El sector de la restauración pide comprensión y solidaridad a la ciudadanía y las instituciones.
Después de mes y medio de cierre forzoso por las medidas sanitarias y de distanciamiento social impuestas a raíz de la pandemia del Covid-19, la hostelería se enfrenta a las diferentes fases de la desescalada con muchos interrogantes y con varias reivindicaciones sobre la mesa. Valencia City ha hablado con los representantes de algunas de las principales asociaciones de hostelería de Valencia para conocer sus preocupaciones y ver cómo afrontan las próximas semanas y también una temporada estival que se presenta con grandes incógnitas.
Mientras tanto, desde la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) han lanzado un comunicado en el que llaman a la solidaridad y generosidad del movimiento vecinal, y de las instituciones públicas, en especial del Ayuntamiento de Valencia, para plantear la revisión de las terrazas de cara al próximo verano, así como otras medidas que puedan ayudar a minimizar las millonarias pérdidas económicas en un sector tan estratégico como es el de la hostelería y el turismo.
Será en las terrazas, precisamente, donde estará la clave para la supervivencia de gran parte de negocios de hostelería, por lo que tanto desde la FEHV como desde las diferentes asociaciones de hostelería ya han pedido que se pueda ampliar el espacio de uso de las mismas y también los horarios.
No obstante, y como lamentan desde la federación presidida por Manuel Espinar: “A pesar del compromiso de diálogo mostrado por el Ayuntamiento de Valencia hacia el sector a la hora de abordar este tema, lamentamos que las principales propuestas que se han realizado desde la FEHV han sido rechazadas directamente. Cuestiones como la ampliación del horario de verano o la reversión y revisión de las limitaciones de terrazas en zonas como El Carmen, Ruzafa o el Centro han sido desestimadas, principalmente aludiendo por parte del Ayuntamiento a la necesidad de hacer compatible el equilibrio entre la actividad empresarial y el descanso de los vecinos”.
Otros consistorios, como Gandía, ya han anunciado que permitirán ampliar las terrazas a los locales que así lo soliciten, además de suspender también las tasas de las mismas. No obstante, la concejala de Espacio Público del Ayuntamiento de Valencia, Lucía Beamud, anunciaba tras la reunión de hace unos días con la FEHV que en la capital del Turia se mantendrán los planes de control del espacio público de las terrazas y los horarios vigentes, en especial en los barrios con más alta concentración de locales de ocio, aunque agregó que se agilizarán los trámites burocráticos para conceder nuevos permisos de terrazas así como la suspensión de las tasas de las terrazas para este año.
Uno de estos barrios es Ruzafa. La presidenta de la Asociación por una hostelería responsable en Ruzafa, Al-Balansí, y propietaria del restaurante El Camerino,Amor López, pide comprensión tanto a las instituciones públicas como a los vecinos y recuerda que la mayor parte de los hosteleros de la zona son también vecinos y vecinas “y queremos lo mejor para nuestros barrios”.A lo que añade que su asociación forma parte de la plataforma Convivir Ruzafa, que integra a comerciantes, vecinos, casales falleros…
“La sensación general–comenta Amor López– es de desolación. El comercio está sufriendo mucho también, las Fallas fueron canceladas… Hasta que la gente no se anime a salir a la calle no va a haber reactivación. Ese kilómetro cero, del que tanto se habla en gastronomía, tiene que ser ahora general para empezar a reactivar los barrios desde la gente que vive en ellos”. Ella recuerda que las terrazas ya fueron recortadas el año pasado: “Medidas como la de poder ocupar tan solo tu fachada llevaron a reducciones que en algunos casos alcanzaron el 70%. ¿Puede un local que se ha quedado con tres mesas abrir ahora al 30%, es decir, solo con una?”,se pregunta.
