intro-alex_0.jpg

Si algu­na inten­ción tie­ne la expo­si­ción que el IVAM dedi­ca al estu­dio A‑cero es la de mos­trar la capa­ci­dad arqui­tec­tó­ni­ca de este últi­mo, tras­cen­dien­do de una vez el rui­do mediá­ti­co que sue­le pro­du­cir­se en torno a sus com­po­nen­tes, Joa­quín Torres y Rafael Lla­ma­za­res. Torres, lla­ma­do el arqui­tec­to de los famo­sos, es un per­so­na­je sin­gu­la­rí­si­mo, con mucha fuer­za vital, capa­ci­dad de tra­ba­jo y de nego­cio. Pero es tam­bién un exce­len­te arqui­tec­to, atre­vi­do, capaz de asu­mir ries­gos y que nun­ca se con­for­ma con el camino fácil.
Así que no le extra­ñe a nadie que sea un triun­fa­dor, que los perio­dis­tas se lo rifen y que la arqui­tec­tu­ra que pro­po­ne le intere­se al gran públi­co. Pero Torres no aban­do­na por ello ni uno solo de los pos­tu­la­dos de la arqui­tec­tu­ra moder­na, al con­tra­rio. Es en estos momen­tos su gran difu­sor en nues­tro país. Y no hace sola­men­te man­sio­nes –que por cier­to han hecho todos los gran­des arqui­tec­tos del siglo xx–, sino tam­bién edi­fi­ca­cio­nes públi­cas, vivien­das pro­te­gi­das y, en espe­cial, modu­la­res que, cabe seña­lar­lo, fabri­ca des­de la Comu­ni­tat Valenciana.Otras empre­sas impor­tan­tes de aquí, como el gru­po Por­ce­la­no­sa o Von­dom, han con­fia­do en A‑cero para tra­ba­jar con­jun­ta­men­te. La edi­to­ra de esta revis­ta, Ruza­fa Show, ha cola­bo­ra­do en el dise­ño del catá­lo­go de la expo­si­ción, cuyo comi­sa­rio es el edi­tor jefe de esta mis­ma City, Juan Lagar­de­ra, y pode­mos decir sin amba­ges que tra­ba­jar jun­to al equi­po téc­ni­co y humano de A‑cero ha sido muy esti­mu­lan­te y crea­ti­vo.
Real­men­te nos sen­ti­mos orgu­llo­sos de haber cola­bo­ra­do en esta mues­tra, Vivir en la Arqui­tec­tu­ra, y se la reco­mien­do fer­vien­te­men­te. Así que entre una mas­cle­tà, la visi­ta a un monu­men­to falle­ro y una ofren­da, den­se un res­pi­ro por el IVAM y dis­fru­ten de una expo­si­ción con­ce­bi­da para que le gus­te a todo el mundo.Esperemos, por lo demás, que las Fallas sir­van este año para traer el buen tiem­po pero tam­bién para ini­ciar la nece­sa­ria recu­pe­ra­ción del con­su­mo, en espe­cial en el sec­tor de la hos­te­le­ría. Les pro­po­ne­mos una ruta de tapeo por la ciu­dad, esa casi obli­ga­da ten­den­cia de la coci­na sen­ci­lla, eco­nó­mi­ca, casual y con raí­ces que se abre paso para supe­rar la cri­sis y la deca­den­cia de la alta gas­tro­no­mía.
Deje­mos pues que la calle se tor­ne una fies­ta y que siquie­ra por unos días se olvi­de de con­fron­ta­cio­nes. Lo impor­tan­te es recu­pe­rar el pul­so, y algu­nos sín­to­mas empie­zan a dar bue­nas seña­les, empe­zan­do por la car­te­le­ra de tea­tro y tam­bién por la ofer­ta musi­cal, dos ámbi­tos en los que des­de este núme­ro vamos a des­ta­car dos reco­men­da­cio­nes de la mano de una gran cer­ve­za, Mahou, des­de siem­pre al lado de la cul­tu­ra.

