Leyendas valencianistas como Claramunt, Subirats y Fernando Gómez analizan la crisis del Valencia CF

El Valencia CF atraviesa, de nuevo, una crisis deportiva e institucional, una más de las tantas que ha vivido este club centenario a lo largo de su historia, pero con una diferencia, ahora, por primera vez, sus designios no se deciden desde la ciudad que lo vio nacer y crecer a orillas del Turia y de la acequia de Mestalla, sino desde la lejana Singapur. Esta distancia física y afectiva de los actuales dirigentes, liderados por el máximo accionista, Peter Lim, se ha visto aumentada, si cabe, desde el estallido de la pandemia originada por el Covid-19.

Una situación que empeoró con los malos resultados cosechados tras el confinamiento que derivaron en el despido del entrenador Albert Celades y en la marcha del responsable deportivo, César Sánchez. Ahora, de nuevo, Voro trata de apagar fuegos en este verano tan caliente con muchos focos activos y virulentos que no se sabe cuándo se podrán controlar y qué consecuencias acarrearán.

El primero, el hecho de no competir en la Liga de Campeones la próxima temporada, con sus consecuencias económicas y deportivas. Un incendio que se podría apaciguar, en cierta medida, si se consigue la clasificación para disputar la Europa League, lo que no va a ser fácil visto el juego desplegado por el equipo y su falta de tono físico en este esprint final de la Liga.

Por otra parte, incluso instituciones como el Ayuntamiento de Valencia, reclaman a los actuales dirigentes que cumplan objetivos marcados como los de finalizar el nuevo estadio, pues los plazos se van acabando sin una solución a la vista.

Todo ello incrementa el distanciamiento de la afición hacia un club que siempre ha sentido como propio, pero que cada vez lo ve como más ajeno. Un incendio que se extiende sin control entre el valencianismo y que es necesario atajar, con eficiencia, cuanto antes.

Para tratar de analizar la situación tanto deportiva como institucional de la entidad valencianista hemos hablado con jugadores muy importantes que vistieron la camiseta del club en varias épocas y que acumulan, entre todos, la práctica totalidad de los títulos y grandes momentos vividos en las últimas décadas. Ellos son Pep Claramunt, Javier Subirats y Fernando Gómez. Tres joyas del centro del campo, un lugar donde siempre el Valencia ha contado con un líder capaz de dirigir al equipo.

Pep Claramunt. Puçol. 1946 (73 años)

Un cromo de Pep Claramunt.

Centrocampista. Ex capitán.

Jugador del Valencia CF de 1966 a 1978

Palmarés en el club:

  • Campeón Copa Generalísimo en 1967
  • Campeón Liga 1970/71

“El Valencia CF para Peter Lim es un negocio y tiene que equilibrarlo. Eso a veces el aficionado no lo entiende”

Nacido en Puçol, donde el estadio de fútbol lleva su nombre, Pep Claramunt es una de las leyendas vivas del Valencia CF. Su maestría y polivalencia desde el centro del campo fue clave para conseguir éxitos como la Copa del Generalísimo (1967), en su primer año en el primer equipo, o la Liga de la temporada 1970/71, cuando ejercía como capitán bajo las órdenes del entrenador, Alfredo Di Stéfano. Una Liga que sería, por cierto, la última conseguida por el club de Mestalla antes de las logradas en las temporadas 2001-02 y 2003/04. Claramunt, que además, fue el primer valenciano que ejerció de capitán en la selección española, es, con todo merecimiento, uno de los ex jugadores más queridos y reconocidos por la afición blanquinegra.

Preguntado por esta temporada actual tan irregular, indica: “Cuando las cosas no va bien, cambio entrenadores… el equipo no se acopla bien, si además hay lesiones y todo lo que ha sucedido este año, ocasiona que la campaña no sea buena”. Él pone el foco en que jugadores relevantes como Gonzalo Guedes, que “no han estado en forma, y los cambios no han mejorado la situación”.

Claramunt lamenta que en el fútbol actual “muchos cambios se dan obligados por las circunstancias. Hay objetivos que se quieren cumplir rápidamente, entra el nerviosismo y las prisas hacen que no se tomen las decisiones adecuadas. Y al final resulta, como ha sucedido, que el relevo de entrenador en vez de beneficiar al equipo, lo perjudicó”.

El excapitán, sin entrar en detalles, comenta que Marcelino había realizado una labor muy buena, pero quería hacer cosas tal vez no permitidas y, por circunstancias, ocurrió que no se tuvo paciencia con él. Son decisiones, tal vez precipitadas y no meditadas, y eso hizo que en vez de generarse un clima de estabilidad y confianza para que el equipo funcionara mejor, se creó otro de precipitación que ha demostrado que no benefició al equipo”.

