano, ambos tie­nen cono­ci­mien­to, ambos son hábi­les con sus manos, pero tú no pue­des cam­biar un pia­nis­ta por un ciru­jano por más hábi­les que sean. Lo que saben no es inter­cam­bia­ble. No es fun­gi­ble. El mun­do del cono­ci­mien­to no es un enor­me lugar don­de hay una sola can­ti­dad que cre­ce, sino que es algo muy espe­cí­fi­co a las indus­trias, las cien­cias, a las ocu­pa­cio­nes, a las acti­vi­da­des, a los luga­res. Este gran alfa­be­to está hecho de muchos peda­ci­tos peque­ños de cono­ci­mien­to que lo for­man pero que son muy com­ple­men­ta­rios y que cre­cen a tra­vés de sus com­ple­men­ta­rie­da­des e inter­ac­cio­nes.

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