Si algu­na inten­ción tie­ne la expo­si­ción que el IVAM dedi­ca al estu­dio A‑cero es la de mos­trar la capa­ci­dad arqui­tec­tó­ni­ca de este últi­mo, tras­cen­dien­do de una vez el rui­do mediá­ti­co que sue­le pro­du­cir­se en torno a sus com­po­nen­tes, Joa­quín Torres y Rafael Lla­ma­za­res. Torres, lla­ma­do el arqui­tec­to de los famo­sos, es un per­so­na­je sin­gu­la­rí­si­mo, con mucha fuer­za vital, capa­ci­dad de tra­ba­jo y de nego­cio. Pero es tam­bién un exce­len­te arqui­tec­to, atre­vi­do, capaz de asu­mir ries­gos y que nun­ca se con­for­ma con el camino fácil.
Así que no le extra­ñe a nadie que sea un triun­fa­dor, que los perio­dis­tas se lo rifen y que la arqui­tec­tu­ra que pro­po­ne le intere­se al gran públi­co. Pero Torres no aban­do­na por ello ni uno solo de los pos­tu­la­dos de la arqui­tec­tu­ra moder­na, al con­tra­rio. Es en estos momen­tos su gran difu­sor en nues­tro país. Y no hace sola­men­te man­sio­nes –que por cier­to han hecho todos los gran­des arqui­tec­tos del siglo xx–, sino tam­bién edi­fi­ca­cio­nes públi­cas, vivien­das pro­te­gi­das y, en espe­cial, modu­la­res que, cabe seña­lar­lo, fabri­ca des­de la Comu­ni­tat Valenciana.Otras empre­sas impor­tan­tes de aquí, como el gru­po Por­ce­la­no­sa o Von­dom, han con­fia­do en A‑cero para tra­ba­jar con­jun­ta­men­te. La edi­to­ra de esta revis­ta, Ruza­fa Show, ha cola­bo­ra­do en el dise­ño del catá­lo­go de la expo­si­ción, cuyo comi­sa­rio es el edi­tor jefe de esta mis­ma City, Juan Lagar­de­ra, y pode­mos decir sin amba­ges que tra­ba­jar jun­to al equi­po téc­ni­co y humano de A‑cero ha sido muy esti­mu­lan­te y crea­ti­vo.
Real­men­te nos sen­ti­mos orgu­llo­sos de haber cola­bo­ra­do en esta mues­tra, Vivir en la Arqui­tec­tu­ra, y se la reco­mien­do fer­vien­te­men­te. Así que entre una mas­cle­tà, la visi­ta a un monu­men­to falle­ro y una ofren­da, den­se un res­pi­ro por el IVAM y dis­fru­ten de una expo­si­ción con­ce­bi­da para que le gus­te a todo el mundo.Esperemos, por lo demás, que las Fallas sir­van este año para traer el buen tiem­po pero tam­bién para ini­ciar la nece­sa­ria recu­pe­ra­ción del con­su­mo, en espe­cial en el sec­tor de la hos­te­le­ría. Les pro­po­ne­mos una ruta de tapeo por la ciu­dad, esa casi obli­ga­da ten­den­cia de la coci­na sen­ci­lla, eco­nó­mi­ca, casual y con raí­ces que se abre paso para supe­rar la cri­sis y la deca­den­cia de la alta gas­tro­no­mía.
Deje­mos pues que la calle se tor­ne una fies­ta y que siquie­ra por unos días se olvi­de de con­fron­ta­cio­nes. Lo impor­tan­te es recu­pe­rar el pul­so, y algu­nos sín­to­mas empie­zan a dar bue­nas seña­les, empe­zan­do por la car­te­le­ra de tea­tro y tam­bién por la ofer­ta musi­cal, dos ámbi­tos en los que des­de este núme­ro vamos a des­ta­car dos reco­men­da­cio­nes de la mano de una gran cer­ve­za, Mahou, des­de siem­pre al lado de la cul­tu­ra.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia