SD EIBAR 1 — 0 VALENCIA CF

Peno­so, lamen­ta­ble, depri­men­te… cual­quie­ra de estos epí­te­tos y aún cua­les­quie­ra otro más fuer­te toda­vía val­dría para des­cri­bir el nau­fra­gio del Valen­cia en Eibar, un cam­po don­de solo vale el esfuer­zo y la velo­ci­dad por­que, de lo con­tra­rio, no sales vivo de allí nun­ca jamás. El Valen­cia ape­nas tuvo arres­tos duran­te un tra­mo del pri­mer tiem­po, cuan­do ya había enca­ja­do el úni­co gol del par­ti­do. Pero su segun­da par­te, con el pro­yec­to euro­peo del club en el ale­ro, no pudo ser peor, a mer­ced de un equi­po sin cali­dad pero con amor pro­pio y cora­je.

El más angus­tia­do Eibar de los últi­mos años, un equi­po al bor­de del des­cen­so y con recur­sos mer­ma­dos, toda­vía tuvo for­ta­le­za para aco­go­tar al Valen­cia de sali­da duran­te un cuar­to de hora, y como quie­ra que el con­jun­to valen­cia­nis­ta sigue sin dis­po­ner de los fun­da­men­tos para una bue­na defen­sa, con­ver­ti­do en un equi­po cola­de­ro, ter­mi­nó metién­do­se en pro­pia puer­ta un ino­cen­te cór­ner. Man­ga­la, como sue­le ocu­rrir­le, ama­gó el sal­to y des­pis­tó a Kon­dog­bia, que tan len­to y par­si­mo­nio­so como siem­pre, la envió lim­pia al fon­do de la por­te­ría de Cilles­sen sin nin­gún eiba­rrés en el hori­zon­te. No sería el últi­mo desas­tre de Man­ga­la… ni de Kon­dog­bia.

Otra vez tocó remar hacia arri­ba a un equi­po cons­trui­do para el con­tra­gol­pe pero que no tie­ne capa­ci­dad de sos­te­ner un sis­te­ma defen­si­vo pode­ro­so. Pura esqui­zo­fre­nia. Más de una hora reman­do hacia la por­te­ría del Eibar, con­tra un equi­po que sí defien­de de for­ma pega­jo­sa e inten­sa en un cam­po peque­ñí­si­mo, y al que úni­ca­men­te se le pue­de meter mano jugan­do a alta velo­ci­dad y con enor­me pre­ci­sión. Solo Ferran estu­vo ento­na­do, pero solo 30 minu­tos.

Espe­rá­ba­mos un segun­do tiem­po con el Valen­cia ple­tó­ri­co de mor­dien­te y mala leche, pero ¡quiá! Cela­des, al que nun­ca se le tuer­ce ese ges­to de angus­tia exis­ten­cial que le enmar­ca el ros­tro juve­nil, no debe saber ni alzar la voz. Los valen­cia­nis­tas salie­ron al cam­po sin tono ni fres­cu­ra, sin saber qué hacer. Vis­to que no se podía sacar el balón juga­do con la pre­sión eiba­rre­sa omni­pre­sen­te, Cilles­sen se dedi­có a lan­zar pelo­tas en lar­go, una tras otra. Los nues­tros, sin embar­go, no pis­pa­ron ni una.

Cla­ro está, ni Ferran ni Gue­des están para dispu­tar balo­nes rifa­dos, ni siquie­ra Rodri­go –el pobre ape­nas tocó dos balo­nes en todo el par­ti­do– ni Gamei­ro que vino en salir a con­ti­nua­ción, mien­tras el úni­co juga­dor capaz de cazar­las al vue­lo, Maxi Gómez, vio el par­ti­do des­de el ban­qui­llo sal­vo los últi­mos y esté­ri­les cin­co minu­tos. Ver para creer, y Cela­des pre­gun­tán­do­le todo el rato a su segun­do para tra­tar de arre­glar algo. Solo se atre­vió a cam­biar hom­bre por hom­bre y dar­le reto­ques a las posi­cio­nes, pero en nin­gún momen­to fue capaz de atre­ver­se a mover el esque­ma ni a revo­lu­cio­nar la tác­ti­ca, ni cuan­do esta­ba ya camino del pre­ci­pi­cio.

Un desas­tre. El Valen­cia ni la olió a pesar de sus nece­si­da­des, del flo­jo enemi­go que había enfren­te y con el mar­ca­dor en con­tra. Pura impo­ten­cia de un equi­po sin plan B y, por lo que se obser­va en el cam­po, sin entre­na­dor. Y toda­vía que­da­ba el repar­to de pata­das de Kon­dog­bia y los sal­tos alo­ca­dos de Man­ga­la, cuyas rodi­llas des­tro­za­ban las riño­na­das de los delan­te­ros del Eibar, has­ta que el árbi­tro, con buen cri­te­rio y apia­dán­do­se de la salud de los fut­bo­lis­tas, lo envió al ves­tua­rio.

Eso es todo, ami­gos, la tem­po­ra­da está prác­ti­ca­men­te fra­ca­sa­da, y aho­ra ven­drá el tío Lim con las reba­jas. Ferran no que­rrá reno­var sal­vo por un dis­pa­ra­te de ficha y Rodri­go, una vez más, pro­ta­go­ni­za­rá el defi­ni­ti­vo cule­brón vera­nie­go para irse a jugar a un rival direc­to del Valen­cia, inclu­so de mitad de la tabla para aba­jo. Señor Murthy, ahí lo tie­ne, un entre­na­dor sin ofi­cio ni expe­rien­cia, Cela­des, segu­ra­men­te una muy bue­na per­so­na y no tan mari­man­dón y esque­má­ti­co como Mar­ce­lino, pero con­tra­ta­do para obe­de­cer sus órde­nes.

ALINEACIONES Y PUNTUACIONES (DE 0 A 10)

SD Eibar: Dmi­tro­vic (s.p.). Rober Correa (5). Pedro Bigas (5). Pau­lo Oli­vei­ra (5). José Ángel “Cote” (6). Pedro León (5). Expó­si­to (6). Esca­lan­te (6). Ore­lla­na (5). Char­les (4). Kike Gar­cía (4).

Sus­ti­tu­cio­nes: Ser­gi Enrich (4). Cris­tó­fo­ro (3). Ser­gio Álva­rez (s.p.)

Valen­cia CF: Cilles­sen (6). Wass (3). Pau­lis­ta (5). Man­ga­la (2). Gayà (3). Ferran (5). Kon­dog­bia (3). Pare­jo (3). Car­los Soler (3). Rodri­go (3). Gue­des (4).

Sus­ti­tu­cio­nes: Gamei­ro (2). Flo­ren­zi (5). Chery­sev (3). Maxi Gómez (s.p.)

GOLES: 1–0 (Kon­dog­bia en p.p. min. 16).

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