Reconocido como uno de los mejores poetas españoles vivos, autor de novelas, libros de aforismos, ensayos, articulista y hasta escritor taurino, Carlos Marzal afirma entender la escritura como una vocación global en la que la poesía es la base y el principio de lo demás. Es, sin duda, uno de esos valencianos cuyo trabajo merece ser más conocido.
Poeta, narrador, aforista, articulista, ensayista, novelista, teórico taurino… ¿Lo que antes algunos llamaban un hombre del Renacimiento?
Los escritores damos para mucho y normalmente estamos obligados por vocación, y al mismo tiempo por oficio, a tocar muchos palos. La verdad es que a mí me gusta escribir en todos los géneros: escribir columnas, dar conferencias, escribir relatos, novelas… un poco de todo. Entiendo la escritura como una vocación global.
¿Pero al principio fue la poesía?
Al principio, durante y después. Creo que la base y la raíz de mi escritura es la poesía. Para mí es el genero de géneros, tambien como lector, la manifestación más grande de lo verbal en una cultura. Creo que soy novelista y cuentista, o lo intento, porque intento ser poeta. La poesía es la base de todo lo que hago.
¿Cómo le ha dado por especializarse en aforismos?
Los aforismos también son una pasión de lector, una forma de ordenar el pensamiento propio, lo poco que uno tiene de pensamiento lo ordeno mediante esa disciplina y ese ejercicio de los aforismos, que te obligan a sintetizar, a procurar jugar alrededor de las ideas.
¿El aforismo surge o se busca?
Creo que toda la escritura nace del propósito de que nazca. Uno tiene ideas, tiene ocurrencias, tiene… pero luego está el descubrimiento de la escritura a medida que va escribiendo. Lo anterior, los planes, las anotaciones…, no es la escritura, es trabajo previo que queda en el aire, se difumina. El aforismo es un destello del pensamiento, pero hay que sentarse, hay que darle forma, volverlo del revés, limarlo, para que al final sea lo que es.
¿Todos los días un aforismo, como con los plátanos?
A lo que cuelgo en Facebook le llamo aforismo del día, como el plato del día. Me gusta que parezca que es algo alimantario y alimenticio al mismo tiempo.
¿Es precursor en echar el trabajo a rodar en las redes sociales antes de publicarlo?
Con los aforismos sí. Me parece que es un género que está casi casi hecho, pensado, para ser difundido en las redes; de consumo rápido, instantáneo casi, muy portátil. Se transporta muy bien, tanto en Facebook como en Twitter, como en Google Chrome… parece que viaje muy bien.
¿Y tiene más feed back que la poesía?
Bueno, creo que es un género bastante similar, en el sentido de que trata de explicar lo máximo con lo mínimo, trata de condensar mucho, y debería estar hecho para releerse, para pensarse. Probablemente la única forma de conocimiento de lo que hay al otro lado del mundo de la literatura son las redes. Dan la medida, y muchas veces tambien para mal, de lo que hay al otro lado. A veces te das cuenta de que la gente no entiende lo que uno querría que entendiera, sino lo que le da la gana.
¿Pero los poetas deberían estar contentos con las redes, donde circula más poesía que nunca?
Es un método maravilloso para difundir, pero sin jerarquizaciones ni filtros. La red iguala y equipara todo, porque todo es una entrada, el mismo tipo de mensaje, de botella lanzada al mar. Ahí cabe todo, lo bueno, lo malo y lo malísimo. Cada vez se difunde más, pero probablemente cada vez sea más difícil seleccionar y acceder a lo bueno. Sigo creyendo en la absoluta necesidad del filtro, del criterio,de la edición. Un editor es alguien con criterio que selecciona y da a su público un producto ya pulido.
¿Algunos poetas se pasan a la narrativa para vender más?
Nos pasamos a la narrativa porque nos gusta la narrativa. Sería un disparate hacerlo con voluntad económica. Al menos en mi caso no me ha sacado de pobre, y son tantísimas horas las que uno tiene que dedicar a una novela, a documentarse, a trabajar, que no merecería la pena sino es por vocación y por gusto.
¿Toda su literatura es hija de la experiencia?
Es una etiqueta que me gusta, pero ¿qué no es experiencia? Arte es igual a experiencia. Cualquier modalidad artística, cualquer manifestación en el ámbito del arte, es una manifestación de la experiencia del autor, entendiéndolo de forma muy amplia y muy generosa. Son los sueños, lo que uno ha leído, lo que uno ha vivido y todo lo que se le ocurre. La experiencia es todo, y no hay nada que se pueda contar, ni saber ni pensar al margen de la experiencia.
¿Mejor la vida de uno que las vidas distantes?
Bueno, una mezcla de las dos cosas. El arte lo que hace es, a través de la experiencia de la propia vida, inventar otras, enriquecer la vida propia, tratar de urdir algo que exceda la vida de uno.
¿A estas alturas estará harto de defender su condición de taurino?
Bueno, en los últimos tiempos más que nunca. Me gustan casi todas las manifestaciones taurinas pautadas, organizadas, artísticas. No me gustan ni los bous al carrer ni el toro de Tordesillas. Me gustan las corridas de toros cuando las cosas se hacen bien y tratando de propiciar la emoción estética.
¿Un poeta pierde oportunidades quedándose a vivir en Valencia?
Hoy en díauno puede ser escritor desde cualquer lugar del mundo. La calidad de la obra de un poeta no tiene nada que ver ni con la popularidad ni con el sitio desde el que escribe ni con la fama que pueda obtener. Son cosas del azar. Probablemente es más fácil tener más oportunidades de escribir en los medios importantes si uno vive en Madrid o Barcelona y hace vida social, pero a fin de cuentas la literatura se escribe estando encerrado en una habitación.
¿La crisis está influyendo mucho en su literatura?
Lo que es la crisis como tema literario, de momento no demsiado, pero es que esta crisis que nos ha tocado vivir no es un crack económico, es un crack de todo tipo: de modelo de vida, de paradigma ético, social, económico, ideológico…, y no sabemos muy bien qué es lo que va
a salir de aquí. No sé se si eso tendrá luego repercusión como argumento literario y como tema de lo que escriba. Me imagino que sí, porque todo lo que afeta a la vida propia termina por aflorar, pero en un principio tampoco soy un escritor directamente social.
¿El próximo libro?
Ahora estoy escribiendo una novela, muchos más aforismos, continúo con mis colaboraciones periodísticas, que tienen siempre en el horizonte la vocación de convertirse en un libro, porque entiendo el artículo como una forma autobiográfica, como literatura.