«Marcelino había realizado una labor muy buena, pero quería hacer cosas tal vez no permitidas y, por circunstancias, ocurrió que no se tuvo paciencia con él. Son decisiones, tal vez precipitadas y no meditadas»

Sobre el proyecto de Peter Lim, Pep Claramunt pone en positivo que “hay que valorar que aceptó coger las riendas de un club que nadie quería. Criticar es muy fácil cuando las cosas no funcionan, pero cuando van bien se dice que fue el salvador en un momento muy adecuado cuando había una situación muy mala”. Él lamenta que “ahora queremos matarlo, cuando vino con aspiraciones de hacer un gran club”.

Una diferencia respecto a su época y la actual es que “antes el Valencia era un sentimiento, no había riesgo económico para casi nadie. Ahora, el máximo accionista arriesga y toma decisiones económicas que tal vez no favorecen al aficionado porque este quiere triunfos, jugadores importantes, que el club sea grande y que esté en Europa… ahora, en cambio, las circunstancias no son las que quiere el aficionado y es normal que no esté de acuerdo”, reflexiona.

Para él, el balance general de la época de Peter Lim entra “dentro de lo normal, manteniendo el equipo en Europa, con altibajos por la situación económica y con decisiones que tal vez no son agradables para el aficionado porque quiere tener un Valencia grande, en Europa y que pueda competir a nivel de los grandes”.

Pep Claramunt durante un reciente homenaje en su localidad natal, Puçol.

Preguntado sobre si el proyecto de Peter Lim puede y debe continuar dice: “Él buscará lo mejor en todos los sentidos. El Valencia para él es un negocio y tiene que equilibrarlo, eso a veces el aficionado no lo entiende, porque él quiere tener grandes jugadores, competir en lo mejor. El sentimiento de aficionado no es como el de un presidente que arriesga su dinero y quiere un equilibrio entre lo económico y ese sentimiento. Es complicado de entender. El aficionado, en cambio, no piensa en el negocio, sino sentimientos y en que su equipo sea el mejor de Europa”.

«Aparte de los sentimientos que Peter Lim pueda tener, para él el Valencia CF es un negocio y si tiene una oferta igual la contempla, no descarto que pueda vender»

Finalmente, Claramunt cree que Peter Lim podría irse siempre que se le haga llegar “una oferta importante y que él vea si le compensa. Si es así, intentará hacer su negocio y lo veo normal. Los sentimientos son de los aficionados, aparte de los sentimientos que Peter Lim pueda tener, para él el Valencia CF es un negocio y si tiene una oferta igual la contempla, no descarto que pueda vender. Es una empresa y él va a intentar que su empresa sea rentable”. Eso sí, reconoce que, actualmente, “la situación del club no es buena para vender. Si estuviera en Europa sería mucho mejor, pero aún así el Valencia CF es un equipo importante, con un caché relevante”.

Javier Subirats. Paterna. 1957 (62 años)

Un cromo de Javier Subirats.

Centrocampista

Jugador del Valencia CF de 1977 a 1990

Director deportivo de 1998 a 2002 y la temporada 2005/06

Palmarés en el Club:

  • Campeón de la Recopa de Europa en 1980
  • Campeón de la Supercopa de Europa en 1980

«Ahora el club está en una indecisión. Es un proyecto que tiene ya seis años, pero ahora mismo estamos como al inicio»

Justo en el momento en que Claramunt afrontaba sus últimos momentos como jugador valencianista, otro centrocampista valenciano empezaba a despuntar. Se trataba de Javier Subirats, natural de Paterna y que estuvo en el club valenciano unos 13 años, en los que ganó la Recopa y la Supercopa de Europa y formó parte de la conocida como era Kempes. Aunque no participó en el título de la Copa del Rey de 1979 porque esa temporada se había ido cedido al Girona. Ambos títulos europeos se consiguieron en 1980 y fueron los últimos grandes logros continentales del club antes de las finales de la Liga de Campeones de 2000 y 2001 y de los títulos de la Copa de la Uefa de 2004 y la Supercopa de Europa de 2004. Precisamente, Subirats fue también uno de los grandes artífices de algunos de esos éxitos, pues ejerció como director deportivo del club valenciano desde 1998 a 2002 y también la temporada 2005/06. Él fue quien fichó a entrenadores como Héctor Cúper o Rafa Benítez o a jugadores tan relevantes como David Villa, Adrian Ilie «la Cobra», Kily González, Rubén Baraja, David Albelda, Javier Farinós, Pablo Aimar, Rubén Ayala, Juan Sánchez, Carlos Marchena, Fabio Aurelio... entre otros, y vivió también la conquista de la Liga de 2002.