Las Arenas: “La playa es el espejo de la ciudad”
En otras zonas hosteleras de Valencia como los paseos de la Malvarrosa o el de las Arenas, tanto por cuestiones de espacio como por existir un mayor alejamiento respecto a las zonas residenciales, las medidas de ampliación de terrazas podrían aplicarse de una forma más sencilla y cómoda para todas las partes. En este sentido, el presidente de la Asociación de empresarios de hostelería de la playa de las Arenas, José Miguel Bielsa, plantea poder ocupar la zona interior que hay entre los jardines y el paseo, así como los propios jardines y, en los casos en que se considere oportuno, también parte de la arena, pues recuerda que existen 300 metros de arena hasta el mar, “lo que facilitará–dice– tanto cumplir con las medidas de distanciamiento social como el poder usar esta arena para colocar terrazas en ella y mitigar el impacto de estas medidas ocasionadas por el Covid-19”.
Bielsa recuerda que son peticiones que ya habían hecho incluso antes de esta crisis, pero ahora son todavía más fundamentales, así como otras, por ejemplo la de reformar el paseo marítimo, que cuenta ya con 25 años y “se ha quedado obsoleto”, o la de mejorar las aceras de la zona interior del paseo, la que da al aparcamiento.
“La playa es el espejo de la ciudad–comenta Bielsa–, los turistas cuando llegan a Valencia lo primero que preguntan es dónde está la playa y esta tiene que tener un aspecto excelente en todos los sentidos”. Respecto a la negativa del consistorio de ampliar las terrazas, alerta de que “será muy complicado para muchos establecimientos abrir con el 30% de aforo e incluso también con el 50%. Ya tuvimos el temporal de invierno, la cancelación de las Fallas, la Semana Santa… se ha perdido la mitad de la facturación del año y hay muchas incógnitas sobre cómo funcionará el verano”.
Patacona: “Necesitamos condonaciones, no moratorias que solo llevan a acumular deudas”
También con muchas preguntas en el aire afrontan las semanas y meses venideros los hosteleros de la playa de la Patacona. Su presidente, Pepe Ripoll, confiesa que las medidas anunciadas “no dan demasiadas pistas”. Y agrega: “Nos preocupa la vuelta de los trabajadores, no sabemos si podremos trabajar con parte de ellos o si tenemos que cogerlos a todos o un tanto por cien de la jornada de cada uno. Estamos intentando tener una reunión con el Ayuntamiento (de Alboraia) para negociar las ampliaciones de las terrazas y poder compensar así, en la medida de lo posible, el tanto por cien que perdemos con las medidas de aislamiento. También reclamamos compensaciones económicas como la cancelación de tasas…”.
Ripoll incide en que medidas propuestas hasta ahora como el aplazamiento de tasas e impuestos “son pan para hoy y hambre para mañana. Lo que reclamamos son condonaciones, no moratorias porque eso solo lleva a acumular deudas. En hostelería, lo que no haces hoy no lo haces mañana; serán pérdidas que no se pueden compensar. No es como una fábrica que, tal vez, puede compensar luego incrementando su producción”.
La misma opinión expresa el presidente de la Asociación de Restaurantes de la playa de la Malvarrosa, José Miralles: “En ningún momento se habla de condonaciones de impuestos. Nosotros no podemos cargar con más deudas, no pueden volver a dejarnos caer como sucedió en la crisis de 2008. La hostelería ha dado un paso adelante muy importante en la Comunidad Valenciana en los últimos años. Estábamos en un momento excepcional de consumo, turistas, calidad de servicio. El sector estaba en un posicionamiento elevado a nivel nacional, junto a Málaga éramos la región con mayor proyección. Las instituciones no nos pueden dejar caer, deberían de condonar muchas deudas e impuestos”.
Al igual que sucede con los restaurantes de la playa de la Malvarrosa, el suelo donde se ubican los de la Patacona pertenece a Costas. En este sentido, Ripoll demanda comprensión y colaboración entre todas las administraciones públicas: “El Ayuntamiento debe solicitar los permisos a Costas y pelear para que colaboren. Todos juntos debemos luchar para salir de esta situación. Aquí todos buscamos el mismo objetivo, que es que las cosas funcionen, salir de este agujero, dar servicio y procurar que los trabajadores vuelvan a sus puestos de trabajo”.
