La Columna Abierta
El lado siniestro de grandes personajes
Los periodistas Malcom Otero (Barcelona, 1973, escribe de literatura en Prensa Ibérica) y Santi Giménez (delegado del periódico As en Barcelona) indagan en la cara oculta de numerosas celebridades situadas en el imaginario popular más allá del bien y del mal. Tras el volumen titulado El club de los execrables, los dos reporteros publican ahora una segunda entrega, Más execrables que nunca, ambos publicados por la editorial ‘B’.
Personajes ilustres como Giulio Andreotti, D’Annunzio, Simone de Beauvoir, el Papa Benedicto XVI, Berlusconi, Vicente Blasco Ibáñez, Simón Bolívar, David Bowie, Francesc Cambó, Ceaucescu, Bobby Fischer, Jomeini, Maradona, Carlos Menem, Richard Nixon, La Pasionaria, Pelé, Rimbaud, Juan Antonio Samaranch, Tito o Virginia Woolf, entre otras luminosas referencias, aparecen en las páginas de este libro bajo una luz nada favorecedora. Otero y Giménez no se casan con nadie –es un decir- y nos revelan en 350 desmitificadoras páginas el lado siniestro de famosos y famosas de todas las ideologías. Las cosas, la política, la cultura, las ideologías, la fama y, en definitiva, las personas son siempre más complejas de lo que creen las mentes ingenuas. Sin más preámbulo reproduzco tal cual, a modo de ejemplos sobre el estilo del libro, tres implacables retratos publicados en Más execrables que nunca.
Simone de Beauvoir, (escritora, París, 1908–1986): “Ahora desenmascararemos a quién es quizá la mujer más importante en el feminismo teórico. Iremos con cuidado de no meter la pata, porque fue una figura importantísima, defensora de los derechos de la mujer en unos años muy complicados (…) Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Nuestra heroína de hoy es una mujer falsa, manipuladora, mentirosa, colaboracionista con el nazismo, amiga de otros genocidas, insensible, cruel y con actitudes que rozan la pederastia”.
Silvio Berlusconi (político y empresario italiano, Milán, 1936–2023). “Ya hemos dicho que tenía un tigre en la bragueta. Todo empezó a complicarse cuando Berlusconi dejó de disimular su lujuria y se presentó en una fiesta con Noemi Letizia, que aquel día cumplía 18 años. Verónica, la mujer de Silvio, le pidió el divorcio. En 2009 saltó el escándalo de las fiestas que Berlusconi organizaba en Certosa (Cerdeña) y Villa San Martino (Arcore). Eran fiestas con prostitutas menores y cocaína, verdaderas orgías (…) Incluso se vio al ex primer ministro checo Mirek Topolánk desnudo con el arma cargada”.
David Bowie (cantante, Londres, 1947–2016). “Bowie no solo se metía en la cama con niñas. Sus ideas políticas también eran de traca. Dijo a Playboy: ‘Creo que Gran Bretaña podría beneficiarse de un líder fascista. Al fin y al cabo, el fascismo es, en realidad, nacionalismo. Creo firmemente en el fascismo, la gente siempre ha respondido con más eficacia a un liderazgo regimental. Adolf Hitler fue una de las primeras estrellas del rock. Tiene que surgir un frente de extrema derecha que lo arrase todo y lo ponga todo en orden (…) si yo hubiera estado en Alemania, habría sido Hitler”.
Les avisé al inicio de la presente crónica: las celebridades retratadas en las páginas de este libro aparecen bajo una luz nada favorecedora. ¿Son difamaciones o sus autores despliegan un estricto amor por la verdad? Los lectores tienen la palabra.
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