Subirats en Mestalla

Preguntado por su valoración de la temporada actual se muestra tajante: “La valoración es muy negativa, el objetivo del Valencia no se cumplió que es estar en Champions, y entrar en Europa League está complicado, que, además, repito, no es el objetivo. Creo que fue un error el cambio del entrenador, Marcelino, y de uno de los principales directivos como era Mateu Alemany. Ahora el club está en una indecisión. Veremos a ver. Es un proyecto que tiene ya seis años, pero en el que, ahora mismo. estamos como al inicio».

Al referirse, precisamente, a esos seis años de Peter Lim como máximo accionista, destaca los altibajos: “La primera temporada, con Nuno, se hizo una campaña correcta. Luego, la temporada pasada fue la mejor, con dos buenos profesionales en cada área y con cierta autonomía, que es lo que tiene que ser un club de fútbol, pero ahora estamos en el punto de partida”.

«De todo lo que nos vendían, de que esto iba a ser la panacea con la entrada de Lim, de todo lo que nos vendieron Salvo y Aurelio Martínez, no se ha dado nada»

Más duro es respecto a la cuestión económica: “No conozco las cifras exactas, pero parece claro que de todo lo que nos vendían, de que esto iba a ser la panacea con la entrada de Lim, de todo lo que nos vendieron Salvo y Aurelio Martínez no se ha dado nada”.

Subirats recuerda que, de cara al futuro del club, Peter Lim es todavía el máximo accionista: “Seguir o no es una decisión que están en manos de él o en que se genere una revolución muy grande por parte de la sociedad valenciana. Y que los que pueden exigirle que cumpla con los compromisos adquiridos, como la finalización del estadio, que lo hagan. Y, si no cumple, que se genere la posibilidad de vender a otras personas”.

Él matiza que “no sé si, ahora mismo, habría alternativas. Lo primero es si quiere o no vender y luego ver si hay capacidad económica de otros grupos o personas. El club y la ciudad son atractivos para invertir, pero sí que me gustaría que fueran personas valencianas o que tengan algo de sentimiento hacia el club”, expresa.

«Hay un poco de desafección. Aunque el dueño estuviera en Singapur, las personas del día a día deberían tener más afección. Estar en Valencia, tener capacidad para tomar decisiones y también disponer de autonomía para tomarlas»

Subirats, como ex jugador y como valencianista reconoce que, hoy por hoy, “hay un poco de desafección. Las decisiones se toman a muchos kilómetros. Aunque el dueño estuviera en Singapur y tenga otros compromisos, las personas del día a día deberían tener más afección. Estar en Valencia, tener capacidad para tomar decisiones y también disponer de autonomía para tomarlas”, finaliza.

Fernando Gómez. Valencia. 1965 (54 años)

Cromo de Fernando Gómez.

Centrocampista. Ex capitán

Jugador del Valencia CF de 1983 a 1998

Secretario técnico del club de 2008 a 2011

“Qué importa que quien mande sea valenciano o de Singapur, lo que importa es que se hagan las cosas bien y se consigan resultados”

Uno de los jugadores más relevantes para el valencianismo en las décadas de los 80 y 90 fue Fernando Gómez. El eterno capitán todavía es el jugador que más veces ha vestido la camiseta del club blanquinegro en partidos oficiales, con un total de 553. Fernando fue internacional y disputó el Mundial de 1990 y también rechazó diversas ofertas de clubes importantes como el Barcelona y el Real Madrid para seguir vistiendo los colores del equipo de toda su vida. Y eso a pesar de que su época estuvo a caballo entre los títulos europeos de 1990 y el de la Copa del Rey de 1999, conseguido justo un año después de su marcha. Por si fuera poco, vivió el descenso a Segunda División en la temporada 1985/86, pero ni siquiera ahí se marchó, sino que fue uno de los artífices del rápido ascenso la temporada siguiente.

Posteriormente fue director deportivo del club, bajo la presidencia de Manuel Llorente, entre 2008 –el año en que se conquistó la Copal del Rey con Koeman como entrenador– y 2011. La sociedad y la entidad blanquinegra se encontraban en medio de una gran crisis económica y tuvo que vender a algunas grandes estrellas como David Villa, David Silva, Juan Mata o Raúl Albiol, es decir, algunos de los jugadores que había traído al club Javier Subirats.

Fernando Gómez es el jugaror que más veces ha vestido la camiseta del Valencia CF en partido oficial.

Ahora, preguntado por la actualidad del equipo, afirma que el momento de echar a Marcelino y Mateu Alemany “no era el adecuado”, pero matiza que “hay que conocer toda la información para saber por qué un entrenador que ha sido campeón de Copa y ha clasificado a equipo para la Champions es destituido. Hubo mucha rumorología. Algunos hablaban de unas causas, otros de otras, otros afirmaban incluso que no había motivos”. Pero, pese a todo ello, Fernando explica que “yo me someto a analizar la realidad, Marcelino fue cesado y quizás el sustituto no era un entrenador de experiencia y que en principio, aunque el mundo del fútbol es complicado, que garantizase un éxito o, al menos, una dinámica regular acorde con la calidad de los jugadores”.