Reactivar un turismo de proximidad
Los hosteleros coinciden en que, al menos a corto y medio plazo, tendrán que ser los ciudadanos de las propias ciudades y zonas cercanas los que consuman en sus restaurantes y también se hospeden en sus hoteles. “Será algo primordial. El turismo va a ser de proximidad. Nuestra zona de restauración se nutre de los habitantes de la ciudad en un 50%, pero ahora este porcentaje será mayor”,comenta José Miguel Bielsa. Él, que fue director del hotel Neptuno, matiza que los alojamientos hoteleros lo tendrán algo más complicado, al menos al inicio: “Es muy difícil que alguien de la ciudad o de los pueblos se aloje en nuestros hoteles. Por otra parte, también es cierto que, por ejemplo, en los de primera línea de playa se experimenta un relax y sensaciones únicas como ver la salida del sol desde la habitación o cenar a la luz de la luna y con la brisa del mar, que son un valor extra”.Él ve como fundamental que se reactive cuanto antes el turismo de las zonas del interior de España como Zaragoza o Madrid y espera que de julio a septiembre la situación mejore.
Mientras tanto, Pepe Ripoll, desde la Patacona, confía en el respaldo de la clientela, como así le han expresado durante estas semanas a través de redes sociales, llamadas, mensajes… “confiamos en el apoyo de nuestros clientes. A través de las redes sociales vemos que la gente apuesta por venir y nos apoya, pero también hay que ver en qué condiciones podrán hacerlo. Hasta ahora la gente tenía una economía y una disponibilidad, pero ahora veremos. Nosotros tenemos que transmitir una seguridad total y esto es una de las cosas que más nos preocupa porque todavía no se ha publicado una normativa clara al respecto. Si antes ya aplicábamos medidas de higiene, desinfección… ahora tienen que ser mayores y que se noten, que la gente las sienta y las aprecie”.
En esta misma línea, desde Ruzafa, Amor López incide en revisar las limitaciones de ocupación de las terrazas y especifica que sería “una medida temporal”. “Hay que dar soluciones que se puedan aplicar en el momento y solo pedimos un poco de solidaridad para salvar la campaña de verano, no pretendemos que sea algo eterno”,expresa. Y recuerda que “en Ruzafa el entramado de bares y restaurantes está conformado por empresas pequeñas con locales reducidos y con recursos también limitados”.
Una solidaridad para unas medidas temporales que también se reclama desde el comunicado emitido por la FEHV: “El sector está solicitando estas medidas de carácter extraordinario con un marco temporal de los meses de verano y otoño próximos para poder paliar la situación vivida por el cierre de los establecimientos y para poder reactivar el funcionamiento de los locales, y así la dinamización de la actividad de la ciudad. Es un momento en el que toda la sociedad tiene que ser solidaria entre todos los colectivos y sectores empresariales consideramos que será necesario favorecer la puesta en marcha del trabajo y la recuperación de la economía local. De lo contrario, supondrá el cierre de muchos establecimientos con la pérdida de puestos de trabajo que eso puede conllevar”.
Mientras tanto, José Miralles, desde la Malvarrosa, apuesta por recuperar la confianza local y también la extranjera: “Lo más importante ahora es recuperar la confianza absoluta y total, primero del cliente nacional que es nuestro cliente fiel, el que te consuela, te ayuda, está encima de ti para darte ánimos y decirte que vendrá a comer… Hay que recuperar su confianza y también la del turismo internacional, vivimos durante todo el año gracias a ellos, pues contamos con un 60% de facturación extranjera. Será muy importante que, cuanto antes, den vía libre para viajar en países como Alemania o Inglaterra”.
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