«Marcelino fue cesado y quizás el sustituto no era un entrenador de experiencia y que en principio, aunque el mundo del fútbol es complicado, que garantizase un éxito o, al menos, una dinámica regular acorde con la calidad de los jugadores”.

También argumenta que no es menos cierto que “hasta enero estábamos contentos. En Liga estábamos en puestos Champions, con más puntos que en la temporada anterior, y en la Europa League, clasificados para octavos”. No obstante, agrega “tras el confinamiento algo pasó. Es algo que deberíamos analizar con detenimiento y hay que responsabilizar de ello a todo el mundo”. Llegados a este punto, afirma que “la decisión de echar a Celades me pareció normal. No parecía que fueran a contar con él para la otra temporada. Por tanto, de cara a los últimos partidos era mejor eliminar ese factor que parecía que sembraba controversia entre aficionados, periodistas y hasta jugadores. Fue la mejor decisión”. Por tanto, “ahora solo queda esperar que Voro y los jugadores traten de terminar la temporada con el mejor ambiente posible, esperar que puedan conseguir la clasificación para la Europa League que es lo mínimo que se debe alcanzar. No tiene ni punto de comparación con la Champions en lo económico, pero deportivamente mantendrás el prestigio de estar en Europa».

«La decisión de echar a Celades me pareció normal. No parecía que fueran a contar con él para la otra temporada. Por tanto, de cara a los últimos partidos era mejor eliminar ese factor que parecía que sembraba controversia entre aficionados, periodistas y hasta jugadores»

Sobre el balance de la era Lim, habla de altibajos que, no obstante, no son algo ajeno a la historia del club: “No ha tenido suerte en la forma de actuar o de decidir. Sí que es verdad que ha habido momentos buenos que han sido consecuencias de sus decisiones. La llegada de Nuno nos metió en la Champions. Las dos temporadas de Marcelino estuvieron muy bien a nivel de resultados deportivos. Pero luego están también las etapas de Neville, Ayestarán o Celades. Ha sido una marcha muy irregular y es una pena que esos momentos malos se hayan producido porque el club volvía a tener gran prestigio en Europa jugando la Champions y económicamente los presupuestos crecían. La definiría como una época muy irregular”.

Fernando entrenará la próxima temporada al Benigànim, en Tercera División.

No obstante, añade que “El Valencia ha tenido esta irregularidad siempre. Por lo menos en los últimos 40 años, y siempre ha sido con dueños o presidentes valencianos. Más que de tratarse de dónde es quien manda, se trata del fútbol”.

«El Valencia ha tenido esta irregularidad siempre. Por lo menos en los últimos 40 años, y siempre ha sido con dueños o presidentes valencianos. Más que de tratarse de dónde es quien manda, se trata del fútbol»

Fernando reconoce que “el que manda quiere decidir, sobre todo en el aspecto deportivo. De fútbol sabemos todos y tenemos nuestra opinión. Cuando más intentas influir en las decisiones deportivas, más responsable te has de sentir, pero más te puedes equivocar. Habrá que recordar que esto ha pasado con muchos otros dueños y presidentes valencianos y valencianistas”, rememora.

Sobre cómo debería funcionar el club, afirma que “no hay un modelo que te asegure el éxito, pero sí elegir a las personas que ejecuten bien tu modelo. Hazlo bien, eso es lo que importa”. Él, en los últimos 40 años, que son “los que he estado pendiente del club, he visto de todo. Al final, qué importa que quien mande sea valenciano o de Singapur, lo que importa es que se hagan las cosas bien y se consigan resultados, no solo a nivel deportivo, sino gestionando bien en lo económico y lo social”.

«No hay un modelo que te asegure el éxito, pero sí elegir a las personas que ejecuten bien tu modelo. Hazlo bien, eso es lo que importa»

A Fernando Gómez, por tanto, más que preocuparle si Peter Lim debe o no continuar, lo que le preocupa es “que las cosas se hagan bien”. Y agrega: “Lim ha tenido años buenos y malos, momentos de decidir de una manera y de hacerlo de otra. Si nadie le va a comprar el club, cosa que parece complicado que suceda ahora, debe aprender de los errores cometidos para ejecutar mejor, aunque no sé si va a pasar o no”. Por tanto su deseo es “que las decisiones sean las mejores posibles y que aprendan de sus errores y del ambiente que rodea su gestión”.

Finalmente, Fernando destaca que estos son “momentos de decepción y de tristeza. Pero el verdadero valencianista está para los buenos y los malos momentos”.

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